miércoles, 1 de febrero de 2012

«Yo duermo, pero mi corazón vela» / Posturas y lugares apropiados para la oración

¡Gloria y alabanza a la Santísima Trinidad y a María Santísima; Madre de Dios!

En estos días pasados, me he referido dónde se puede orar, ahora bien, como la oración no podrá conseguir la perfección. Cuando vamos al mercado a comprar, a cada momento nuestra oración se verá interrumpida a cada momento por la variedad de ruidos, en esto bien podemos hacer jaculatorias. Entonces, seria bueno también salir pronto del tumulto de la gente, para unirnos al Señor. Nuestros pensamientos no debe ir a la caza de las cosas aún necesarias en este mundo, sino al cielo, orar a Cristo con la sencillez de nuestro corazón.

En un comentario que hice anteriormente, dije que, también se puede orar descansando, es decir, estando en la cama. En otro comentario de otro lugar, alguien aconsejaba que no fuera en la cama, pues como su propio testimonio se quedaba dormido.
A lo que añado ahora, que si nuestro deseo es hacer verdadera oración, el sueño no podrá con nosotros, pero aún si dormimos, debemos convertir nuestros sueños en oración agradable a Dios.
El alma de oración vive de la fe. Fe y oración, la fe no disminuye, sino se fortalece y crece. Por eso los santos, aun durmiendo, su fe no disminuía, porque toda su vida lo había convertido en oración. En el Peregrino Ruso, se nos enseña, incluso, que nuestro respirar debe convertirse en oración, como los latidos del corazón. En este libro a lo largo de la hermosa aventura espiritual del Peregrino por caminos y sendas de Rusia, cada vez llega a la plenitud de la oración perfecta.
«Yo duermo, pero mi corazón vela» (Cantar 5, 2). Los Santos prolongaba sus oraciones día y noche, por lo que enseña el Espíritu Santo, orad día y noche. «Pero la que de verdad es viuda y ha quedado enteramente sola, tiene puesta su esperanza en el Señor y persevera en sus plegarias y oraciones noche y día.» (1Tm 1, 5). Esto que enseña San Pablo no va solamente a las viudas; a los cristianos viudos; sino a todas las almas que quieran crecer en la vida de santidad. El Señor me ha concedido la gracia de no contraer matrimonio, pues sucedió una cosa bastante terrible, y antes de caer en el pecado mortal, ya hice la promesa a Dios, y renuncié a la que quería ser mi esposa, en consecuencia por amor al Evangelio y a la Iglesia Católica.

Por la oración me libré de terminar en la condena eterna, bien merecida por causa de mis pecador, recuerdo aquella vez, en que en algún instante ya me vería condenado en el infierno, acudí inmediatamente a la Santísima Madre de Dios, comenzando por el Ave María, y sentí que el demonio ya no estaba cerca de mí, sino la Santísima Madre de Dios.
La Santísima Madre de Dios, como el Sagrado Corazón de Jesús, tan sólo porque son verdaderamente misericordiosos, no sucedió aquel accidente en la carretera.
No podemos desconfiar de la oración interior, porque incluso nos libra de ataques de perros furiosos; pues me sucedió cuando iba tranquilamente por el campo, se acercaba a mí, un perro que iba con su dueño, un pastor alemán, y curiosamente, el perro miraba de vez en cuando hacia atrás, que su dueño no estuviera pendiente de él, entonces, cuando el dueño, estaba mirando hacia el suelo, posiblemente para coger setas, en ese momento, el perro, se lanzó hacia mi cuello, luego el dueño se incorporó y no dijo nada, no se dio cuenta de aquel ataque frustrado. Y no es imginacion, pues el siguiente intento ataque del perro, fue en otro día, en que al verme el perro, dejó pasar a su dueño por delante, y en el momento que el dueño dobló una esquina el animal se volvió contra mí, y es que el demonio sabe manejar a los animales para hacer daño.
 Y podemos soportar por amor a Cristo, los escupitajos, insultos, pedradas de una parte o de otra, y muchas cosas malas, el Señor nos libra de todos esos males. Por eso, hemos de prolongar toda nuestra vida de oración.
«Yo duermo, pero mi corazón vela» Y es verdad, porque si el enemigo intenta atacarnos en medio de nuestro sueño, y nos damos cuenta, inmediatamente acudiremos a la Santísima Madre de Dios, y el demonio huirá espantado y lleno de rabia.
¿Qué significa lo que voy escribiendo?  Sencillamente que todos podemos tener el corazón bien dispuesto para gloria de Dios. Que todos podemos ser santos.
De pecadores como somos, el Señor con su gracia y misericordia, y nuestra buena disposición, podemos llegar a la santidad, por eso, la oración es indispensable para todos los cristianos; para todos los que deseamos permanecer fieles a la Santa Iglesia Católica y al Papa. Si no hay amor y obediencia al Papa, estamos perdidos. Si cuestionamos lo que enseña la Iglesia Católica y el Sucesor de Pedro, por más que oremos no llegaremos a ser santos y nos perderemos sin remedio, por nuestras desobediencias, soberbia, autosuficiencia o autoestima. A propósito, que el Papa nos ha hablado en diversas ocasiones, que en el cristiano no debe guiarse por la “autoestima”, pues es un peligro para el alma, y anteriormente lo encontramos en las Sagradas Escrituras y en la doctrina de los Santos Padres.
Esta reflexión que he escrito, finalmente no tenía la intención de ponerlo, pero lo hago con el propósito de que todo lo que es bueno, es para gloria de Dios y provecho de las almas, pues sólo Dios merece alabanza, pues son suyos los méritos, y obra con todos los pecadores, y yo soy el más ingrato de todos.
Por eso ruego por la caridad de Cristo, que es más importante que fijéis vuestros ojos a Dios, y rogad por un servidor. En mis pobres escritos, hemos de buscar precisamente la voluntad de Dios.

