lunes, 16 de enero de 2012

Buscando la mejor parte; entra en tu aposento

Siempre que podemos, pues no es siempre es fácil, vivir en una capital, y encontrarse las iglesias cerradas, y la distancia hacia zonas más tranquilas, como el campo, un parque o jardín, donde la tranquilidad se hace notar, y puede ayudar a la oración contemplativa, dedicarnos al Señor. Un alma quisiera orar, pero con tanto ruido alrededor, es bastante complicado. Incluso si uno se encierra en la
propia casa, pero no vive solo, ¿Cómo centrarse en la oración cuando alguien de nuestra familia pone la televisión con el volumen fuerte? Sí, es bastante complicado en apariencia, pero no imposible centrarse en la oración; al menios por algún momento, pero luego si atiende a los quehaceres del hogar, de la propia familia, etc., sus pensamientos ya no están centrados en la oración y se ocupa en otros asuntos, también necesario para el hogar, son cristianos que quieren formar una familia, un hogar, pero luego con tantas preocupaciones, uno se arriesga a olvidarse de lo esencial, de lo que es verdaderamente importante.

Al principio puede costar, porque el demonio hace ruido por distintos medios para estorbar al orante. Entonces aún con todo ese ruido, el orante en el hogar, puede entrar en su aposento. Del mismo modo, cuando va a comprar al mercado, siempre encontrará ocasión para la oración. Pero también surge un problema, que mientras en el mercado se compra, ya no hay concentración en la oración, y pienso que tampoco cuando se prepara la comida; ¿es así? Santa Teresa de Jesús dice, "Entended que, si es en la cocina, también entre los pucheros anda el Señor" . ¿Porqué respondía así, porque era ella contemplativa, alma de oración, vacía del mundo y llena de Dios. El ama de casa si quiere puede ser contemplativa. Pues claro, ella tenía una familia, pero de religiosas.
Pero también, y más tranquilidad, si uno se encuentra la iglesia cerrada, no podrá entrar; bien se podía pedir permiso al sacerdote, para acercarse al Sagrario y permanecer un tiempo determinado, para poder dedicarse en cuerpo y alma a la oración y a la meditación, Si un sacerdote no puede dar en esos momentos, permiso, se puede esperar a que abra la iglesia, y entonces, intensificar la oración y la meditación, alejándose de las distracciones voluntarias, y no hacer caso cuando viene alguien y quiera apartarnos de la oración, porque tiene ganas de “charlar”; es una tentación del demonio que se debe evitar, ignorando para que nuestra atención al Señor se vaya encaminando a la perfección.
Para las personas que aman la oración, pero no están en grandes, con todo el ruido del tráfico; los que tenemos cerca zonas tranquilas, algunas iglesias, etc. Tenemos cerca el campo, zonas ajardinadas, y siempre evitando las distracciones que los que pasean, a sus perritos, no debemos hacer caso, sino seguir adelante.
Durante la oración, estés donde estés, sólo Dios debe conocer que lo estás haciendo, olvidándote a tu paso del ruido, eso es porque estás en tu aposento,
Entra en tu aposento:
  • No es sin importancia, en efecto, determinar el tiempo y el lugar para la oración, porque como dice el Apóstol (1 Tm2, 8): Quiero que oréis en todo lugar…; y, en cambio, el Señor dice, en el Evangelio (Mt 6, 6): Tú, por el contrario, cuando vayas a orar, entra en tu aposento y, cerrada la puerta, reza a tu Padre. ¿No te parece que entrambas palabras de contradicción? No; puedes estar orando en cualquier parte y también estar en tu aposento, pues tu aposento lo tienes en todas partes, aunque te encuentre entre los gentiles, aunque estés entre los judíos, tienes siempre en todas partes tu aposento. Aunque estés entre la multitud, sigues conservando en tu interior tu aposento secreto.
  •  No ores como los judíos de los que se dijo: Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está lejos de Mí. No proceda, por consiguiente, tu oración, sólo de tus labios; pon en ella toda tu alma, entra en lo secreto de tu pecho hasta lo más recóndito de tu corazón. (San Ambrosio. La Iniciación cristiana III) [La oración en la Sagrtada Escritura y los Santos Padres; pág. 227. Codesal, Apostolado Mariano. Sevilla].

Pero entrar en el aposento, es escoger la mejor parte, dejar lo que se tiene entre mano, para poder orar con más recogimiento.
  • Yendo de camino, entró en una aldea, y una mujer, Marta de nombre, lo recibió en su casa. Tenía ésta una hermana llamada María, la cual, sentada a los pies del Señor, escuchaba su palabra. Marta andaba afanada en los muchos cuidados del servicio, y, acercándose, dijo: Señor, ¿no te da enfado que mi hermana me deje a mí sola en el servicio? Dile, pues, que me ayude. Respondió el Señor y le dijo: Marta, Marta, tú te inquietas por muchas cosas; pero pocas son necesarias, o más bien, una sola. María ha escogido la mejor parte, que no le será arrebatada.  (Lc 10:38-42.)
Siempre ha sido así, cuando el Señor nos dice que debemos orar en todo tiempo, ya que también habla por boca de los Apóstoles y de los Santos Padres, y en especial por la Iglesia Católica y el Papa. Que sí, que podemos orar incluso en medio de los trabajos.
El tentador como es su naturaleza, siente un estorbo cuando el alma ora. Pero hemos de tener en cuenta, que cuando falta la oración, la paz ¿Dónde está? No podemos dejar de orar, porque es así, cuando más nos unimos a Dios. El demonio quiere separarnos de la paz, pero cuando estamos unidos a Cristo, démonos cuenta, de que los dardos venenosos de las tentaciones, rebotan, porque tenemos a Cristo como nuestro defensor, y la Santísima Madre de Dios. 

2 comentarios:

  1. Hermano gracias, se dice tambien ora y labora hemos de orar sin cesar, a mi me ayuda mucho las jaculatorias me hacen sentirme en su presencia aunque por momento me distraiga vuelvo a ellas lo importante pienso es no rendirse ante los obstaculo que puedan aparecer en el camino: Gracias una vez más Dios sea con usted.

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  2. Hermano muchas gracias por sus aportes, en verdad se ve en usted una experiencia de Dios Dios sea con usted gracias.

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