miércoles, 14 de agosto de 2013

Reflexiones espirituales... deporte, pobres, el juicio de Dios, la Misericordia

La vida del verdadero cristiano no es un juego, no es un pasarlo bien. Esta reflexión, tengo que advertir, que puede ser molesta para algunas personas, pero a todos debeos reconocer, que si nos importa los intereses de Cristo, nuestros intereses mundanos no deben prevalecer. Pues los intereses de este mundo cuando no podemos privarnos, nos incapacita para la vida de santidad, el amor a los pobres, porque fingimos amar a Cristo, pero es imposible amar a Dios, con nuestro corazón embotado en nuestros deseos mundanos.  Hay que desenmascarar las obras del demonio, que con apariencia de bien, todo es válido

Mis buenos hermanos, si hay alguna cosa que nos enfría o entibia en la vida de oración, no puede haber nobleza. ¿Qué hay más noble que dejarlo todo para seguir a Cristo? En este mundo no puede darnos lo que nos da Cristo.
 


"Tenemos que ganar el mundo entero y cada alma, ahora y en el futuro hasta el final de los tiempos, para la Inmaculada  y a través de ella, para el Corazón Eucarístico de Jesús".  (San Maximiliano María Kolbe

Si alguien me da ejemplo de que no es tan malo el fútbol, yo no lo veo como ejemplo a seguir. Y estos son la mayoría de los periodistas, que se fijan más en la gloria terrenal, lo que le lleva a escribir como bueno, la mundanidad. Y es que no tienen claro, no valoran las palabras del Papa Francisco, no le interesan la vida espiritual.

Yo me pregunto respecto al fútbol como a cualquier otro deporte, ¿cuál es su misión? ¿El recogimiento? ¿Profundizar en la oración? ¿nos capacita para el sacrificio y la penitencia? No me refiero al sacrificio según el mundo, sino en lo que concierne a la conversión del corazón. Los sacrificios según el mundo, no son meritorios para una unión con el Corazón de Cristo. 

El que ama a Cristo, no puede volver a la mundanidad, cuando ya ha salido:

«Entonces Yahveh dijo así: Si te vuelves por que yo te haga volver, estarás en mi presencia; y si sacas lo precioso de lo vil, serás como mi boca. Que ellos se vuelvan a ti, y no tú a ellos.
»Yo te pondré para este pueblo por muralla de bronce inexpugnable. Y pelearán contigo, pero no te podrán, pues contigo estoy yo para librarte y salvarte - oráculo de Yahveh -. Te salvaré de mano de los malos y te rescataré del puño de esos rabiosos.» (Jeremias 15, 19-21).

Que ellos vuelvan a ti, no tu a ellos, que vuelvan a ti, si tienes un solo corazón con el Corazón de Cristo, que ellos vuelvan a ti, si tienes la mente, los pensamientos de Cristo. Porque si no lo tienes, cualquiera que busca a Cristo, terminará por alejarse de ti, ya que ese cristiano, esa cristiana, no es modelo a seguir, ni nos guía por los pasos de Cristo. Solo estaremos en la Presencia de Dios, y no le damos la espalda, cuando no seamos mundanos.

Si queremos que el Señor sea nuestro protector y guía, que lo sea todo, no es posible dejarse corromper por los respetos humanos. Por el contrario, el dejarse llevar por esos respetos, el alma traiciona a Dios. Y peor aún cuando ve que esos respetos son necesarios, porque se puede imaginar que asi lleva almas a Dios,

Las aficiones deportivas no están ayudando a la vida de fe, y lo vemos en esos países grandes como Brasil, que según las encuestas, los católicos ha descendido muchísimo, sigue descendiendo. Alguien podría pensar, que la JMJ 2013 que recientemente se ha celebrado en Río de Janeiro, como unos tres millones de participantes, ¿esto no dice algo? Sí que dice, la presencia personal, ¿Quiénes han respondido al Evangelio? No son los tres millones de participantes los que han sabido responder a la voz del Señor. No han sido capaces de responder a Jesucristo, aquellas personas que olvidándose de Cristo, se dejaron guiar por la absurda coreografía de un laico. ¿Por qué pretenderán mundanizar algunos la vida del Evangelio? Sencillamente porque no aman a Cristo, bailan, se divierten, ríen lo pasan bien, pero dejan huellas de una vaciedad interior en la vida espiritual. Pues de tener a Cristo, no seguirían el proceder mundano.

