Primer domingo de Adviento
Reflexión Espiritual de Juan Pablo II
«Amadísimos hermanos y hermanas: Comienza hoy, con el primer domingo de Adviento, un nuevo Año litúrgico. El Dios de la alianza se reveló en la historia, y en la historia la Iglesia celebra su misterio de salvación: la encarnación, la pasión, la muerte y la resurrección del Señor Jesucristo. Así, el camino de los creyentes se renue...va continuamente, en tensión entre el "ya" realizado por Cristo y el "todavía no" de su manifestación plena.
Dios es el futuro del hombre y del mundo. Si pierde el sentido de Dios, la humanidad se cierra al futuro y pierde inevitablemente la perspectiva de su peregrinación en el tiempo. ¿Por qué nacer?, ¿por qué morir?, ¿por qué sacrificarse?, ¿por qué sufrir?
El cristianismo ofrece a estos interrogantes una respuesta satisfactoria. Por eso Cristo es la esperanza de la humanidad. Él es el sentido verdadero de nuestro presente, porque es nuestro futuro seguro.
El Adviento nos recuerda que vino, pero también que vendrá. Y la vida de los creyentes es espera continua y vigilante de su venida».
(Juan Pablo II, Angelus, 1 de diciembre de 2002)
Reflexión Espiritual de Juan Pablo II
«Amadísimos hermanos y hermanas: Comienza hoy, con el primer domingo de Adviento, un nuevo Año litúrgico. El Dios de la alianza se reveló en la historia, y en la historia la Iglesia celebra su misterio de salvación: la encarnación, la pasión, la muerte y la resurrección del Señor Jesucristo. Así, el camino de los creyentes se renue...va continuamente, en tensión entre el "ya" realizado por Cristo y el "todavía no" de su manifestación plena.
Dios es el futuro del hombre y del mundo. Si pierde el sentido de Dios, la humanidad se cierra al futuro y pierde inevitablemente la perspectiva de su peregrinación en el tiempo. ¿Por qué nacer?, ¿por qué morir?, ¿por qué sacrificarse?, ¿por qué sufrir?
El cristianismo ofrece a estos interrogantes una respuesta satisfactoria. Por eso Cristo es la esperanza de la humanidad. Él es el sentido verdadero de nuestro presente, porque es nuestro futuro seguro.
El Adviento nos recuerda que vino, pero también que vendrá. Y la vida de los creyentes es espera continua y vigilante de su venida».
(Juan Pablo II, Angelus, 1 de diciembre de 2002)
* * *
La importancia del tiempo de Adviento, no
es Navidad, sino una preparación para nosotros, porque llega el Hijo de
Dios.
Los cristianos mundanos adelantan la Navidad sin contar con el Adviento.