lunes, 23 de abril de 2012

Funerales, cielo o infierno; ¿y la fe de...?

 Supongamos que un alma, que vive muy entregada al mundo, come, bebe, se divierte según el mundo, no tiene familiaridad con los sacramentos, llega a discutir, no está acostumbrado a la vida de piedad y santidad, por tanto no es verdadera oración lo que pronuncia. El resentimiento, el egoísmo, su "autoestima", el no colaborar con Cáritas, el no dar limosnas para los pobres; porque como en cierta ocasión me dijo una persona, y fui testigo de lo que vi y oí. Un pobre, me parece que eran rumanos, me lo encontré en Alicante, y al entrar en un establecimiento, la dependienta dijo que no quería dar limosna, porque el poco dinero que tenía lo quería para comprar tabacos. ¡Qué tremendo!