Pero si no responde a Jesucristo ¿cómo responden?

Obras y palabras, sabemos que el Papa nos está hablando sobre Jesucristo, la renuncia de las cosas terrenales.

Dice  nuestro “hombre viejo y perverso”: --“No Santo Padre” no hable tanto de Jesucristo, sino de nuestros deseos y caprichos del mundo. He robado dinero a los pobres para hacer esta camiseta de fútbol, los pobres no me interesan para nada. Sí, algo he oído de que hay que ayudar a los pobres, pero no es eso lo nuestro. Sino los aplausos, la gloria mundana, amamos y nos apasionamos por el fútbol, y tratamos de convencerte para que estés en nuestro terreno. No es el terreno de Cristo, queremos que te pase al nuestro”—

Hay falsas vocaciones, cuando han fracasado en la misión encomendada por Cristo, vemos imágenes como estas:



Muchos son los llamados, pero son pocos los escogidos.

Os aseguro, que Satanás ha encontrado y convencido para que se ofendan al Señor de esta manera, despreciando un hábito religioso del que se supone, que debe elevar a las almas a al cielo. Pero tengamos en cuenta, de que el demonio, como se disfrazó como ángel de luz, no es de extrañar de los que desobedecen a Cristo cometan estos delitos,

Estas personas no han renunciado al mundo por Cristo, vemos que esta imagen fotográfica, por sí mismo ya lo está diciendo claramente. No están siguiendo a Cristo, porque no se han negado así mismo. Y según las palabras del Señor, no son aptos para el Reino de los cielos. 
«Nadie que pone la mano en el arado y mira hacia atrás vale para el Reino de los cielos» (S. Lucas 9,62).
Pero hermano, ¿cómo podremos permanecer tan engañado por Satanás que para ganarse felicidad en este mundo, necesitamos ser aficionado al deporte del fútbol u otro? ¿Has pensado bien lo que ha dicho? Pues nada menos, que desprecas las enseñanzas de Cristo, de su Evangelio.

De los mundanos puede oírse cosas así, como lo he oído yo, y es que tal ha dado muestro de estar  vacío de Dios. Siempre nos encontramos con lobos con piel de oveja, con falsos pastores, con falsos profetas, que nos indican como bueno, lo que arrastra a la perdición eterna. Por eso, necesitamos practicar acciones piadosas y espirituales, oración intensa y constante, Eucaristía diaria, meditación de la Palabra de Dios y la sana doctrina de los Santos Padres y Doctores de la Iglesia Católica. Pues he leído que hermanos católicos, con facilidad terminan siendo engañados por estos enemigos de Dios, que con apariencia de religiosidad, tienen alguna afición deportiva, y en vez de abrirles más los ojos, se los llenan con más suciedad que impregnan sus ojos para que no vean lo que verdaderamente nos pide el Señor y el Magisterio de la Santa Madre Iglesia Católica. Son ciegos y guías de ciegos. Creen que ven, pero en realidad no quieren ver.

“Interesa el fútbol, los festejos taurinos, el pasarlo bien, la despreocupación por los pobres, no hay que darle importancia, ellos no cuentan para nada”, –habla el hombre viejo–. Y es que han perdido la fe, viven una vocación sin fe ni caridad. Pues la hipocresía, hace salir algunas veces lo que en realidad hay en ese corazón, que hablan de Cristo, de ayudar a los pobres, pero luego, no salen a las calles en busca de los necesitados, al menos para llevarles algo de comida, hablarle del amor de Cristo, no, se apasionan por la idolatría del deporte… No se acercan a ellos para alimentar su espíritu.

Las vocaciones descienden porque no aman a Cristo Jesús. El que juega o se distrae viendo su deporte favorito, son responsables de que muchos pierdan la fe, porque el alma consagrada se supone que se trata de Dios, de una entrega total a los intereses de Cristo, pero vemos que no es así, son que presumen de cómo con sotanas, juegan al fútbol, divirtiendo al príncipe de las tinieblas, estos son los que alejan a las almas del camino de la salvación eterna con ese tipo de actitud idolátrica.