Ahora escribiré lo que nos enseña San Agustín sobre la oración:
Posturas y lugares apropiados para la oración
No hay prescrita postura corporal para la oración, con tal de que el espíritu, puesto en la presencia divina, cumpla su intención. Porque oramos de pie como está escrito: Más el publicano estaba de pie retirado (Lc 18, 13); oramos de rodillas, según leemos en los Hechos de los Apóstoles, y sentados, según los ejemplos de David y Elías. Y si no orásemos aún acostados, no se diría en el Salmo; Lavaré todas las noches mi lecho y regaré con lágrimas mi cama Salmo 6, 7) Efectivamente, cuando uno quiere orar toma su cuerpo y toma, según las circunstancias del tiempo, la posición más conveniente para despertar la devoción (De div quaest ad simpl II, q.4).
Pero es muy difícil ver a Cristo en el bullicio de la turba. Es exigencia de nuestra mente, una cierta soledad; Dios se deja ver en la soledad de la intención. La turba hace ruido, y esta visión exige que haya silencio. Coge tu camilla (Jn 5,8)… y camina hasta que llegues. No busques a Jesús en medio de la turba; no es uno de tantos, es superior a todo lo que es turba. Aquel pez grande salió primero del mar y, sentado en los cielos intercede por nosotros: como el gran sacerdote., entró solo en las intimidades e interioridades del velo; la turba quedó fuera en pie. Anda… Tú que solías ser llevado, tú que no conoces todavía a Jesús, todavía no ves a Jesús. Pero, ¿Qué sigue a continuación? Como él (el paralítico curado del Evangelio) no se cansó de llevar su camilla ni de andar, lo vio luego Jesús en el templo (Jn 5, 14). Dentro de la gente no  le vio el enfermo, le vió en el templo. El Señor Jesús, en cambio le vio dentro de la turba y en el templo. Más aquel enfermo no lo conoció en medio de la turba. Llega, pues él, al Señor; lo vio en el templo, lo vio en el lugar sagrado, en un lugar santo. ( en Jn 17, 11). (S. Folgado Flórez, La oración cristiana en San Agustín, a la luz de sus textos. 142-143; págs.. 93-93. Apostolado Mariano. Sevilla)
Sí, en la iglesia, en el sagrario podemos orar, porque la presencia real y lleno de Majestad de Dios Jesucristo está en el Sagrario. Pero como es sabido, solamente cuando nuestro corazón esté bien dispuesto para hablar con Dios y oírle.

