La Santísima Madre de Dios es un ejemplo vivo de cómo debe ser la vida del cristiano: recogido, humilde, casto, alma de oración, contemplación, caridad, meditación de la Palabra de Dios en todo momento...
La Santísima Madre de Dios es un ejemplo vivo de cómo debe ser la vida del cristiano: recogido, humilde, casto, alma de oración, contemplación, caridad, meditación de la Palabra de Dios en todo momento...