Lo poco o nada que le interesan los pobres, los que se sacrifican por la gloria de este mundo, más dinero, más aplaudidos, los que se divierten en con su deporte, ya como profesión o aficionado, y nada quieren saber las enseñanzas del Papa Francisco.

El Papa Francisco, cuando era cardenal, un hombre de Dios, siempre se ha tomado en serio lo que Jesús enseña en el Evangelio,

El Papa Francisco dirigía a los visitantes futbolistas estas palabras: """vivan el deporte como un don de Dios, una oportunidad para hacer fructificar sus talentos, pero también una responsabilidad". VATICANO, 13 Ago. 13 / 10:02 am (ACI/EWTN Noticias).-

No ha sido posible, los Papas han intentado que se vivan como don de Dios, como un camino de conversión. El deporte no puede pertenecer entre los dones del Espíritu Santo.

Los deportistas "cristianos" con el deporte, no les lleva a la vida de piedad, sino que le hace crecer más la mundanidad de vida. A más de uno, que se le ha sorprendido estando divirtiéndose entre bebidas alcohólicas, mujeres, discotecas, claro, intentan pasar desapercibido, que nadie le descubran. Pero han sido sorprendidos entre violencia, palabras obscenas, y otras muchas cosas contrarias a la Voluntad de Dios.

También era el deseo del Papa Benedicto XVI, pero en la realidad, el deporte... léase el libro de los Macabeos todo el daño irreparable que hizo a los israelitas, Y según algunos Padres y doctores de la Iglesia Católica, ellos no lo consideran como "don de Dios", sino como invento del demonio. Lo que no procede de Dios, no podemos vivirlo como don de Dios.

Los deseos de los Papas, es que el deporte, debe inclinarse más hacia una espiritualidad. Pero si el deporte no glorifica al Señor, es que no puede declararse como "don de Dios",

Los malos informadores dicen que el Papa Francisco es hincha de un determinado equipo de fútbol, Pero ser hincha de lo que el mundo le pueda ofrecer, es dar la espalda a Dios, lo cual, no vemos que sea así. Pues el Señor no hace favoritismo con nadie, es contrario al amor de Dios, a la verdadera caridad.

En su discurso, iniciado en italiano, Francisco reconoció que "será un poco difícil para mí ser hincha, aficionarme a uno u a otro, pero por suerte se trata de un amistoso... ¡y espero que, verdaderamente, así sea!".(VATICANO, 13 Ago. 13 / 10:02 am (ACI/EWTN Noticias) VIDEO: El Papa a Italia y Argentina: Recen por mí 

La predicción por determinado equipo, es desinteresarse por la misión de Cristo, porque nadie puede servir a Dios y complacer al mundo.

La actitud del "hincha", ·aficionado", "futbolero", "futbolista" siempre es un ir en contra del Evangelio de Cristo, no hay aceptación en lo que enseña Cristo.





Esta es la actitud de los impíos, de los agentes del Maligno, no buscan al Papa porque le aman, porque los malos no pueden hacer caso a las palabras del Papa, se empeñan en las adulaciones, en corromper al Sucesor de Pedro. Pero nosotros, que nos decimos católicos, que sea verdad, pues entonces ningún trato con la mundanidad.

A los que son del mundo, no les preocupan que cierren conventos, pues el fútbol da muestra que ha salido de los infiernos, y seducen a los que menos oran, a los que menos se sacrifican por sus hermanos los pobres, debemos ser consciente de esta realidad.

Sería tremendo que si el cristiano dedica un tiempo a retiros espirituales, no les sirva de nada, porque de nuevo una vez más, como los años anteriores, pone su corazón a las mundanidades del demonio. Muchos cristianos, no sacan provecho espiritual de esos retiros, únicamente por apariencia, por lo que da muestra de comportarse. Pues la vida espiritual es cerrar las puertas a las cosas mundanas, y no volver más.

