viernes, 30 de septiembre de 2011

Futuro sin ruptura, el ejemplo capuchino catalán

El autor del siguiente artículo, le ha faltado información, y ha pensado que el hábito no hace al monje. Como todo este tiempo, que voy compartiendo reflexiones, y lo que enseña la Iglesia católica, cuando miramos al hábito y a la sotana, con ojos de fe, estamos viendo al monje con su hábito religioso. Así como dice el Señor, que el árbol se conoce por su fruto, el hábito religioso es una clara identificación externa con que se reconoce al monje.

Antes de hacer la copia del artículo, he pedido permiso al autor, le he explicado el asunto, y el enlace a este blog. Pero todavía no lo ha leído, y con esta nota que estoy escribiendo, ya lo leerá. Y espero que también se anime y lea los anteriores artículos a este.

Todavía me queda algo más, por ejemplo, cuando nuestro Padre San Francisco de Asís, oye del Señor Jesús, que todos los frailes deben llevar el hábito religioso. Ese mismo espíritu de San Francisco de Asís, lo vemos en las siguientes fotos, que amablemente el autor de ese artículo, ha facilitado.

Todos hemos de entregarnos más a la oración para que el problema que padece en España, por el ejemplo de  que algunas congregaciones se está cerrando. Pero el problema está en el seglarismo, que un religioso no puede permitirse que las ovejitas de Cristo vagen sin pastor.

Por el contrario, son infinidad de conversiones cuando ven de lejos a un sacerdote con vestidos eclesiásticos, o religiosos y religiosas con el hábito que identifica claramente en qué orden pertenece,

El monje bueno, el piadodo religioso, la fiel religiosa que se identifica en su forma de vestir, conforme al Espíritu Santo, hace muchísimo bien al mundo entero.

Cuando se deja envolver por el Espíritu Santo, jóvenes y ancianos capuchinos comparten la misma alegría que viene de nuestro Dios y Señor Jesucristo.

Insisto que el artículo que sigue ahora, no es mío, pero las fotos valoran una belleza celestial del autético religioso, con sus rostros angelicales y bondadosos, el hábito religioso, indica una obediencia plena a Dios y a la Iglesia Católica.

Beato Juan Pablo II: Discurso a los sacerdotes, religiosos y religiosas

Estamos viendo cuan diferente resulta que unas personas del mundo, que se oponen a la sotana y al hábito religioso, lo equivocado que están.
Se aleja de Dios el corazón que insiste hacer la propia voluntad. Como aquellas pobres religiosas, que muy enfadadas, escribieron cartas contra la decisión del Papa, de que debe las religiosas como religiosos, vestir el hábito de su orden, según las constituciones, pero que ellas no aceptaron. Sucedió antes de la llegada del Papa en la semana de la JMJ.
No, no es así como uno que vuelve la mirada atrás en pos de sí, recibe las bendiocnes de Dios, sino en la Santa Obediencia, obedecer a la Iglesia es obedecer a Dios, es ponerse en manos de Dios.

Dice el Señor, para aquellos que una vez que comenzaron a caminar con Cristo, pero luego miraron hacia atrás:
«Nadie que pone la mano en el arado y mira hacia atrás es apto para el Reino de Dios.» (Lc 9, 62)
 Por eso el beato Juan Pablo II, lleno de amor de Dios, y fiel al Concilio Vaticano II, habla a los sacerdotes y a todos los religiosos y religiosas:

jueves, 29 de septiembre de 2011

P. José María Iraburu: «El hábito religioso y el traje eclesiástico»

Hay un estudio muy interesante que el padre José María Iraburu ha elaborado con la ayuda del Espíritu Santo, y la doctrina de la Iglesia Católica sobre el hábito religioso y el traje eclesiástico:

miércoles, 28 de septiembre de 2011

Medios de comunicación

En ocasiones cuando voy a dejar un mensaje, Internet llega a desconectarse. Me ha sucedido que después de una espera de varios minutos, el mensaje no ha sido guardado correctamente, y de nuevo debo comenzar. Pero el resultado se trataba al parecer, en mejorar por parte de los programadores, el sistema de blogs, ahora que he colocado otros mensajes anteriores a este, me parece que va algo más rápido y seguro. Va mejorando, gracias a Dios.

Yo por el momento no tengo Internet de banda ancha, sino un dispositivo USB, lo que llaman también "internet móvil". La operadora Vodafone también ha reconocido que durante días ha tenido fallos en el sistema, pero no parecen que mejoran, al menos hasta el día de hoy. Pero estoy pensando en cambiar de operadora, porque el truco de Vodafone, era que me dijo, que no sería tan caro, y me llega una facturita que vaya, vaya, la cuota es más alta de lo que me dijeron.

Muchas cosas buenas podemos encontrar en Internet, (las malas las hemos de evitar si queremos alcanzar la felicidad y la vida eterna); entre lo bueno se destaca en religión, cuando somos fieles a la Iglesia Católica y al Papa, nuestra paz no faltará.

Pero no solo hemos de estar pendiente del ordenador, pues necesitamos nuestro tiempo para la oración, para ir al encuentro de Jesús, en la iglesia, en la Santa Misa, para no caer en la locura del mundo,

La necesidad también de la lectura de la Santa Biblia, el Catecismo de la Iglesia Católica, también su Compendio; las enseñanzas el Santo Padre, del Magisterio de la Iglesia Católica, y todo lo que es útil y edificante para mejorar la propia vida espiritual, buscando ante todo, la Gloria de Dios.

Y en estos momentos, voy escuchando Radio María.

Concilio Vaticano II: Principios generales de renovación


Anteriormente, en uno de los textos, se hablaba de cuando Don Bosco, cuando recibió la sotana tiró la ropa vieja. Pues bien, la ropa vieja es lo que se relaciona con la vida de este mundo. La sotana es lo nuevo para la vida nueva en Cristo Jesús, y nunca más usó la ropa seglar. Y atrajo hacia Dios, un importante número de jóvenes, los educó, algunos se hicieron sacerdotes, otros murieron como santos, como Santo Domingo Savio.
 
Como hijos e hijas de la Santa Madre Iglesia Católica, haremos más provecho, cuando más nos despojemos de las influencias perversas que el mundo nos tienta siempre. Y tenemos la oración. Solamente quien no es humilde, termina por ceder ante el mundo.
La gente del mundo, equivocadamente dice que en "la reforma conciliar" se ha permitido a los sacerdotes y religiosos vestir como seglares con todas las bendiciones, y es que no han captado el espíritu conciliar, pues las bendiciones no van para quien vuelve su corazón al mundo, sino a los que se mantienen firmes en la fe, sin renunciar a la sotana. Si al corazón del hombre

  • El hombre naturalmente no capta las cosas del Espíritu de Dios; son necedad para él. Y no las puede conocer pues sólo espiritualmente pueden ser juzgadas. (1Cor 2, 14)
Para interpretar lo que quiere decir la Iglesia Católica, es la misma Iglesia quien lo explica conforme a lo que el Espíritu Santo, le inspira, por el Papa, los obispos y sacerdotes en  comunión con el Santo Padre.
 
Lo que nos enseña el Vaticano II; es una vuelta a los orígenes del Evangelio de Cristo. Si ponemos atención a las enseñanzas del Papa en los medios de comunicación, una y otra vez nos invita y anima para que vivamos conforme al Corazón de Cristo; que debemos abrir nuestro corazón, que no debemos ir como cristianos solitarios, sino en la unidad que Cristo ha establecido en la Santa Iglesia Católica.
 
Todos los religiosos, religiosas como sacerdote, deben tener el mismo espíritu de Cristo, a ejemplo de sus santos fundadores y fundadoras de órdenes religiosas e instituciones eclesiales.
 
De entender, pero sobre todo la Obediencia a la Iglesia, el corazón bien dispuesto al Espíritu Santo, no pensaría en renunciar la sotana o el hábito religiosos. Pues el Concilio Vaticano nunca prohibió esta identificación de su compromiso para con Dios, la Iglesia Católica y el bien de la humanidad.

Leemos en los documentos del Concilio Vaticano, que los religiosos deben seguir los pasos espirituales de sus fundadores, tal como éstos siguieron los de Cristo Jesús.

Pero hay un problema, que si no comprendemos lo que nos enseña el Concilio Vaticano II, es porque el corazón no camina por la vía espiritual, y está apegado a lo que el mundo le ofrece a cada momento. Consagrados que se oponen a la Vida de Jesús cuando se dedican a otras actividades que no son aceptables por el Evangelio de Cristo, ya sean bailes, disfraces, deportes, tauromaquia, cosas que no glorifican al Señor, y el que procede así, se aleja cada vez más de su camino de salvación que es Cristo Jesús.


Estar bajo la autoridad de la Iglesia Católica, es una certificación de nuestra libertad. Digo esto, porque hay "cristianos" que no obedecen a la Jerarquía de la Iglesia Católica, rechazando su Magisterio, porque el demonio les hace creer que no son libres, Pero someterse a la Autoridad de la Iglesia Católica, es cuando más estamos con Jesús, más libres. Por el contrario, aquellos que por librarse de la Iglesia Católica se hacen esclavos del mundo o del demonio. Sólo en la Iglesia Católica, obedeciendo a nuestros pastores, que son fieles íntegramente a Cristo, el demonio no podrá apresarnos.

 
De los documentos del Sagrado Concilio Vaticano II, podemos leer lo siguiente.

martes, 27 de septiembre de 2011

Sotana; testimonios de santos y mártires

Es imprudente no usar la sotana o el hábito religioso de la orden que profesa. Pues no es el Espíritu Santo, quien hace que el sacerdote, que una vez ha prometido fidelidad a Dios, retorne a las antiguas costumbres del mundo, no se debe obedecer al hombre viejo, pues tiene mucha aversión a todo lo que nos ayude a acercarnos a Cristo.

sábado, 24 de septiembre de 2011

La sotana: «Los sacerdotes buenos son Luz de Dios»

Continuándo la importancia que el hábito religioso, que es una gracia de Dios, un regalo del cielo, y que solamente, los buenos sacerdotes saben sacar el mejor provecho para la salvación de las almas.

jueves, 22 de septiembre de 2011

Benedicto XVI: La oración de Elías y el fuego de Dios

Frecuentemente, un alma que se dedica a cuestiones que no son de utilidad, en el mundo, como si en ello le fuera la vida, esforzándose hasta el máximo, por ejemplo, para alguna actividad deportiva, y otros muchos entretenimientos no cristianos, que los hay, pero que no quieren dejarlo. Hace todo tipo de sacrificios para no perderse un partido de futbol de su selección favorita.
Pero luego, cuando va a hacer alguna oración no se siente capaz de prepararse debidamente, en un momento: “no tengo tiempo para la oración”; “estoy muy cansado por el trabajo que he hecho hoy”. Y si hace alguna oración comunitaria, como el Santo Rosario, es de un atropello tremendo. He llegado a escuchar palabras del Padre Nuestro, Ave María, totalmente ininteligible, que no se entendía para nada, pero se sabía, porque era en apariencia era oraciones del Santo Rosario.
Si digo esto no es para criticarla ni juzgarla, sino para que nos miremos nosotros mismos, y si estamos en condiciones como esta, o parecidas, es bueno corregirnos.
Un alma que se entretiene en las cosas del mundo, ya no está orando, las ocupaciones mundanas son elementos que no pueden ayudarnos a la vida de santidad, por eso, hemos de procurar desterrarlo con la ayuda de la gracia de Dios, y nuestra oración será serena, pausada, sin prisas, muy espiritual.

"Sea nuestra ocupación un continuo llanto y una continua oración: estas son las armas celestiales con que perseveran y se defienden nuestras almas. Ayudémonos unos a otros con oraciones, y consolémonos con recíproca caridad en nuestros trabajos. Aquel que por la misericordia del Señor mereciere ir primero, conserve siempre en la presencia de Dios su caridad, para con sus hermanos, para implorar la clemencia divina a favor de los fieles que dejó en el mundo. (S. Cipriano, carta 56 a Cornelio, sent. 7, Tric. T. 1, p. 296.)" [Sentencias de los Santos Padres Tomo II, pág. 239, Apostolado Mariano. Sevilla]

Me parece haber dicho en alguna parte, pero insisto en ello, que la oración bien hecha, con devoción y recogimiento, nos humaniza, nos ayuda a ser mejor cristiano, por tanto mejor persona, y tratar a todos con respeto y caridad. El que no se dedica a la oración en ese sentido de complacer a Dios, se embrutece, se cree así mismo que tiene poder para hacer juicios contra los obispos.

