domingo, 6 de enero de 2013

«Lutero, gran hereje», por el P. José María Iraburu


Podemos leer unos artículos doctrinales muy interesante, precisamente sobre el protestantismo.

Dicen que también cayó el Muro de Berlín

Protestantes alemanes pretenden que el Papa retire la excomunión al heresiarca Lutero

Margot Kässman, obispa de la Iglesia Evangélica Alemana, ha expresado en una entrevista publicada en el «Mannheimer Morgen» que espera que Benedicto XVI revoque la excomunión que decretó León X en enero de 1521 sobre el fundador del protestantismo. Kässman desempeña desde abril de 2012 el cargo de «embajadora de Lutero» para el Jubileo de 2017, que conmemorará el quinto centenario del inicio de la reforma protestante el 31 de octubre de 1517. 12


De los comentarios de Luis Fernando Pérez:
Aunque sin duda hay muchos y buenos hermanos entre los protestantes y ellos "justificados por la fe en el bautismo, quedan incorporados a Cristo y, por tanto, reciben el nombre de cristianos con todo derecho y justamente son reconocidos como hermanos en el Señor por los hijos de la Iglesia católica" (Unitatis Redintegratio 3), no debemos olvidar la definición que un Papa santo, Pío X, hizo sobre la Reforma en su Catecismo:
129. El Protestantismo o religión reformada, como orgullosamente la llaman sus fundadores, es el compendio de todas las herejías que hubo antes de él, que ha habido después y que pueden aún nacer pira ruina de las almas.

132. El Concilio que condenó el protestantismo fue el Sacrosanto Concilio de Trento, denominado así por la ciudad donde se celebró.

133. Herido con esta condenación, el protestantismo vio desenvolverse los gérmenes de disolución que llevaba en su viciado organismo: las discusiones lo desgarraron, multiplicáronse las sectas, que, dividiéndose y subdividiéndose, lo redujeron a menudos fragmentos. Al presente, el nombre de protestantismo no significa ya una creencia uniforme y extendida, sino que encierra un amontonamiento, el más monstruoso, de errores privados e individuales, recoge todas las herejías y representa todas las, formas de rebelión contra la santa Iglesia católica.

134. Con todo, el espíritu protestante, que es espíritu de desaforada libertad y de oposición a toda autoridad, no dejó de difundirse, y se alzaron muchos hombres que, hinchados con una ciencia vana y orgullosa o enseñoreados de la ambición y del interés, no dudaron en forjar o dar aliento a teorías trastornadoras de la fe, de la moral y de toda autoridad divina y humana.

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Obviamente no tenemos nada que celebrar el El 31 de octubre de 1517 y sí mucho que lamentar.

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