Es importante que nuestros pastores prediquen la penitencia,
es de suma urgencia, porque para alcanzar la misericordia de Dios, no sería
posible, si no hiciéramos penitencia y oración. No sería posible nuestra
salvación si estamos inclinados a la idolatría de este mundo. Pues la
misericordia no puede llegar a quien se cierre a la obediencia de Dios y al
arrepentimiento, la perseverancia.
La Misericordia de Dios no tiene límites, pero somos
nosotros que peligrosamente ponemos límites a la acción de Dios.
No se predica la penitencia, es preferible, según ellos,
buscar un camino mejor que el que enseña Jesucristo para la salvación de las
almas. Los juegos, entretenimientos y diversiones, ya tiene el visto bueno por
los hijos de este mundo. Se han olvidado de Cristo.