viernes, 9 de mayo de 2014

Retablo de Santo Tomás de Villanueva. / San Efrén: La cruz de Cristo, salvación del género humano

Alabado sea por siempre la Santísima Trinidad nuestro Dios y Salvador.

Cristo Jesús y María Santísima, siempre os guarde y proteja a vosotros, a vuestra familia y amistades, que nunca os falte la cercanía de Jesús y María Santísima, pero que el mal siempre se mantenga lo más lejos de nosotros.
Mes de mayo, mes de María ¡qué bien podemos aprovechar cada día para honrar a Cristo por medio de María Santísima. Si no fuera por nuestra devoción a María Santísima, difícil y hasta comprender a Nuestro Señor Jesucristo, Ella nos ayuda en todo conforme a la Voluntad de Dios.

Desde aquí, pido permiso al autor de esta imagen de la cerámica de Santo Tomás de Villanueva, y la información que comparte, muchísimas gracias por tan importante información. Que Dios le bendiga a usted y a su familia.

Lo comparto también aquí, porque luego sería más complicado acceder a la web y aparecería "página en blanco"

 

 
 
 TOMÁS GARCÍA MARTÍNEZ, MÁS CONOCIDO COMO SANTO TOMÁS DE VILLANUEVA (Fuenllana, Ciudad Real, 1486 - † Valencia, 1555), predicador, escritor ascético y religioso agustino. Nació en Fuenllana en 1486, un pueblo al que fueron a refugiarse sus padres con motivo de la peste que asolaba el lugar de Villanueva de los Infantes. Por eso se le llamará Santo Tomás de Villanueva. Aunque hizo estudios de Artes y Teología en la Universidad de Alcalá de Henares, ingresó en la Orden de los Agustinos de Salamanca (1516) y en 1518 fue ordenado sacerdote; en esta orden ocupó los cargos de prior conventual, visitador general y prior provincial de Andalucía y Castilla.
 
También fue profesor de la universidad y consejero y confesor de Carlos I de España. Gozó de gran fama por su austeridad personal y por su ejercicio continuo e infatigable de la caridad, Aunque Carlos I le ofreció el cargo de arzobispo de Granada, él nunca lo aceptó; se cuenta que llegó a Arzobispo de Valencia el 10 de octubre de 1544 por error de un escribano.
 
Algunos de sus sermones arremeten contra la crueldad de la fiesta de los toros. Tuvo asimismo una gran devoción por la Virgen María. Falleció en 1555 a los sesenta y seis años. Fue canonizado el 1 de noviembre de 1658.
 
RETABLO DE SANTO TOMÁS DE VILLANUEVA, EL LA CALLE DE SANTO TOMÁS DE VINARÒS.
 
Ubicado en la calle de Santo Tomás (Edificio en esquina con entrada por la Plaza San Valente, nº 14). Advocación: Santo Tomás de Villanueva era el santo patrón del convento de los Agustinos, precisamente esta calle desemboca en el antiguo convento de San Agustín. Según Pérez Guillem, en el siglo XVIII era un Santo de poco arraigo en el reino de Valencia.
Iconografía y composición: Plafón de 4 x 3 (12 azulejos).
 
Es un Santo Agustino. Policromía: Verde, azul, marrón, amarillo.
 
Datación finales siglo XX.
 
Estado de conservación: Muy bueno.
 
Manufactura de Onda, FABRICA AZULEJERA DE J.B. SEGARRA. ONDA, además lleva firma del artista J. Mundina.
 
En Onda será a partir de la arquitectura modernista, entre finales del siglo XIX y primer tercio del siglo XX, cuando se produce una verdadera eclosión de la producción azulejera, distribuida entre las aproximadamente cuarenta fábricas que trabajan.
 
Las grandes demandas por parte de renombrados arquitectos, como el propio Antonio Gaudí, que revitalizaron los diseños y las composiciones.
 
De toda aquella producción el Museo del Azulejo de Onda conserva la mejor colección de azulejos modernista de toda España, procedentes de una de las grandes factorías del momento, la J.B. Segarra Bernat, donde trabajó el reconocido ceramista J.B. Alós y J. Mundina.
 