Para los que justifican la mundanidad, la Palabra de Dios, no la acepta. Ni siquiera se preocupa desde lo profundo de su corazón. No son aptos para la Vida eterna. Otro ejemplo que nos dice Jesús: El que quiere a su padre o a su madre más que a mi, no es digno de Mí, y el que no carga con su cruz y me sigue, no es digno de mí, el que encuentre su vida la perderá, y el que pierda su vida por Mí, la encontrará (Mt 10, 37-40). Pero ¿nos vale el ejemplo de Pedro que lo había dejado definitivamente todo para seguir a Cristo? ‘Ya ves, nosotros lo hemos dejado todo, y te hemos seguido; ¿Qué nos va a tocar?’ Jesús les dijo: En verdad os digo: cuando llegue la renovación y el Hijo del hombre se siente en el trono de su gloria, también vosotros, los que me habéis seguido, os sentareis en doce tronos para juzgar a las doce tribus de Israel.

Todo el que por Mí, deja casa, hermanos o hermanas, padre, madre, hijos o tierras, recibira cien veces más y heredará la vida eterna. (Mt 19, 27-29).

Por eso, no tiene sentido, que si el alma busca hacer un buen servicio a Dios, o consagrarse como sacerdote o religioso, o religiosa, se dedique a las actividades mundanas, es una conducta que por sí mismo, está hablando que no han renunciado al mundo, y sobre las promesas que se hace a Dios, de renunciarlo todo, son mentiras que dicen a Dios, están mintiendo a Dios. La verdad, que por cosas insignificantes, hay almas que se pierden sin remedio, desechando los verdaderos valores. El deporte, le irá bien para los que no buscan la alegría del Señor, pero no se puede disfrutar del deporte, cuando hay cosas que hacer por el Reino de los cielos, los pobres, llevar el mensaje de Cristo a todo. Comprender el verdadero sentido de la Nueva Evangelización, que no se trata cualquier cosas que se nos ocurra, que sería dar marcha atrás, ya que las modernidades nos impide disfrutar de los valores espirituales.

El Papa Francisco, tiene una dura tarea, pero que no le dejan los falsos cristianos. Siempre se están oponiendo al Evangelio de Cristo, por as cosas ya referidas sobre el deporte, solamente porque quieren salir en la foto, y que el Papa tenga en su mano, un elemento mundano, ¡dinero que se roba a los pobres!

Efectos contrarios del fútbol u otro deporte para la vida espiritual

El secularismo, la decadencia de la fe, en toda Europa.

Sucede otro tanto en España, que hay cristianos que no se toman en serio la vida del Evangelio, sabemos la afición al deporte de muchos cristianos. Lo que en un momento podría pretenderse cada selección un buen compañerismo, y es posible que lo sean entre los de su mismo grupo, pero cada selección de futbol se esfuerzan en derrotar a otros grupos, quieren ser los mejores. Pero ser mejor según el mundo, no es haber triunfado según Dios. De hecho, estamos viendo lo que sucede en España, los aficionados al deporte, por el contrario, el número de las vocaciones consagradas es tan bajo, que ha habido conventos y monasterios que han cerrado sus puertas. Algunos por su afición al fútbol han perdido la capacidad de la verdadera vocación consagrada: ¿cómo se pretende hacer creer que se puede justificar las obras que no proceden de Dios?
 
Porque seguir a Cristo no se trata, a mi modo de ver como un modo de "juego", sino como una misión personal a la santidad. La salvación de mi alma no lo veo como un juego, nunca lo he visto así. Pues cada cual que la vea según le convenga. Pero en mi caso, lo que me conviene, es caminar con Cristo, y Él no nos manda a jugar, y ya San Pablo nos lo explica bellamente que se trata de un trabajo, y todo trabajo no es diversión, los juegos es una diversión, es pasarlo bien en este mundo. Más por el reino de Dios, los sacrificios que hemos de hacer, no es por breves temporada. Para ganar el cielo necesitamos toda nuestra vida.
 
«Así pues, queridos míos, de la misma manera que habéis obedecido siempre, no sólo cuando estaba presente sino mucho más ahora que estoy ausente, trabajad con temor y temblor por vuestra salvación, pues Dios es quien obra en vosotros el querer y el obrar, como bien le parece.» (Flp 2, 12-13). 

Lo que más debe importarnos a nosotros, es estar pendiente de Cristo. No de los juegos, porque como he leído, que los Santos Padres y Doctores de la Iglesia Católica, no recomiendan la acción de los juegos, el deporte, que según dice, que es sano para el cuerpo. Pero no nos debemos quedar en ese punto, pues llega a perjudicar gravemente la vida espiritual.

¿Hemos notado este texto que más arriba hemos leído? « …trabajad con temor y temblor por vuestra salvación.», el deporte, generalmente los juegos, nos apartan del camino de nuestra salvación. Pero que dice el Apóstol San Pedro: « Porque ha llegado el momento de que el Juicio empiece por la Casa de Dios; pero si nosotros somos los primeros, ¿cuál será el final de los que desprecia el Evangelio de Dios? Y si el justo a duras penas se salva, ¿qué será del impío y pecador?», (1Pe, 4, 17-18).
 

Los que nos decimos que somos hijos e hijas de Dios, pasaremos ante el Señor, para ser juzgados según nuestras obras. Ahora bien, que si ya estamos en camino de conversión, podremos morir en Gracia de Dios, si pasamos nuestra vida, haciendo el bien, ¿tendremos un juicio? «Hablad y actuad como quienes van a ser juzgados por una ley de libertad, pues el juicio será sin misericordia para quien no practicó la misericordia: la Misericordia triunfa sobre el juicio» (St 2, 12-13). Nuestros Papas, estamos viendo en primer lugar que la misericordia, la ternura y bondad, es para el fiel cumplimiento de la Voluntad de Dios, ellos pasarán, de la tierra a la Vida eterna, no tengo duda, la misericordia de Juan Pablo II, de nuestro amado Benedicto XVI, del Papa Francisco. Pero en especial, el Papa Emérito, que toda su vida ha obrado lleno de misericordia, no necesitan ese juicio, pues quien se forma una sola vida con Cristo, no será juzgado, Y esto vale para cualquier cristiano: quede claro, para cualquier hijo e hija de la Santa Madre Iglesia Católica, que no se hace piedra de tropiezo para el Papa, pasará de la tierra a la vida eterna. Pero también los Santos han tenido sus últimos combates, y en algunos de ellos, que he leído, por una parte, me hace temblar, pero por otra, tenemos la protección maternal de la Santísima Madre de Dios, que nunca nos dejará; lo cual nos debe llenar de gozo y alegría espiritual.

Hablad y actuad como quienes van a ser juzgados… Ser misericordioso, una vez que estemos delante de Cristo, nos presentaremos ante Él, veremos su rostro, alegre, Venid benditos de mi Padre…, No existirá el temor, porque Cristo nos ha mirado y que somos conforme a su Divino Corazón, que nos hemos dejado modelar al gusto de Dios.

¡Cuánta angustia y ahogo tendrán los cristianos mundanos, que siempre han  vivido para sí, que no les ha resultado bien vivir la medida personal del hombre viejo; jugando, diversiones, pasarlo bien, creer en Dios pero obrar y pensar como si Dios no existiera, no les traerá alegría sino dolor.

Y es que el Evangelio de Cristo, el Evangelio de nuestra salvación ha sido totalmente olvidado, y es por eso, que cada uno quiere llenar su propia vida con todas las cosas, o con algunas de lo que el mundo le ofrece. Todo debe ser reír, pasarlo bien, en el deporte está ausente la penitencia y la conversión del corazón. Si todos los deportistas cristianos que hay en el mundo, profundizara en lo que enseña Jesucristo, y lo aceptase como una norma de vida personal, inmediatamente dejarían de ser deportistas… Se habrían abierto a la acción del Espíritu Santo.

Con bastante frecuencia, los mundanos se presentan ante el Papa Francisco con la intención de atraerle a su propio terreno que no es el de Dios.  No son trabajadores del Señor, ni buscan la Gloria de Dios, y se convierten en piedras de tropiezo, una vez, dos veces, tres veces, cuatro veces… es así como ayudan al príncipe de las tinieblas a intentar caer a las almas que tienen como misión el fiel cumplimiento de la voluntad de Dios. Estas personas no trabajan por la justicia de Dios.  

Cada uno de nosotros no nos es posible buscar la manera de cómo poder salvarnos. Fue Cristo,  con sus enseñanzas, sus sufrimientos. Sufrimientos de Cristo por lo que en el día de hoy, uno busca su propio gozo, que siempre está fuera del Señor, y no quiere sufrir con Cristo.