Verdaderamente, si no oramos como agrada a Dios Padre: En espíritu y verdad, son los adoradores de Dios Padre…

«Pero llega la hora (ya estamos en ella) en que los adoradores verdaderos adorarán al Padre en espíritu y en verdad, porque así quiere el Padre que sean los que le adoren.» (Jn 4, 23)

Una oración a la medida del propio ser, que no es la de Dios, no alcanza al cielo, Nuestra oración si es tibia, sin ánimo de perfección, no nos ayuda a santificarnos.

Cuánto más pura sea la oración que ofrezcamos al Señor, más fuerzas tendremos para aborrecer todo lo que el Señor aborrece.

La oración que no sale de sus imperfecciones, hace que el corazón se incline a muchas cosas sin fe, que no es propio de vida de santidad. También en esas imperfecciones, hay ciertas inclinaciones a pensar según el mundo.

Es verdad que reconocemos las imperfecciones de nuestra oración personal, pero el Señor que lo ve todo, si no ve que estamos deseando mejorar, no conseguiremos su ayuda, hemos de hacer violencia sobre nosotros mismos, para honrar a Dios, buscando también con perseverancia, la ayuda de María Santísima, la Madre de Dios, suplicándola, pues somos indignos, y no podemos hacer nada sin contar con Cristo.

Pues si no deseamos caer en la idolatría, cuando nos acercamos al Señor, luego no podemos dejarnos llevar por las apetencias de este mundo.



Esta división de “dos señores”, la apostasía está por medio, muchos han renunciado a la Iglesia Católica, porque no entregaron todo su corazón a Dios, una parte del corazón lo han inclinado hacia las diversiones mundanas, a los pecados y a los vicios,



El Santo Padre Benedicto XVI, en la audiencia del pasado miércoles 15 de junio de 2011, en su magisterio doctrinal:

miércoles, 21 de septiembre de 2011

Liturgia: Semana 25 del Tiempo Ordinario y domingo 26

Recomiendo las meditaciones del padre José María Iraburu sobre la liturgia de la Semana; 

Benedicto XVI: la Noche del Yaboq

Hay pecadores que por más que oremos por ellos, parece que su situación no anda en mejoría, la ira, la lujuria, la soberbia que es madre de todos los vicios, obstaculizan la vida de gracia, se cierra a la luz de Cristo,
«El impío, después de haber llegado a lo profundo de los pecados, no hace caso» (Pr. 18,3).
Oramos por nuestros enemigos, es posible que nuestras oraciones no le digan nada, la rechazan con brusquedad y desprecio: “¡no quiero que recen por mí!”. Pero nosotros hemos de mantenernos en la paz y en el amor a Cristo, no responder a su violencia.
He conocido a personas, que en momentos parecía lleno de bondad, de comprensión, de respeto y caridad, y en cuánto se me ocurre, hablar de Dios, es como si estallara, temblores por su cuerpo, su rabia, comienza a blasfemar.
Hay dos clases de ceguera en el hombre, la que se puede curar y la que es irrecuperable por la conducta del soberbio:
Y dijo Jesús: «Para un juicio he venido a este mundo: para que los que no ven, vean; y los que ven, se vuelvan ciegos
Algunos fariseos que estaban con él oyeron esto y le dijeron: «Es que también nosotros somos ciegos?» Jesús les respondió: Si fuerais ciegos, no tendríais pecado; pero, como decís: Vemos” vuestro pecado permanece.» (Jn 9, 39-40)
 Mientras que hay ciegos y enfermos (espirituales) que buscan la curación en Jesús, hay otros: también ciegos y enfermos, que se creen que están sanos, y constantemente rechazan los remedios que Jesús nuestro Señor y la Santa Iglesia Católica ofrecen a cada alma para su salud espiritual, dice el Santo Padre Benedicto XVI:

