¡Gloria y alabanza a la Santísima Trinidad y a María Santísima; Madre de Dios!
En estos días pasados, me he referido dónde se puede orar, ahora bien, como la oración no podrá conseguir la perfección. Cuando vamos al mercado a comprar, a cada momento nuestra oración se verá interrumpida a cada momento por la variedad de ruidos, en esto bien podemos hacer jaculatorias. Entonces, seria bueno también salir pronto del tumulto de la gente, para unirnos al Señor. Nuestros pensamientos no debe ir a la caza de las cosas aún necesarias en este mundo, sino al cielo, orar a Cristo con la sencillez de nuestro corazón.