Hay otros detalles que la Palabra de Dios, nos enseña: «No imitéis el proceder de las naciones paganas» [Jer 10, 2]. Por ejemplo, hay autores católicos,que dicen, que hay otras posturas que sirven para la oracion, y no es verdad, y la Iglesia lo ha desautorizado, son las posturas paganas de los que practican "yoga", y esto hace gran daño a la verdadera espiritualidad, por eso no conviene, debe comprenderse lo que dice Jesús, y debe extenderse por lo general al resto de su proceder de los gentiles, es decir, de los orantes que no son hijos de la Iglesia Católica, como el hinduísmo, etc. No seaís como los gentiles... (Mt 6, 8)
«Que vuelvan ellos a ti, no tú a ellos» [Jer 15, 19]. Es decir, también lo exgtiendo ese volver a la Iglesia Católica los que todavía, y los que estamos en Ella, no separarnos, y volver a Dios también por medio de las enseñanzas de los Santos Padres, del Sucesor de Pedro; no imitar al proceder de los mundanos, ni de los paganos.
Temas anteriores sobre la oración en el Índice por temas...

4 comentarios:

  1. Muchas veces, por no decir siempre, me acuesto dándole gracias a nuestro PADRE por esa cama donde duermo, por ese techo y hogar. Sobre todo cuando enrolado en las sábanas y mantas el frío se hace calor alrededor de mi cuerpo.

    Entonces, recuerdo a todos aquellos que duermen en la calle, que no tienen hogar ni un techo, menos aun familias. DIOS mío, ¡tanta gracia! Y tengo un recuerdo por ellos.

    Muchas veces rezo, con mi mujer, el Santo Rosario recien despiertos, a las ocho horas, por Radio María, en la cama, y siento que es una bendición del SEÑOR.

    Mi criterio: Lo importante es el corazón, tu intención y el respeto con que hables o reces con el SEÑOR. Claro, depende de las situaciones, los lugares y el estado, pero el SEÑOR, es PADRE, y ya sabemos que es un padre o madre, cuanto más el SEÑOR.

    Un fuerte abrazo en XTO.JESÚS.

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    1. Radio María es una ayuda importante que enseña que la forma de la oración no debe ser precipitada como sucede cuando oran las laudes cada mañana en la parroquia de San Roque de mi localidad.

      Es verdad que el Señor es Padre, yo antes lo que hacía creyendo que era oración, no lo era en realidad, pero el Señor nos conoce muy bien a todos, y poco a poco, pues el Señor es paciente, vamos aprendiendo. Es compasivo con todas las almas, a todas alcanza la misericordia de Dios, cuando la ve que se está esforzando y superándose así mismo por su amor a Dios. Por eso, mi reflexión es también, que cuando mejor hago mi oración, más me acerco al Señor. Y mi preocupación, que si lo hago superficialmente, es como dar pasos atrás.

      Me alegro de verle por aqúí.
      En Cristo Jesús y María Santísima, su servidor.

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  2. estimado hermano, gracias por este compartir Dios cuando quiere una alma sólo para ÉL, la despoja de todo hasta hacerla sólo para Él, pero ese desprendimiento se va dando poco a poco, hasta llegar esa soledad total que es el soledad de Dios y es allí dónde el alma descubren los grandes segretos de Dios, gracias y feliz dia de la vida contemplativa , que seamos realmente almas contemplativa, me encomiendo a sus oraciones en este dia , Dios sea con usted.

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    1. Yo le estoy agradecido de todo corazón, «Silencio en la Oración», pues sus reflexiones me están ayudando a amar más la oración, en salir de las miserias de mi tibieza. Y es verdad lo que dices encontrarse con Dios hasta llegar a la soledad.

      Si el mundo entero conociera las maravillas de la vida contemplativa, y se decidieran por practicar diariamente este modo de oración, hasta en la vida activa de muchos vivirían como contemplativos. Pues sencillamente hasta las almas contemplativas tienen su tiempo para trabajar, ya en el campo, en la imprenta, en el ordenador, y siempre lo hacen para gloria de Dios y provecho de todas las almas. En el mundo ya no existiría guerras ni divisiones, que todos serían un solo corazón y una sola alma. Pero el tentador está haciendo la vida imposible a muchos, a otros si se acerca no puede hacer gran cosa, porque están bajo la protección de Jesús y de María Santísima.

      «Silencio en la Oración» Jesús y María Santísima siempre sean con usted.

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