... al ciego curado Jesús le revela ha venido al mundo para realizar un juicio, para separar a los ciego curables de aquellos que no se dejan curar, porque presumen de sanos… (cfr. Jn 9, 1 y siguientes; Enseñanzas del Magisterio del Santo Padre Benedicto XVI. Jesucristo, Tomo 4, 2008, página 421. Edibesa)

De San Agustín:

«Los hombres sin remedio son aquellos que dejan de atender sus propios pecados para fijarse en el de los demás. No buscan lo que hay que corregir, sino en qué pueden morder. Y, al no poderse excusar a sí mismos, están siempre dispuestos a acusar a los demás ( L. H. De los sermones de San Agustín, Domingo, Semana XIV. T. III,, p. 380. Ediciones Paulina. 1984).
 Por tanto, nosotros hemos de evitar todo tipo de murmuración, no caer en esa tentación del mal, y necesitamos poner en práctica con el corazón; la humildad, la caridad, y demás virtudes que Cristo nos enseña en la Santa Madre Iglesia Católica, y nuestra obediencia más sincera al Papa y a los obispos en comunión eclesial con él. Son ayudas que nos mantendrán firmes en el Señor.

Benedicto XVI: La oración según el Patriarca Abraham


Si nuestra oración corresponde al Corazón de Jesús, iremos alcanzando misericordia, y del mismo modo trataremos con misericordia y caridad a los hermanos, si nos injurian, la caridad permanecerá en nuestro corazón, no podemos devolver mal por mal y no tendremos resentimientos contra nadie, pero también con la vida de oración, no podemos obligar a nadie que se salve, y según la gravedad de su conducta, evitaremos su mismo camino, como hicieron los santos.

Si nuestro comportamiento con el prójimo es violento, poniéndonos casi a su mismo nivel, es que nuestra oración, no hay pureza de intención, y no oramos para Dios.
En conclusión, tened todos unos mismos sentimientos, sed compasivos, amaos como hermanos, sed misericordiosos y humildes.
No devolváis mal por mal, ni insulto por insulto; por el contrario, bendecid, pues habéis sido llamados a heredar la bendición. (1Pedro, 8-9)

De ninguna manera debemos responder al violento que no quiere tener una vida según Jesucristo, pues por más que con caridad le tratamos, no es capaz de aceptar el bien.

No lo tuvieron fáciles los Santos Patriarcas, guiaba a un pueblo que era incapaz de aceptar la Voluntad de Dios, y no hacía más que ofenderle.

El Santo Padre Benedicto XVI, nos enseña de cómo Abraham intercede no solamente para salvar a los inocentes, sino también para que los culpables no perecieran. Pero ese tipo de culpa, es muy difícil, y con frecuencia es imposible que halle la conversión del propio corazón, porque se cierra a la Misericordia de Dios, y se dicen que no necesita nada del perdón de Dios, ya que el número de sus pecados, les ha cegado. Había dicho que en parte es difícil, pues solo unos pocos, se convierten al Señor, de los que se habitúan a esa abominación pecaminosa de Sodoma y Gomorra.  Y porque ahora se amparan en unas leyes infame que legaliza ofensas contra Dios, y están más embrutecidos, que no les han valido los testimonios de los peregrinos de la JMJ, por la pureza de vida.

Pero reflexionemos esta enseñanza de Su Santidad Benedicto XVI:

