La ventaja de la
fidelidad al Señor, es mantener que nuestra vida no se corrompa, pues por eso,
aunque vivimos en el mundo, con Cristo no nos corrompemos, todo lo contrario,
si en algún momento nos hemos ensuciados por la corrupción del mundo, del
pecado, no tardamos en volver a Cristo, que es la Vida de los que queremos
vivir.
La vida de Gracia es una
constante renovación para nuestra vida espiritual, ese vida de gracia no debe
interrumpirse, y por eso, nuestro corazón no debe dividirse, sino ser uno
completamente joven para Cristo.
Hemos de quitarnos la
idea, “no valgo para nada”, pues valemos según la medida que nos entreguemos a
Cristo.
No es el mundo quien da
su valía al ser humano, sino el comprometerse con el Evangelio de Cristo, es
verdad, que vamos a tener jornadas que estamos cansados, de no apetecer hacer
nada, pues una sola oración bien hecha, en espíritu y verdad, es mucho más
útil, que todos los sacrificios, esfuerzos en el trabajo que el cristiano haga.
Sucede que una persona
vive para trabajar, quiere tenerlo todo, pero sin oración todo eso termina en
vano, llegará un momento, que por la propia culpa, aquel trabajo, aquella vida
cómoda que durante años tenía, por su infidelidad a Dios lo pierde.
Cuando el alma deja de
creer en Dios, empieza por no rezar, y se aparta de la protección de Dios, va a
su libre albedrío, la tristeza, los resentimientos, incluso, en la persona que
pueda tener 18 o 20 o más años, que ha rechaza la vida de fe, entonces desean
suicidarse, se abandonan en los pecados, en las miserias de las tinieblas.
Amemos al Señor con todo
nuestro corazón, con toda nuestra vida, pasemos por esta vida haciendo el
máximo bien posible, es una posibilidad que está al alcance de todos cuánto
quiera amar a Dios.
No nos engañe el
tentador, y pidamos al Señor que nos ayude a tener las cosas más claras, está
de que nosotros digamos sí al Señor. pues la vida de gracia no tiene límite
para quienes desean ser joven en Cristo Jesús, la edad es algo superficial, es
verdad, que nuestro cuerpo se debilita, pero que no tiene por qué ir en
paralelo con la vida espiritual, la edad no tiene alas, la Vida de Gracias nos
lleva hacia donde está Dios.
Es un sí al Señor, pero
no por un rato, sino siempre, perseverar. Hermano, hermana, Cristo ha puesto su
mirada sobre ti, porque te amas, te reserva una digna morada en el Reino de los
cielos, Él te invita a seguirle, para comprender cuál es el camino, encontrarás
luz en el Sagrario, día tras día, no debes desesperar, pues Él tiene la
respuesta para ti, en tu perseverancia, llegará un día, en que lo verás mucho más
claro. Santa Teresita del Niño Jesús, comprendió cuál tenía que ser su lugar
dentro de la Santa Madre Iglesia Católica.
A continuación la carta
semanal del Arzobispo de Valencia: