martes, 4 de septiembre de 2012

San Alfonso María de Ligorio, patrono de confesores y moralistas

San Alfonso María de Ligorio es uno de mis escritores favoritos, pues sus obras, me han resultado más fáciles encontrarla, gracias a la Editorial del Apostolado Mariano, los primeros libros que leí de él, fueron las Glorias de María. Me interesé por comprar las obras completas por la BAC, solo conseguí el Tomo II, pero el no el tomo I, no era posible.

Continuaba con la Editorial del Apostolado Mariano. Y sigo esperando que haya novedades, pero de momento, siguen teniendo todos los libros que me compré en su tiempo.
 
Yo se lo recomiendo a todos, el Santo Padre también lo aconseja, lo exhorta a todos, pues es patrono de confesores y moralista, si amamos al Señor profundamente, y deseamos alcanzar el camino de la salvación eterna. Necesitamos dedicarnos a este camino de aprendizaje, que nos ayuda como hacer mejor nuestra oración para aumentar nuestro amor a Dios.
El demonio siente aversión a la sana doctrina. Los Santos Padres nos ayudan a que descubramos las artimañas del demonio, los Santos nos lo enseña, para que no andemos ciegos ni tibios, y nos haga creer que en Dios está la Misericordia, pero la Justicia es un tanto olvidada. Llegando así, que el mediocre y tibio sin duda alguna, y sin pasar por el purgatorio, entrará directamente en el Reino de los cielos.
El enemigo de las almas no quiere que descubramos esas oscuridades que puede haber en nuestro interior. Es muy raro encontrar muy buenos directores espirituales, pues hay pocos, y entre los mejores, encontramos al Papa, y a los Santos Padres, son ejemplos, pues también en el mundo, hay humildes y santos sacerdotes, que aún no hemos llegado a conocer personalmente, o sí lo hemos conocido, el Señor se lo habrá llevado a su lado, o a otra misión enviado por la Santa Madre Iglesia Católica.
Bien. Como decía, Razón tiene el Papa Benedicto XVI, cuando ha declarado que San Alfonso María de Ligorio, es patrono de los sacerdotes y moralista, pues a través de la lectura de sus libros, podemos envolvernos sin temor alguno, en la Misericordia de Dios,
Pero este lenguaje del Santo hemos de comprenderlo con base a la fe, si en algún momento, nos incomoda, que a mí en lo personal, jamás me ha incomodado, sino todo lo contrario, como yo, en verdad, mi camino es buscar a Cristo, encuentro en sus escritos un bálsamo para bien de mi alma. No he conocido a otro sacerdote, que en la confesión me ha ayudado como lo ha hecho San Alfonso María de Ligorio, y le estoy muy agradecido a Dios con toda mi alma, porque ha sido Él quien me lo ha puesto en mi camino, ha hecho que yo le conozca.
Lo que si he conocido a otros sacerdotes, que, como escandalizados, le dije a uno, allá por la década de los noventa, “Estoy leyendo libros de los Santos Padres, San Alfonso María de Ligorio por ejemplo”, y como escandalizado me dijo, que no leyese esos libros y los tirase. No le hice caso, porque lo que quiero es salvar mi alma, amar a Cristo Jesús como merece ser amado, con verdadera pureza de corazón y de mente, obedecerle, y perseverar en el Amor de Dios.

Sea quien sea, si alguien nos desaconseja que no podemos instruyéndonos, con la misma doctrina que nos enseña cada día la Santa Madre Iglesia Católica, por ejemplo, de San Agustín, San Francisco de Asís, San Pedro de Alcántara, San Alfonso María de Ligorio, etc. porque pertenecen a una época pasada, si en un momento no han podido comprenderlo, es necesario poner las cosas con más claridad, siempre con dulzura y caridad cristiana, y no enojarnos cuando no está de acuerdo con nosotros, le seguiremos amando y respetando en Cristo Jesús.

Pues la Iglesia misma, incluso en la sana doctrina del Catecismo de la Iglesia Católica, nos hace descubrir el pensamiento patrístico de determinados temas para nuestra santidad y salvación.
Aceptar el lenguaje de los Santos Padres, es aceptar a Cristo Jesús, pues tengamos presente, que ellos hablan, conforme a lo que el Espíritu Santo, les manifiesta, ya por sus palabras, ya por sus escritos…
Todo lo que procede de Dios, es Vida eterna. Las Sagradas Escrituras, nos enseña que esas palabras que leemos: Palabra de Dios, para evitar todo lo que es malo, y aceptar todo lo que es bueno, todo para la Vida eterna.
Jn 8, 43 ¿Por qué no reconocéis mi lenguaje? Porque no podéis escuchar mi Palabra.
 
Aceptar la doctrina de los Santos Padres, es aceptar, a Cristo. Sabemos muy bien, que los Santos Padres, no quieren atraer almas para sí, sino para Dios, en Cristo Jesús.
 
No vemos en los Santos Padres, piedra de escándalo, sino un puente hacia Cristo, por medio de la Santa Madre Iglesia Católica.
 
Son tan importantes los Santos Padres para la Iglesia Católica, que el Papa Benedicto XVI, por ejemplo, nos va recordando a San Alfonso María de Ligorio.
Debemos observar, si tenemos cierta aversión a algunos de los Santos Padres, es que el diablo, está muy molesto, y nos lo hace pasar a nosotros. Y donde no hay humildad de corazón, hay repudio por tal o tal doctrina católica; porque el príncipe de las tinieblas, no quiere soltarnos.

Por voluntad de Dios, San Alfonso ha sido declarado, Doctor de la Iglesia Católica, patrono de confesores y moralistas.

Mis buenos hermanos, si alguno sentís cierta molestia por lo que escribe, o por el lenguaje de Santo, tengamos presente, que ahí, el diablo quiere meter sus garras, por tanto, no hay que hacer caso a la tentación.


Hoy también continuando con el tratado de San Alfonso María de Ligorio: Para confesarse bien; § 3 –Del propósito

 
Santo Padre Benedicto XVI, habla de San Alfonso María de Ligorio


· Carta apostólica Spiritus Domini

· Audiencia general del 30 de marzo de 2011, Benedicto XVI

· Audiencia general del 1 de agosto de 2012, XVI


No hay comentarios:

Publicar un comentario