lunes, 3 de octubre de 2011

La Familia Franciscana complace al Señor

Aunque hay personas que dice que no se puede seguir el Evangelio al pie de la letra, es porque no se han dejado encontrar por Jesucristo.
Los Santos, y en especial, San Francisco de Asís, tuvo distintos encuentros con Cristo a lo largo de su vida, y comprendía muy bien la radicalidad del Evangelio, que para el hombre viejo es imposible seguir, pues se trata de una carga tremendamente pesada e insoportable, necesita las comodidades y caprichos de este mundo; por el contrario, el Hombre nuevo que es la imagen de Jesucristo.
El hombre con su corazón en el mundo, llega a decir públicamente que no es necesario tanta vida de oración, que no hay que confiar en la Divina Providencia, está enseñando los errores y herejías que llega a practicar.
Por el contrario, los que son de Cristo, son criaturas nuevas, y en este caso, sacerdotes y religiosos; obedientes y humildes de corazón, superan las adversidades que se les pueda presentar.
Muchos corazones con el corazón apegado al mundo, que un día se consagraron como franciscanos, a causa de que han dejado el uso del hábito religioso, conventos, monasterios han cerrado, Desgraciadamente, cuando hay almas que verdaderamente tienen vocación religiosa, y quiere seguir los pasos de Jesucristo, al modo de San Francisco de Asís, y tanto santos reformadores de esta orden celestial, les niegan el paso.
Por el contrario, vemos que en la vida de los santos franciscanos, personas que pafrecían no tener vocación, y querían volver al mundo, por ejemplo, San Antonio de Padua, o el mismo San Francisco, le animaba a seguir por el camino de Jesucristo.
La diferencia está, en que cuando el corazón se llena de Dios y de su amor, es imposible despachar a quien quiere seguir a Cristo en ese estilo de vida.
Y como es bien sabido, que cuando el corazón está entretenido muchos entretenimientos de este mundo, no ama a Dios, y al expulsar al hermano, está ofendiendo al Señor.
Los verdaderos religiosos no impiden vocaciones, pero los falsos una y otra vez, se pone de espalda al Señor, para rechazar a quienes se acercan. Pero según la Palabra de Dios, estos no pueden alcanzar la vida eterna.
Jesucristo advierte al Poverrello Francisco lo siguiente: que quiere que la Orden se mantenga del mismo modo desde el inicio de su fundación. Teniendo en cuenta, que fue Jesucristo quien le ayudó y le hizo ver al Papa Inocencio III, la necesidad de que ese camino, iniciado por San Francisco, tiene relación con el espíritu del Evanegelio. Jesús, prometió a San Francisco que la orden duraría hasta el fin de los tiempos, que iba a permanecer para siempre en la misma línea de la Santa Iglesia Católica, aunque los tiempos vayan cambiando, la fe del espíritu franciscano es el mismo que el de Jesucristo.
A pesar de que ha habido franciscanos, que se han despojado del hábito religioso, la orden sigue permaneciendo así; aún cuando haya monasterios y conventos franciscanos, que al menos temporalmente, cierren sus puertas, la Santa Orden Franciscana, sigue avanzando, no así, el franciscano que deja entrar en la propia vida el seglarismo.
Pero con todo, hemos de honrar siempre, a todos los sacerdotes y religiosos, y orar mucho por ellos, para que se animen, y recuperen el Espíritu de Cristo en San Francisco de Asís.