La salvación por todo lo que sufrieron Jesús y María Santísima, y nosotros únicamente buscamos las mejores formas de divertirnos, ya jugando y haciendo deporte, En este caso, estamos con los impíos, y nuestra calificación de ser cristiano, no será un sello de salvación eterna. Nuestro Sello es Cristo, Insisto que no es posible salvarnos según la forma que elijamos, es apartarnos del plan de salvación de Dios.

Estamos en un tiempo extremadamente difícil, que algunos han decidido que para salvarse, todo es relativo, pero esto incluso es contrario a la Palabra de Dios. Para salvarnos necesitamos amar a la Iglesia Católica, defenderla, porque defendiéndola, nos apartamos de la mundanidad y de las obras del demonio; necesitamos honrar al Sucesor de Pedro, no criticarle como he leído los que hacen la voluntad del demonio y se hacen llamar “cristianos”, no son sino soldados del Maligno, y ningún servicio hacen a Dios. El mundanizado no encontrará la puerta de su salvación mientras esté aferrado a sus propios deseos, Si ha habido deportistas, “futbolistas”, que han oído la llamada de Dios a la conversión, inmediatamente, tras decir sí, no retornaron al vómito de su deporte. Porque descubrieron, todo lo que se pierde cara a Dios.

Por eso, los Santos Padres, como queda dicho, siempre han rechazado los juegos, Pero Satanás, sigue engañando en la actualidad a los cristianos.

Ser cristiano está por encima de “pasarlo bien”; es decir, un trabajo constante para no dejarnos vencer por nuestras viles tentaciones. 

Los jugadores hacen sacrificios, se entrenan muchas horas, pero no tienen la suficiente fuerza para vencer alguna tentación, sino que para mayor debilitamiento de su fe, termina por dejarse seducir por la tentación, y peca.


Si el alma ha caído en una superficialidad tremenda, no tiene en cuenta de que la Palabra de Dios; el mensaje de Cristo, es opuesto al proceder de este mundo. Porque no podemos salvarnos si dejamos que el deporte contamine nuestro corazón.  

«Aquellos a quienes la Escritura llama pesados de corazón y amantes de la mentira dicen: Qué mal puede haber en disipar el espíritu y divertirse. ¿Qué tiene de malo la música y los conciertos de instrumentos? ¡Oh extremada locura, oh pensamiento, oh invención diabólica, oh generación mala y adúltera! ¿De este modo pagáis al Señor lo que le debéis? Por todas partes ordena Jesucristo a los cristianos que no se distraigan en cosas vanas, y que no empleen el tiempo en juegos y diversiones; y vosotros decís, ¿qué mal nos puede hacer esto? ¡Ay de aquellos que llaman dulce a los que es amargo, y amargo a lo que es dulce! ¡Ay de aquellos que pretenden que las tinieblas pasen por luz, y la luz por tinieblas! Yo quisiera que estos ignorantes y descarados que hablan así me dijesen: ¿En qué lugar de la Escritura se halla que es permitido al cristiano ocuparse en todas esas diversiones? ¿Qué Evangelios han enseñado Jamás, que puedan vivir los cristianos con tan poca gravedad y modestia? Por otra parte, escritos están en el cielo los pactos y promesas que hicimos en el Bautismo, la renuncia de Satanás y la alianza con Jesucristo. Algún día se nos harán presentes en el juicio todas nuestras obras, palabras y pensamientos, las distracciones y risas disolutas y, en una palabra, todo cuanto no se conforma con la profesión de un cristiano.» (S. Juan Crisóstomo Serm. de Peccato proph., sent. 248, Tric. T. 6, p. 350.)"

 
«Cuando las pesadumbres y solicitudes de las cosas del mundo despedazan al alma, destruyen toda su virtud y fortaleza.» (S. Juan Crisóst., Homl. 10, in Ep. ad Philip., sent. 354, Tric. T. 6, p. 377.)" 

