martes, 25 de octubre de 2011

Testimonio de un sacerdote sobre el infierno

Pobres sacerdotes que no aman a Cristo, que no son fieles a su vocación sacerdotal, es necesario que su única preocupación sea la fidelidad a Cristo y a la Iglesia Católica.

Un sacerdote cuenta a la Madre Angélica, en la televisión EWTN, su terrible experiencia en el infierno. Pero este testimonio, lo debemos tomar como ejemplo, incluso los que no somos sacerdotes, que no hemos venido a este mundo a pecar, morir en pecado y la condenación eterna.

Dios nos ha traído a este mundo pero para que vayamos a la Vida Eterna. Nuestra devoción a Jesús y a María Santísima nos debe ayudar en arrancar de nuestro corazón todo lo que no corresponda a la santidad de vida.

Hemos de aferrarnos a Nuestro Salvador: Jesucristo y Dios nuestro, que vino precisamente a ayudarnos a que rompamos las cadenas del pecados, la esclavitud que arrastra al infierno

Es verdad que ninguna persona ha sido creada para luego condenarse, Dios no lo quiere, pero el rechazo al plan de salvación de Dios, que enseña la Iglesia Católica, es el desobediente, el pecador incorregible, el hereje, los que se enfrentan a la Iglesia Católica, por sus obras optan al castigo eterno.