lunes, 14 de mayo de 2012

Saber elegir una verdadera amistad

Curiosidades en facebook, como todo el mundo sabe, al menos debería saberse, que en facebook, no siempre uno encuentra una buena amistad, verdadera. Pues en vez de amigo, uno podría  caer en la trampa y encontrarse con un enemigo.

Hace algunos años escribí un tema que trata sobre la huída de las malas compañía, una mala amistad es una mala compañía. Esto es solamente resumen.

Nunca se puede confiar en las personas que tiene ciertas aficiones mundanas, pues estos, se hacen enemigos de Dios, y por lo tanto, no es amigo del Evangelio, que puede usarlo en provecho propio, para ganarse amistades, pero si se les habla de sacrificio, de penitencia, de los peligros del mundo, que hay cosas que no nos acercan a Dios, ya no te ven bien, sino que te desprecian, aquellos que se decía tu amigo, no lo era en realidad, pues no se trataba de la amistad conforme al Corazón de Cristo.

  • Todos tienen ojos para alabar la fidelidad, pero sólo cuando exigen que se la guarden a ellos. Cuando se la exigen a ellos, cierran los ojos; no quieren ver cuán hermosa es (San Agustín. Sermón 36,8). (Compartido por Néstor Mora)


Las Sagradas Escrituras y los Santos Padres nos enseña el sentido de una verdadera amistad, y de las malas amistades.

Si un alma no es fiel a la Iglesia Católica, trata de justificar de que no es tan malo hacer críticas a la Iglesia Católica, al Papa, a los obispos, sacerdotes, y si se obstina en esa idea, no hay que temer en romper con él o ella para siempre, para que no te arrastre a ti a la condenación eterna.

Me he encontrado con personas que decían; "tengo un amigo protestante", "ateo", "musulmán", "nos llevamos muy bien y nos divertimos", ¿hasta que punto alcanza esa amistad? Si tu amas a Cristo por encima de esa amistad, no temerás hablarle de Jesucristo, pero si eres débil, y no defiendes la doctrina de la Iglesia Católica, porque si le hablas, de los dogmas católicos, podría no escucharte, o enojarse contigo, porque no quiere que le hable de Dios; por respetos humanos deseas conservar una amistad temporal antes de la amistad de Cristo, entonces arruinas tu vida, porque los cobardes no tienen la fe de los Santos, ni los tibios, ni los superficiales o mediocres.

El amor a nuestro Señor Jesucristo vence todo respeto humano, está por encima de todas las amistades terrenales.

La verdadera amistad debe nacer del Corazón de Jesucristo, por ejemplo, San Pío de Pietrelcina, si tenía que corregir aun pecador, una corrección bastante fuerte, pero si el pecador no quiere convertirse se rebelará contra el que le quiere hacer un bien en su alma, por muy dura que parezca la reprensión. Si acepta la corrección fraterna, y se corrige, y agradece con alegría el bien que le ha hecho, yo pienso que ahí está la verdadera amistad, puesto el que se rebela no es amigo, sino enemigo.

Hay amistades que corrompen, que desean tener un cómplice para el pecado, "no se lo digas a nadie", "si quieres ser mi amigo, mi amiga", nadie más tiene que saberlo. Y lo que no quiere que se sepa, es tal o tal cosa que daña el alma. Pero tampoco se arrepiente, no siente ya el remordimiento de conciencia.

Los santos hablan de testimonios trágicos, como aquella pareja de novio, y que la novia está agonizando en el lecho, después de haberse confesado de sus pecados, pide la presencia de su novio antes de morir, y la recaída horrible del pensamiento lujurioso, terminan a que la novia se condene sin remedio. Ella pensaba que iba a resistir la tentación, pero fue por el contrario, la tentación la arrojó a los infiernos.

Una amistad basada en las impurezas , si no hay una resolución inmediata para retornar su corazón a Dios, una sincera conversión, si se mantiene día a día en el pecado, de nada le habrá servido. Los que se han dejado seducir por las impurezas, y si mueren así, el odio en el infierno, será eterno, de amistades impuras, en odiadores entre ellos y entre sí mismo.

Por eso, insistiendo, si no hay una amistad según Cristo, no es verdadera amistad y es preciso romper con estas amistades. Son amistades que no quiere tu bien, sino tu ruina eterna.

Una amistad inconstante, que no siempre acepta que se le corriga, pues prefieren hacer oídos sordos, y permanecer bajo la esclavitud de los propios vicios, no aceptan el camino radical del Evangelio por su atadura al proceder de este mundo. Los tales no llegarán a comprender el verdadero sentido de la amistad según el Corazón de Cristo.


San Alfonso María de Ligorio: Evitad la compañía de los escandalosos, ­Guardaos en delante de dar en delante de dar el más mínimo escándalo, y si os queréis salvar, huid cuanto os sea dado la compañía de los escandalosos. Estos demonios encarnados se condenarán, y si no os apartáis de ellos, también acabarais por condenaros. ¡Ay del mundo a causa de los escándalos!, dice el Señor, para darnos a comprender que son muchos que se condenan porque no se evitan de cuidar la compañía de los escandalosos­.– Pero si es amigo mío, a quien debo muchos favores y en quien tengo grandes esperanzas. Si tu ojo te escandaliza, sácalo y échalo lejos de ti: mejor te vale con un solo ojo entrar en la vida que con tus ojos ser arrojados en la genera del fuego. Por tanto, por muchos títulos que os ligaran a persona tan querida. Tendríais que romper con ella y no volver a verla si os fuera ocasión de escándalo, porque más vale perderlo y salvar el alma sin un ojo que entrar con ambos en el infierno.
 (Preparación para la vida, 18,  Castigo con que Dios amenaza a los escandalosos; Peroración 4º., página 75-76. Apostolado Mariano. Sevilla.)

