Había preparado una reflexión de unas dos páginas, aunque finalmente, lo he resumido de esta forma, ya más adelante, si Dios quiere, cuando me sienta más aliviado, podría compartir también textos de los Santos Padres... Aunque para quienes hayan leído los temas sobre para recibir dignamente la Sagrada Comunión, en el índice se puede leer.
Pero como decía, hoy voy a ser breve:
Resulta, que para amar a Jesús, necesitamos arrodillarnos ante Él, pero hoy día, se pretende amar Dios, no haciendo mucho caso de Jesucristo, ni creen la necesidad de que los comulgatorios continuen para los que puedan arrodillarse para recibir a Jesús en la Sagrada Hostia.
Uno se desvive haciendo ciertos sacrificios para no perder un momento de algún evento mundano, pero eso de arrodillarse ante el Señor, es algo que no ven necesario, por eso apenas hay quienes se arrodillen.
- Benedicto XVI: «Quien aprende a creer, aprende también a arrodillarse, y una fe, o una liturgia que desconociese el arrodillarse, estaría enferma en uno de sus puntos capitales. Donde este gesto se ha perdido, se debe aprender de nuevo, para que nuestra oración permanezca en la comunión de los Apóstoles y los mártires, en la comunión de todo el cosmos, en la unidad con Jesucristo mismo»
(Oficina para las celebraciones Litírgicas del Sumo Pontífice
Podemos leer el texto completo: Los signos externos de devoción por parte de los fieles enero 2011 )
En esa frase está la Fé, la que nos lleva a postrarnos ante el Santísimo y a rendirnos ante Él Gran entrada amigo. un fuerte abrazo de corazón y mil gracias por tus enseñanzas, es un placer.
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