Monseñor Carlos Osoro: El silencio que me da palabra para anunciar a Jesucristo

Muchos sabemos que cuando anunciamos a Nuestro Señor Jesucristo, cuando no lo hacemos a través de Internet, sino ya en el ambiente que nos puede rodear, cuando vamos al trabajo, entre los compañeros, o haciendo algún curso, en la propia familia incluso, no siempre es fácil. Y pueden molestarse, nos insultan, se pueden burlar de nosotros, incluso llegar a que nos agreden, pero estas adversidades no son obstáculos para mantener nuestra paz. Puesto ¿de qué me sirve a mí, hablar de Jesucristo, si en mi corazón tengo resentimientos por aquellos que no quieren escuchar?

Sí, es posible anunciar a Cristo, con alegría, pero debemos tener en cuenta, lo que hicieron los Apóstoles cuando no le escuchaban, hemos de atender las palabras de Jesús. Meditar el Nuevo Testamento, porque aún en este tiempo, podemos tener el mismo comportamiento que ellos, eso si estamos en gracia de Dios.

Cuando mejor oremos, nos entreguemos a la soledad, en el silencio, que es más importante, vivir una vida recogida.

Necesitamos valorar la gran riqueza que tiene el silencio, la soledad, alejándonos de todo tipo de ruido, tanto los que nos afecta en nuestro interior, como también en lo exterior.

Necesitamos con humildad de corazón, para poder luego aceptarlo, que es lo que quiere el Señor de mí, lo que tengo que hacer yo, para crecer en el amor de Cristo. Pero debemos huir de la inconstancia, es decir, no buscar lo que busca y ama el mundo.

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