domingo, 15 de enero de 2012

La perseverancia en la oración neutraliza los dardo del enemigo infernal

Cuando mi vida estaba en la oscuridad y en el pecado, cuando oraba, lo hacía mal, el enemigo de aprovechaba de la situación para arrojarme en las tentaciones, en la que yo, por no orar con devoción, caía, pero Dios estaba cerca, y gracias también a la intercesión de la Santísima Madre de Dios, me animaban a acercarme al sacramento de la confesión.

Si oramos poco y mal, seremos atacado por un sinfín de tentaciones, algunos podremos no caer, pero en otras por nuestra debilidad, seremos arrojados al suelo, pero no vencidos, Ya que con la oración frecuente, cuando más y piadosamente oremos, aquellas tentaciones que en el pasado nos hizo malas pasadas, en el presente, ya no aparece la tentación, aunque puede venir otras, de echo, el demonio como león rugiente, se está preparando para arrojarse en cualquier momento sobre nosotros, pero hay algo que le detiene, nuestra perseverancia en la oración, la protección de Jesús y María que no se aparta de nuestro lado, el demonio no puede hacer nada, pero sigue en su escondrijo a punto de saltar, pero nosotros no nos vamos a descuidar, ya que nuestra preparación no tendrá fin sino que instantes tras instantes, siempre estaremos pendiente de la oración; vigilar nuestro corazón para que ninguna perturbación nos estorbe, sino que Cristo siempre estemos integrados en los Corazones de Jesús y María Santísima.
San Isidoro de Sevilla: «Este es el remedio para el que es asediado por el incentivo de los vicios; aplicarse a la oración cuántas veces le asalta algún vicio; ya que la oración frecuente neutraliza el ataque de éstos.» (Del libro 2º y 3º de las sentencias, pág 79. Ed. Apostolado Mariano, Sevilla)

2 comentarios:

  1. Es verdad que Dios no da puntada sin hilo. Primero me dice: reza, este año todos sus efuerzos a la oración y viendo que yo me voy perdiendo en devaneos y desganas, no para de mandarme personas a mi vida qque me insisten y me recuerdan que con solo con la oración podre quitarme de encima al pesado del demonio que no para de ostigsr con sus artimañas.
    Un abrazo y mi gratitud.

    ResponderEliminar
  2. Gracias a ti, mi buena hermana Mento. Muchas veces el tentador cuando no consigue directamente atacarnos, porque nos damos cuenta y no consentimos en las tentaciones, sabe muy bien encontrar otros medios... para atacarnos, pero nosotros tenemos a Cristo y María Santísima y con la Gracia de Dios salimos venciendo en Cristo Jesús.

    ResponderEliminar