lunes, 19 de septiembre de 2011

Benedicto XVI: oración y sentido religioso

Ser cristiano es hacer todo lo que Jesús nos enseña, y muy común para todos nosotros es la vida de oración, que no solamente pueden disfrutar los religiosos y sacerdotes, sirve para cada persona, sin importar el oficio o profesión que realice, como carpintero, jardinero, albañil, fotógrafo, y todo lo que decente.
Como albañil, no es imposible dedicar nuestro tiempo al Señor, pues tenemos las jaculatorias, “Jesús, confío en Ti”; Sagrado Corazón de Jesús, en Vos confío”, “Sagrado Corazón de María, sed mi salvación”, etc. Los trabajos duros de la construcción gracias a la vida de oración y entrega al Señor, dejan de ser dura. La oración del Santo Rosario, siempre hay otros momentos para dedicarlos devotamente al Señor. No existe ningún tipo de justificación que diga que no se puede orar.
Deja de orar, y aparecen multitud de problemas, uno de ellos es ir apagando sin que se de cuenta la fe.
«El que persevere en la oración, por pecados, caídas de mil manera que ponga el demonio, tengo por cierto le sacará el Señor a puerto de salvación. » (Santa Teresa de Jesús, vida 8) [Antología de la Oración, página 156, 1. Apostolado Mariano]
El camino de la oración es un medio muy eficaz, para ir superándonos, si hemos caído en la suciedad del pecado, nos da fuerzas para levantarnos.
Hay sacerdotes, religiosos y religiosas, que perseveran en la vida de oración, y se perfeccionan cada vez más en su vocación, en la llamada que el Señor ha hecho. Cuánto más oración es más perfecta la vocación, hay más santidad y verdadera vida de pureza y obediencia a la Iglesia Católica. Un alma que ora en espíritu y verdad, es imposible que renuncie a su vestimenta eclesial, ni el religioso renunciará a su hábito religioso. Pero cuanto menos trato de amor se tenga con Cristo, más un alma, opta por identificarse con el mundo, y se olvida de su compromiso con Cristo.

domingo, 18 de septiembre de 2011

Benedicto XVI: Es necesario aprender a rezar

La oración es necesaria para saber vivir en la caridad, en el respeto cristiano, nos ayuda a superar adversidades, a no caer en la desesperación, en perdonar inmediatamente cuando alguien nos ofende. Un perdón y olvido en su totalidad, sin recordar las causas del mal entendido por ejemplo.

¿Cuáles son las causas de que nuestras oraciones son imperfectas? El hombre viejo que no quiere que seamos libres, sino que en la esclavitud nos arrastra hacia otros caminos que no llevan a Dios.

Es preciso orar, desear que nuestras oraciones sean acogidas por la misericordia de Dios, entonces podremos seguir adelante en el camino de la santidad. Un alma que ora a Dios, pero luego se complace en las cosas terrenales, está dando marcha atrás del camino de la santidad. En la oración debemos perseverar constantemente en el fiel cumplimiento de la Voluntad de Dios.

La medida de nuestras oraciones debe ser la de Jesucrsito nuestro Señor, y de la Santísima Madre de Dios, con ellos aprenderemos, a ser verdaderos adoradores del Señor, también nos encaminará dándonos facilidades para ir educando nuestro corazón hacia los Sagrados Corazones de Jesús y María, la experiencia de los Santos Padres de la Iglesia Católica, y entre ellos tenemos al Papa Benedicto XVI, que comparte con nosotros sus conocimientos, para que podamos ser santos.

Enviaron espiar al Cardenal Joseph Ratzinger

Cuánto más queremos acercarnos a Cristo, para vivir su vida, poner en práctica el Evangelio de Cristo, según nuestra vocación; la que Dios mismo ha puesto en nuestro corazón, más dificultades podríamos tener, pero con la ayuda de Dios, la perseverancia en la vida de Gracia,

Antes de ser Papa, el Cardenal Joseph Ratzinger, por ser un hombre íntegro, lleno de Dios, y como todos los santos, fueron desconfiados por la gente que no valoran la vida de Jesús, intentan encontrar algo con lo que puedan acusarle, y si no lo encuentra se inventan calumnias, como hicieron con Jesús y los Santos Apóstoles, en todas las épocas y generaciones.


Antes de venir el Santo Padre a Madrid, a la JMJ, algunos descontentos, políticos, y oitros informadores de prensa, hicieron lo posible de examinar las palabras del Santo Padre en sus homilías, pero no para meditar sobre la vida de santidad, sino tener algo con lo que acusarle.


Pero finalmente, al no encontrarlo, algunos de esas personas descontentas, se admiraron, y felicitaron al Papa. Pero el Santo Padre no busca su recompensa en las glorias terrenales, ya lo tiene y lo recibe de Dios, en el tiempo, y para una eternidad feliz.

