viernes, 23 de marzo de 2012

Carta Semanal del Arzobispo: «Un encuentro con quien te trae la verdadera salvación»

Alguien me dijo que sería interesante que fuese a Valencia para hacer algunas fotos sobre las fallas, yo le dije que no me gusta el tumulto, y además no es de mi interés las Fallas, y es cierto, esta fiesta se mezcla lo sagrado y lo profano. Lo sagrado es la festividad de San José, pero luego, aquellos las fallas pertenecen a este mundo, para diversión de los mundanos. Hay mucho ruido, tracas, fuegos artificiales, esto es, la pirotecnia, una diversión que vino desde el paganismo de China, por Marco Polo. El ruido de la pirotecnia siempre tiene el mismo tono. Habrá personas que le gusten hacer fotografías de esas cosas, que no es mi tema como he dicho.

Si el alma está ocupada en las fallas de Valencia, poco puede hacer para centrarse en lo esencial, pues no es suficiente pensar superficialmente o fugazmente en los asuntos de la propia salvación. Pues el demonio trabaja al cien por cien por la perdición de las almas, mientras que el ser humano, por estos asuntos del mundo, no es precisamente al cien por cien que se dedica al Señor, pues en la balanza el corazón está muy inclinado por el sentido contrario a la Voluntad de Dios. Los santos se dedicaron al mil por cien por la salvación de la propia alma y por la conversión del mundo.


Dice Monseñor Carlos Osoro que el Señor nos ama sin condiciones, y es verdad, el amor de Dios se extiende a todos los pecadores en general, ahora bien, el siguiente asunto está, que necesitamos tener unas condiciones para entrar en el Reino de los cielos, por la revelación de nuestro Señor Jesucristo y enseñanzas de los Santos Apóstoles. Necesitamos las condiciones

Lo que verdaderamente nos trae la alegría y la salvación es cuando nos adentramos en la verdadera religiosidad, que no es de forma superficial y vacía,  sino profunda y perseverante. El conocimiento de Dios, y no de los festejos populares con apariencia de bien