*   *   *
 
 
Luego, aparte, de un librito que tengo, comparto este pensamiento espiritual;
 
132) La Virgen socorre a cuántos se encomiendan a Ella:
Santo Tomás de Villanueva: «Si el pecador de acordare de la Virgen, también Ella le tendrá presente...
» La Virgen Purísima promete que se acordará de los que la conocen, no pide más que nos acordemos de Ella: que la imploremos.
» Acércate más y más a esta Virgen acaudalada y fecunda en divinas riqueza; ofrécele tu saludo y recibe la gracia...
» Contempla al Hijo: porque cual es el Hijo, tal es la Madre, virgen es el Hijo, virgen es la Madre; Inocente es el Hijo, Inmaculada es la Madre; el espino no se diferencia de la raíz» (Tomado del libro: Nuevas alabanzas a María, Rafael María López, carmelitas, página, 102. Apostolado Mariano, Sevilla.)
 
 
Y ahora, una meditación de San Efrén, de uno de sus sermones:


 
 
 

Del Oficio de lectura,
 
viernes III semana de pascua
La cruz de Cristo, salvación del género humano

 San Efrén de Siria, Sermón sobre Nuestro Señor, 3-4.9.
  
Nuestro Señor fue conculcado por la muerte, pero él, a su vez, conculcó la muerte, pasando por ella como si fuera un camino. Se sometió a la muerte y la soportó deliberadamente para acabar con la obstinada muerte. En efecto, nuestro Señor salió cargado con su cruz, como deseaba la muerte; pero desde la cruz gritó, llamando a los muertos a la resurrección, en contra de lo que la muerte deseaba.
 
La muerte le mató gracias al cuerpo que tenía; pero Él, con las mismas armas, triunfó sobre la muerte. La divinidad se ocultó bajo los velos de la humanidad; sólo así pudo acercarse a la muerte, y la muerte le mató, pero él, a su vez, acabó con la muerte. La muerte, en efecto, destruyó la vida natural, pero luego fue destruida, a su vez, por la vida sobrenatural.
 
La muerte, en efecto, no hubiera podido devorarle si él no hubiera tenido un cuerpo, ni el infierno hubiera podido tragarle si él no hubiera estado revestido de carne; por ello quiso el Señor descender al seno de una virgen para poder ser arrebatado en su ser carnal hasta el reino de la muerte. Así, una vez que hubo asumido el cuerpo, penetró en el reino de la muerte, destruyó sus riquezas y desbarató sus tesoros.
 
Porque la muerte llegó hasta Eva, la madre de todos los vivientes. Eva era la viña, pero la muerte abrió una brecha en su cerco, valiéndose de las mismas manos de Eva; y Eva gustó el fruto de la muerte, por lo cual la que era madre de todos los vivientes se convirtió en fuente de muerte para todos ellos.
 
Pero luego apareció María, la nueva vid que reemplaza a la antigua; en ella habitó Cristo, la nueva Vida. La muerte, según su costumbre, fue en busca de su alimento y no advirtió que, en el fruto mortal, estaba escondida la Vida, destructora de la muerte; por ello mordió sin temor el fruto, pero entonces liberó a la vida, y a muchos juntamente con ella. 
 
El admirable hijo del carpintero llevó su cruz a las moradas de la muerte, que todo lo devoraban, y condujo así a todo el género humano a la mansión de la vida. Y la humanidad entera, que a causa de un árbol había sido precipitada en el abismo inferior, por otro árbol, el de la cruz, alcanzó la mansión de la vida. En el árbol, pues, en que había sido injertado un esqueje de muerte amarga, se injertó luego otro de vida feliz, para que confesemos que Cristo es Señor de toda la creación.
 
¡A ti la gloria, a ti que con tu cruz elevaste como un puente sobre la misma muerte, para que las almas pudieran pasar por él desde la región de la muerte a la región de la vida!
 
¡A ti la gloria, a ti que asumiste un cuerpo mortal e hiciste de él fuente de vida para todos los mortales!
 
Tú vives para siempre; los que te dieron muerte se comportaron como los agricultores: enterraron la vida en el sepulcro, como el grano de trigo se entierra en el surco, para que luego brotara y resucitara llevando consigo a otros muchos. 
 
Venid, hagamos de nuestro amor una ofrenda grande y universal; elevemos cánticos y oraciones en honor de aquel que, en la cruz, se ofreció a Dios como holocausto para enriquecernos a todos.

1 comentario:

  1. Precioso José Luis, y el retablo me ha gustado mucho. El fin de semana pasado estuve muy cerquita de allí, en Alcoceber. Te deseo un feliz mes de María amigo.

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