miércoles, 4 de enero de 2012

Beata Ángela de Foligno: «El misterio de la Encarnación»

La edición de la Liturgia Franciscana es hasta 1990, no pude comprar más adelante otras ediciones, porque la librería franciscana en Valencia no ha podido seguir adelante.

Y es que todos los cristianos necesitamos leer más vidas de santos, que nos animarán a la vida de oración.

En Valencia y Alicante, gracias a Dios hay muy buenas librerías, ahora bien, que cuando he querido comprar un libro determinado, resulta que se ha agotado, pero la ventaja está en que hay otros autores muy buenos, que saben escribir. Pero no hemos de olvidar, que en las librerías religiosas, hay un peligro, es el humo del infierno que se puede colar, es decir, que por la poca información hay autores que escriben por un camino distinto al de la fe de la Iglesia Católica. Este problema lo he visto también en una de las editoriales, que no soy capaz de dar la referencia, sin embargo, compro también libros en esta misma, los que tienen licencia eclesiástica, la aprobación del Papa.





Religiosa de la III Orden

 EL MISTERIO DE LA ENCARNACIÓN

De los escritos de la Beata Ángela de Foligno

Dios mío, hazme digna de conocer el altísimo misterio que emana de tu refulgente e inefable amor, del amor de las tres personas de la Trinidad, y el misterio de tu santa encarnación, principio de nuestra salvación.
La encarnación tiene en nosotros dos vertientes: nos colma de amor y nos asegura la certeza de nuestra salvación eterna.
¡Oh amor que supera toda sabiduría! iOh amor supremo! El amor mayor, pues mi Dios se hace hombre y a mí me hace Dios. ¡Oh amor entrañable: te has rebajado, pero no has perdido nada de tu divinidad! El abismo de tu encarnación me obliga a pronunciar estas palabras apasionadas: tú, el incomprensible, hecho comprensión; tú, increado, hecho criatura; tú, inconcebible, hallado concebible; tú, espíritu impalpable, palpado por las manos de los hombres.
Dios mío, hazme digna de penetrar en el misterio insondable del amor manifestado y compartido con los hombres en tu encarnación.
Dios increado, hazme digna de conocer el fondo de tu amor y de comprender tu inefable caridad, por la que tú nos has dado a tu Hijo Jesucristo, y por la que tu Hijo te ha revelado a nosotros como Padre. Hazme digna de conocer y comprender tu inefable amor hacia nosotros; hazme capaz de penetrar en tu inestimable y ardiente caridad, unida al amor profundo con el que siempre has distinguido al género humano para gozar de tu visión.
 ¡Oh Ser supremo, hazme digna de comprender el valor del don que supera toda otra dádiva y por el que los ángeles y los santos encuentran en el cielo su plena felicidad al verte, contemplarte y amarte! ¡Oh don sobre toda dádiva, tú eres el Amor! ¡Oh Bien sumo, te has dignado manifestarte como Amor y nos capacitas para amar este Amor!
Cuantos lleguen a tu presencia recibirán la recompensa proporcionada al amor. Y sólo el amor verdadero es capaz de elevar hasta la quietud del éxtasis a las almas contemplativas,

Responsorio:
He despreciado al mundo y sus atractivos por amor de mi Señor Jesucristo, *A quien he visto, a quien quiero, en quien he creído, a quien amo.

  • Oración: Oh, Dios a quien ha distinguido a la beata Ángela con la gracia de la conemplación de los misterios de tu Hijo, concédenos participar y de esos mismos misterios y después en el cielo. Por nuestro Señor Jesucristo.


Para saber más de esta santa:

2 comentarios:

  1. Estoy de acuerdo con su comentario, necesitamos muchas veces de buenos libros de Espiritualidad de santos, que nos ayuden a crecer en este comino de oración y es verdad que para conseguir buén libro hay que buscar mucho. Gracias nuevamente por su compartir Dios sea con usted

    ResponderEliminar
  2. Precisamente leyendo uno de los libros de San Alfonso María de Ligorio para hacer una buena confesión, fue como una luz, que de pronto, veía mi conciencia, y aquellos pecados que todavía no había sido confesados, porque yo no lo veía. Y mi decisión que al día siguiente, de haberme hecho un examen de conciencia, me confesé de todo eso.

    Se cuenta que en la vida de los Santos, los buenos libros que han caído en manos de pecadores, han llegado a convertirse y perseverar, los hay que ingresaron en monasterios, me parece que lo cuenta San Alfonso María de Ligorio en uno de sus libros.

    Muchas gracias por su visita, Jesús y María siempre le llene de muchísimas bendiciones.

    ResponderEliminar