¡Alabado
sea el Señor nuestro Dios ahora y por los siglos de los siglos!
Mis
buenos hermanos, ya estamos en estas fiestas de la Santa Navidad. Únicamente la
Iglesia Católica nos enseña el auténtico sentido de la Navidad, y como debemos
celebrarla, que es lo que tenemos que hacer; nuestra preparación enteramente
espiritual.