«Si hoy hacéis penitencia de vuestros pecados, guardaos de perder vuestra alma, pasando el día siguiente en los bailes. No seáis pródigos, hermanos míos, del tiempo destinado a vuestra salud, empleándolos en diversiones y juegos; o por mejor decir, en ser vosotros el juguete de la vanidad. » (S. Efrén, Encom., in Psalm., sent. 4, Tric. T. 3, p. 78.)"

Y todavía hay más exhortaciones de los Santos Padres y Doctores de la Iglesia, pero que por desgracia, los afanes y preocupaciones de este mundo, consigue que pobrecillos cristianos, terminen siendo ciegos y sordos, con el corazón endurecido y resistiendo al Espíritu Santo. 

Hermanos, en este mundo, los fabricantes de juguetes, modelan figuritas para jugar, las venden para entretenimiento de los hijos del mundo. Yo me pregunto, ¿será que también los demonios tienen sus propios juguetes? Me temo que sí, son juguetes humanos, a unos les  entretienen en las carreras de los coches, de motos, ciclismo, natación, futbol, etc. Y en todos esos juegos y diversiones, no está en la renuncia ni la penitencia.

Pero sucede también en los bailes y danzas, el demonio está en estas almas infelices, y nos miente todo aquel, que se le ocurra decir, “bailar para Cristo”, cuando sabemos por el Evangelio, lo que realmente nos enseña el Divino Redentor.

No sé, pero cuando se trata de defender los derechos de Cristo, arremeto incluso contra los propios “gustos de nuestro hombre viejo”. Constantemente el Evangelio, la Palabra de Dios, Jesucristo y los Apóstoles nos invitan a que no vivamos según la medida del hombre viejo. Si Cristo es nuestro modelo, se hace notar, si lo que buscamos un Cristo y lo acomodamos según nuestra superficialidad, estamos cayendo hacia abajo, precipitándonos a los abismos. Muchos son los llamados, más pocos los escogidos.

Hay un problema para los corazones irresolutos, que parece que el corazón corrompido por la mundanidad, parece tener más fuerzas para atraer almas hacia las aficiones idolátricas y la mundanidad del Maligno.

 La penitencia es necesaria para crecer en nuestra fe y salvar nuestra alma. Cerrémonos a la idolatría del deporte, y ya verá como nuestra oración se purifica, amaremos más a los pobres, les ayudaremos, no nos cerraremos en nosotros mismos, Y cuando difundamos los intereses de Cristo, Los corazones se nos llenará de santa alegría, porque nosotros también necesitamos ser evangelizados. El deporte es un medio contra la Nueva Evangelización, pues nos roba el tiempo que debemos hacer, para gloria de Dios, no se trata de  nuestra gloria, ni de la gloria del mundo.

Aquel que juega al fútbol, sinceramente y con la luz del Evangelio, de la Santa Biblia que es Palabra de Dios, es un camino, que no nos conviene, si deseamos permanecer con el Señor nuestro Dios.
 
Si un corazón se siente llamado por el Señor, los hábitos de vida han de cambiar, si cambia, y es sincero con su propia vocación, las cosas le irán maravillosamente, que no faltará las espinas y la cruz que necesitamos llevar, a más intimidad con Jesús, con la oración, la huida de la mundanidad, pero no me convence aquellos que dicen, que no hay que huir del mundo. A mí me han dicho, que tengan los pies sobre la tierra,
Pero tengamos el corazón y la mente en el Señor, no en las cosas de la tierra. Dejémonos llenar de la Misericordia de Cristo, y así podremos amar con más libertad a los pobres que lo son de verdad.

La penitencia, sí, es necesaria, renunciar a nuestros gustos que no son los gustos de Cristo, es necesario.

No seamos colaboradores del cierre de tantos conventos y monasterios, cuando menos oremos, más fuerza tiene el demonio para que sucedan cosas malas. Las oraciones son de gran ayuda, para nosotros y para la humanidad entera.

Como cristianos no estamos hechos para las cosas de la tierra, sino para el cielo.

« En consecuencia: teniendo una nube tan ingente de testigos, corramos con constancia la carrera que nos toca, renunciando a todo lo que nos estorba y el pecado que nos asedia, fijos los ojos en el que inició y completa nuestra fe, Jesús,... (Hebreos 12, 1-12) »

Que Dios les bendiga a todos.

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