viernes, 13 de julio de 2012

Las vacaciones: Dios no se toma vacaciones.

Queridos hermanos, mucha personas ya están de vacaciones o se preparan a ella. Es un tiempo de descanso para nuestro cuerpo, pero nuestro espíritu debe seguir trabajando por el reino de los cielos,

El tiempo vacacional debe ser santificador, pues nuestra entrega a Dios no debe limitarse los fines de semana o días festivos, sino que debe extenderse a lo largo del año.

Al término de las vacaciones uno puede terminar agotado, o bien descansado, según la entrega personal con qué se ofrezca a Dios.

Para el que se ofrece a Dios, todo su tiempo está en Él, aunque se marche de excursión con su familia al campo.

Lo curioso (según el mundo, pues no es capaz de comprenderlo) que en tiempo de vacaciones,  que hay familias entera que se toman su tiempo para irse a las misiones. Han sentido esa llamada del Señor, para hacer el bien a sus hermanos. Pero el Señor no llama a todos para una única misión, Pues hay otras que hacen retiros espirituales, o se marchan al monte para meditar, lejos del ruido del mundo, lejos de las preocupaciones del mundo.

Tiempo de vacaciones, tiempo para esforzarse en la entrega generosa a Dios, pues ya, los trabajos no se lo impiden, necesitan alimentarse cada día de la Eucaristía, de no olvidarse del Sacramento de la Penitencia, confesar los pecados, haciendo antes un examen de conciencia, y más importante, el propósito de enmienda, para no separarnos del Amor de Cristo.

Dios no se toma vacaciones, hay una autora que lo recuerda. Nuestras vacaciones no deben ser de Dios, sino que con Él debemos permanecer, sin descanso para mejor descansar.

El demonio tampoco se toma vacaciones.

Como queda entendido, las vacaciones del cristiano, nunca deben ser olvidarnos de Dios, tenemos más tiempo para pensar en Él, para perfeccionarnos en la oración, en la meditación,

Un buen libro espiritual; la meditación de las Sagradas Escrituras bajos la guía del Magisterio de la Iglesia Católica. El Señor por medio de la doctrina de los Santos Padres nos facilitan la comprensión de aquellos textos que nos parecen más difíciles.

Sería un error, y es que el demonio suele engañar con  mucha facilidad, por ejemplo, el corazón que se descuida seriamente en los asuntos del Señor, si no tiene vida de oración, termina por poner parte de su corazón a cosas mundanas, echando a perder todo el fruto de virtudes y santidad que el Señor le tenía reservado. La afición a lo mundano como el fútbol, deshumaniza el corazón, no hay amor verdadero a Dios, el demonio le hace creer que está en el camino correcto. La esquizofrenia colectiva, es decir, todo lo que los enemigos de la Iglesia Santa y Católica, los carnales tienen en común, si en el fútbol tienen la misma euforia y gestos, cuando gritan "gol". El demonio tiene engañado a estos corazones, y no se dan del todo a Cristo Jesús. Pero les convienen que se den del todo a Dios, nuestro corazón debe darse únicamente a Dios, sin afecciones ni ataduras mundanas.

Insistiendo en esto, a fin de deshacer los engaños del demonio, pero hay otros engaños del enemigo, que no son descubierto, si no le pedimos al Espíritu Santo que nos ilumine; y debemos hacerlo.

Donde se esfuerza en caer más Satanás, son en las piscinas, playas, pues uno no desea caer, pero ¿quién se acuerda de orar cuando va a la playa? Se necesita paz y recogimiento, alejarse de la gente para que nuestra oración llegue al Señor.

Muchas almas no desean pecar cuando van a la playa o piscina pública, pero en un momento o en otro, el demonio consigue que caiga, de una o de otra forma.
Meditemos serenamente a continuación las notas que encontramos en este sitio.