De la carta de San Clemente I, Papa,
a los Corintios cristianos

Busque cada uno no sólo su propio interés, sino también el de la comunidad

Escrito está, Juntaos con los santos, porque los que se juntan con ellos se santificarán. Y otra vez, en otro lugar, dice: Con el hombre inocente serás inocente; con el elegido serás elegido, y con el perverso te pervertirás. Juntémonos, con los inocentes y justos, porque ellos son elegidos de Dios. ¿A qué vienen entre vosotros contiendas y riñas, banderías, escisiones y guerras? ¿O es que no tenemos un solo Dios y un solo Cristo y un solo Espíritu de gracia que fue derramado sobre nosotros? ¿No es uno solo nuestro llamamiento en Cristo? ¿A qué fin desgarramos y despedazamos los miembros de Cristo y nos sublevamos contra nuestro propio cuero, llegando a tal punto de insensatez que nos olvidamos de que somos unos miembros de los otros?

Acordaos de las palabras de Jesús, nuestro Señor. Él dijo, en efecto: ¡Ay de aquel hombre! Más le valiera no haber nacido, que escandalizar a uno de mis escogidos. Mejor le fuera que le colgaran una piedra de molino al cuello y lo hundieran en el mar, que no extraviar a uno solo de mis escogidos. Vuestra escisión extravió a muchos, desalentó a muchos, hizo dudar a muchos, nos sumió en la tristeza a todos nosotros. Y, sin embargo, vuestra sedición es contumaz. Tomad en vuestra mano la carta del bienaventurado Pablo, apóstol. ¿Cómo os escribió en los comienzos del Evangelio? A la verdad, divinamente inspirado, os escribió acerca de sí mismo, de Cefás y de Apolo, como quiera que ya desde entonces fomentabais las parcialidades. Más aquella parcialidad fue menos culpable que la actual, pues al cabo os inclinabais a apóstoles acreditados por Dios y a un hombre acreditado por éstos.

Arranquémonos, pues, con rapidez ese escándalo y postrémonos ante el Señor, suplicándoles con lágrimas sea propicio con nosotros, nos reconcilie consigo y nos restablezca en el sagrado y puro comportamiento de nuestra fraternidad. Porque ésta es la puerta de la justicia, abierta para la vida, conforme está escrito: Abridme las puertas de la justicia, y entraré para dar gracias al Señor. Ésta es la puerta del Señor: los justos entrarán por ella. Ahora bien, siendo muchas las puertas que están abiertas, ésta es la puerta de la justicia, a saber: la que se abre en Cristo. Bienaventurados todos los que por ella entren y enderecen sus pasos en santidad y justicia, cumpliendo todas las cosas sin perturbación. Enhorabuena que uno tenga carisma de fe, que otro sea poderoso en explicar los conocimientos, otro sabio en el discernimiento de discursos, otro casto en su conducta. El hecho es que cuanto mayor parezca uno ser, tanto más debe humillarse y buscar no sólo su propio interés, sino también el de la comunidad. [Caps. 46, 2—47, 4; 48, 1–6: Funk 1, 119–123 L. H. Lunes de la semana XIV, pagina 384–385]
Tengamos por sana costumbre además de la oración contemplativa y la Eucaristía, leer vidas de santos y su doctrina, ellos son nuestros mejores amigos.

En Internet también encontramos personas que aman a Cristo y al Papa, y trabajan para ser cada vez mejores cristianos, estos nos pueden ayudar a ser mejores, en primer lugar para amar a Cristo y obedecer a la Iglesia Santa de Dios, nos ayuda por medio de sus escritos doctrinales, a corregir lo que de error podríamos tener.

El verdadero amigo, la verdadera amiga, debe tener sus pensamientos como los de Cristo, seguir el ejemplo constante de la Santísima Madre de Dios. Un buen amigo puede ser un guardían para que no caigamos en el error, es como un ángel de la guarda, que permanece constantemente en la fidelidad de la Voluntad de Dios, es alma que se recoge en la oración, es alma contemplativa, no sigue el proceder de este mundo, nos ayuda a encontrar la verdad.
 
Insisto, que si el corazón está corrompido por la idolatría del mundo, es imposible tenerles como amistades, no son fieles a Cristo, sino que son ministros del demonio. Preferible huir de ellos,
 
Nuestro Señor Jesús, también nos lo dice claramente en el Evangelio de Jn, 10, 1-5, en concreto en el versículo 5, los que somos de Cristo, no podemos seguir los pasos de éstos, sino que nos alejamos. Pues nadie se acerca a quienes traten tan mal a Cristo, en sus hermanos.

 Para saber más sobre la amistad, y diferenciarla: amistad - Corazones

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