¿Qué hacer si no nos apetece orar porque no sentimos nada?
Veamos lo que sucede, si el alma, cuando quiere dedicarse a la oración, siente en sus inicios como las gracias del Señor le llena el corazón, pero llega un día, en que ya no siente nada.
Se lee testimonios de personas que han dejado precisamente la oración porque han dejado de sentir gratificaciones espirituales, ya no sienten nada. Le viene la tentación, "Dios ya no escucha mi oración" ¿Para qué seguir orando, pues pido esto o aquello y no veo que se me conceda?
En la oración no debemos pedir a Dios que haga nuestra voluntad, sino que nosotros debemos adaptarnos a la voluntad de Dios, el hombre viejo se resistirá mucho, pero nosotros andamos tras las Huellas de Cristo, el Hombre nuevo a quien debemos tomar como modelo y ejemplo.
Uno de los éxitos del príncipe de las tinieblas, es que las almas cuando sienten sequedad en la oración, dejan de orar. Al dejar la oración, se alegra mucho el diablo, ya tiene la puerta abierta, ya puede dominar con facilidad al alma que ya renunciado la oración.
El alma que ora, y tiene luego crisis espirituales, no renuncian a la oración, sino que con lágrimas en los ojos, pide al Señor que tenga piedad, y puede tardar incluso años, pero mientras tanto, no aprovecha las ocasiones para añadir nuevos pecados, sino que persevera, el alma en sequedad que es constante en la oración sigue manteniendo la puerta de su corazón cerrada al demonio, y en su vida de oración aunque sienta una especie de vacío interior, continúa sus súplicas al Señor.
Recomiendo que meditemos lo siguientes textos, que nos ayudará a superar nuestras sequedades; es decir, nuestro amor a la oración, como de más necesidad que si respiramos aire para nuestros pulmones, pues la oración incluso en sequedad, siempre seguirá siendo el aire que necesitamos para vivir en conformidad con la Voluntad de Dios: Padre Pio - El Mistico - Misticismo en general
Veamos lo que sucede, si el alma, cuando quiere dedicarse a la oración, siente en sus inicios como las gracias del Señor le llena el corazón, pero llega un día, en que ya no siente nada.
Se lee testimonios de personas que han dejado precisamente la oración porque han dejado de sentir gratificaciones espirituales, ya no sienten nada. Le viene la tentación, "Dios ya no escucha mi oración" ¿Para qué seguir orando, pues pido esto o aquello y no veo que se me conceda?
En la oración no debemos pedir a Dios que haga nuestra voluntad, sino que nosotros debemos adaptarnos a la voluntad de Dios, el hombre viejo se resistirá mucho, pero nosotros andamos tras las Huellas de Cristo, el Hombre nuevo a quien debemos tomar como modelo y ejemplo.
Uno de los éxitos del príncipe de las tinieblas, es que las almas cuando sienten sequedad en la oración, dejan de orar. Al dejar la oración, se alegra mucho el diablo, ya tiene la puerta abierta, ya puede dominar con facilidad al alma que ya renunciado la oración.
El alma que ora, y tiene luego crisis espirituales, no renuncian a la oración, sino que con lágrimas en los ojos, pide al Señor que tenga piedad, y puede tardar incluso años, pero mientras tanto, no aprovecha las ocasiones para añadir nuevos pecados, sino que persevera, el alma en sequedad que es constante en la oración sigue manteniendo la puerta de su corazón cerrada al demonio, y en su vida de oración aunque sienta una especie de vacío interior, continúa sus súplicas al Señor.
Recomiendo que meditemos lo siguientes textos, que nos ayudará a superar nuestras sequedades; es decir, nuestro amor a la oración, como de más necesidad que si respiramos aire para nuestros pulmones, pues la oración incluso en sequedad, siempre seguirá siendo el aire que necesitamos para vivir en conformidad con la Voluntad de Dios: Padre Pio - El Mistico - Misticismo en general
Estimado hermano, ante todo gracias por sus aportes y comentarios son muy buenos y de muchas riqueza,todos hermanos estamos en camino de la oración todos somos aprendices de la oración, y esos es lo bello que cada unos con su experiencia de Dios busca estar con ÉL, lo importante no es alcanzarlo sino dejarse alcanzar por ÉL, la oración es un don que hemos de pedir siempre y aunque no se sienta estar simplemente estar, gracias Dios sea con usted.
ResponderEliminarEstimado hermano , vuestros comentrarios son bastante lleno de sabiduría gracias por tanta sencillez para dar a conocer ese Dios que le habita, Dios sea con usted.
ResponderEliminar«Silencio en la Oración», No digas esas cosas, pues no paso de ser un un pobre ignorante, si algo ha sido de utilidad, se debe a la misericordia de Dios, no de un paleto pecador como yo. Lo que sí necesito, son las oraciones de todos mis hermanos y hermanas, para salir de las miserias de mis pecados y vicios.
EliminarNo olvidemos que la Sabiduría es Dios, mira: Lc 17, 10: Esa es mi realidad.Lo que sí deseo, es que Dios también esté conmigo, como lo está con tantos buenos hermanos y hermanas, mejores que un servidor, y con toda certeza sé que Dios está en el corazón de:«Silencio en la Oración».
Cristo Jesús y María Santísima, siempre sea en su corazón y en su vida.