Solo en Dios tenemos seguridad.

Cuando voy de viaje, voy directamente a un determinado lugar. Ayer estuve de viaje, y de Alicante no conozco mucho, pero he pensado comprarme un plano..., o mejor, un GPS, , según a donde vaya, pero la verdad, es que las grandes ciudades no me gustan, porque uno puede perderse, no conoce la ciudad.

Ya intentaron robarme en Madrid, cuando estuve en la JMJ, en plena calle, aunque en el metro evité un robo. También en Alicante, aunque no me sucedió en Valencia, también últimamente parece haber más ociosos que se dedican a engañar y a robar a las personas, que no conocen aquellos lugares por donde pasan.

En las ciudades hay vistas que embellecen, por ejemplo, las iglesias católicas, las basílicas, catedrales, santuarios, también oratorios y conventos, en las ciudades también podría encontrarse la paz, y la encuentra quien busca a Jesús. Es una alegría encontrarse algunas iglesias abiertas, pero necesitan que alguien tenga que vigilarlo, porque el demonio envía a algunos de los suyos, para que se cometan sacrilegios, robos, o cualquier otra maldad, que el mal intencionado guiado por el demonio, puede cometer la maldad.

En Alicante entré en una iglesia, se estaba preparando algunas procesiones, pero como desconozco la ciudad, no pude hacer fotos a esas imágenes, estaba la Dolorosa. Pues tenía que seguir mi camino hasta encontrar el lugar de encuentro de los voluntarios de Radio María, y para no llegar tarde a la cita, no me paré en hacer algunas fotos, pues además de que los lugares sagrados embellecen las ciudades, también me encontré zonas muy bien cuidado, de flores y plantas, a lo largo de algunos caminos o plazas. Más que temor por ir por algunas ciudades, es preocupación, porque no todas las personas tienen sanas intenciones, y es por caminar en lo desconocido,

Por el contrario, cuando voy por zonas como campos, veo más seguridad, mientras no se encuentre con personas de malas intenciones. Pues sin razón alguna, hay personas que no avisan, que si te encuentra desean matarte, (ya hubo una persona, hace años, cuando yo iga a una iglesia, intentó arrojarme a un precipicio, después de darme puñetazos y patadas en la cara, una paliza);  porque es Satanás quien actua por medio de ellos, sin que te conozca te dan una paliza. Satanás se siente muy molesto, cuando alguien se dedica a la vida según Jesucristo. No tuve, gracias a Dios, el mínimo rencor a la persona, aunque luego tuve que ir a urgencia, porque estaba sangrando mucho, y gracias a Dios no perdi un ojo, por los golpes, allá por los años noventa.

Satanás tiene mucho miedo a las personas que se dedican al rezo del Santo Rosario, y lo único que puede hacer, es enviar a algunos de los suyos, es decir, a ciertas personas que no viven la vida de gracia, y que están en graves pecados, para que atenten contra la vida del que se dedica a Dios,

El Santo Rosario, es una devoción contemplativa, y los espíritus infernales no puede conseguir triunfar sobre estas almas orantes. Hay momentos en que trata de meter miedo al alma orante, pero cuánto más profundiza en los misterios de esta celestial devoción, menos dura tal o tal tentación, pierde poder el demonio, no puede. Por eso necesitamos orar con auténtica devoción

Ser cristiano es ser espiritual, si el cristiano se dedica al mundo, el demonio le vence cuántas veces quiere, incluso le hace creer que el "cristiano" superficial puede ganar el cielo sin dedicarse demasiado tiempo a la obediencia a Dios, y no obedece a Dios ni le ama cuando el cristiano adopta costumbres contrarias al Evangelio de Cristo.

Debemos recurrir con toda confianza a la Santa Madre de Dios, nuestra Madre que no nos va a abandonar, y tenemos que obedecerla con todo nuestro corazón, cuando nos dice que hagamos lo que Jesús nos pide.