miércoles, 13 de junio de 2012

Solo los santos confirman la vocaciones a la vida consagrada.

La Iglesia Católica nunca ha rechazado una vocación a la vida sacerdotal o consagrada. Sin embargo, son muchos que entran en la vida religiosa, pierde el fervor y la devoción, y endurece su corazón, y si llega a ser como "maestro de novicio" en la tibieza ya no reconoce que es un llamado por Dios para esa vida religiosa.

En la vida de los Santos de la Familia Franciscano, nos encontramos como los que vivían la Santa Obediencia, llegaban a confirmar el estado de vocación incluso a personas que en un principio no había sentido la llamada de Dios, y en la conversación, esa llamada se despertaba con alegría.

Hay muchas personas que acuden a San Antonio de Padua para pedirle cosas innecesarias... Es mejor pedir al Santo que nos ayude a crecer en la fe y en la amistad con Cristo Jesús, a salvar nuestra alma, a crecer en la verdadera caridad.