La Iglesia Santa de Dios, nos recuerda que hemos de orar por todos los gobernantes, y así debe ser. Por su conversión, y por el bien de todos, de España, Europa, y todos los continentes del mundo, y sus islas.



Pero, a causa de los intrusos, los falsos hermanos que solapadamente se infiltraron para espiar la libertad que tenemos en Cristo Jesús, con el fin de reducirnos a esclavitud, a quienes ni por un instante cedimos, sometiéndonos, a fin de salvaguardar para vosotros la verdad del Evangelio... (Gal 2, 4-5)

viernes, 16 de septiembre de 2011

Una Voce Sevilla

Con la música sacra en las parroquias, haría un inmenso bien a todas las almas que quieren santificarse, todos amamos a Cristo, pero la inconstancia de un corazón dividido que comparta a Cristo con otros asuntos terrenales, no pueden ayudar a la santificación. Nuestro espíritu necesita reeducarse, nuestro corazón, en todos los modos que pueda ayudarnos a acercarnos más a Dios.
Deben desterrarse toda la música que no ayude a la verdadera piedad, a la santidad de vida. ¿De verdad queremos alcanzar la santidad, con nuestro corazón apegado a música profana, de grupos de personas que ni siquieran se esfuerzan en convertir su corazón al Señor?

Hemos, y además que lo necesitamos hace una renuncia total, a todo lo que no nos ayude a acercarnos a Jesucristo.
...


jueves, 15 de septiembre de 2011

Jornada Mundial de la Juventud: Una propuesta de amistad que rompe fronteras

Hoy abro una nueva sección para reflexiones espirituales, de sacerdotes, pero no voy a poner el sitio donde lo he encontrado, porque ahí hay una sección de comentarios, y que los comentaristas no tienen el mínimo respeto ni caridad cristiana.

Se publicó el pasado 17 de agosto de 2011.

Es una reflexión sobre la JMJ, por la que un servidor como otros, participó en esas interesantes jornadas tan maravillosa. Toda una aventura, yendo solo, como aquel hombre de más de sesenta años de Uruguay, que se sentía jóven, no tenía la preocupación de estar pendiente de su grupo. Pero en realidad no iba solo, y se lo dije a él, que tiene como una preciosa compañía de Jesús y María Santísima.

Yendo en grupo, es más complicado, porque la cantidad de peregrinos que había, si varios pasan delante de ti, y tienes que respetar, en cuestión de segundos, ya se pierde de vista al grupo, y para encontrarlo, toda una aventura.

Lo más importante para mí, fue escuchar al Santo Padre, retener sus palabras en la memoria, y en mi corazón, para poner en práctica todo aquello que me corresponde en mi vocación hacia la santidad; la Eucaristía, pero antes una visita al sacramento de la confesión, y con la Santa Misa, la comunión espiritual, pues no fue posible, la distribución sacramental, y la indulgencia plenaria. Es una vocación de todos los cristianos, estén o no estén casados; sacerdotes, religiosos, religiosas, todos estamos llamados a la santidad, y debemos vivir a ejemplo de Cristo Jesús, con una total entrega a Dios Padre, amando a la Iglesia Católica y al Papa. No olvidemos, que el Santo Padre Benedicto XVI, es la imagen visible de nuestro Señor Jesucristo. Como bien dice Santa Catalina de Siena: El Dulce Cristo en la Tierra.

Ahora vamos con la reflexión del padre Ismael.

miércoles, 14 de septiembre de 2011

La exaltación de la Cruz

Estoy preparando una reflexión en defensa de la sotana y el hábito religioso. Su uso necesario está confirmado por documentos del Concilio Vaticano II, por lo tanto, no es verdad, aquello que dicen algunos, que la reforma conciliar ha permitido que ... ya lo iré explicando más adelante con la ayuda de Dios y de la doctrina católica, que no son simplemente opiniones personales.

Debo hacer las cosas sin faltar a la caridad cristiana. Hay sacerdotes que lo llevan, y religiosos, con su hábito que corresponde a su orden religiosa; resulta que tienen muchas ventajas.

Pero los sacerdotes, religiosos, religiosas, que prefieren un vestido seglar, tienen sus desventajas, esto y más lo intentaré explicar más adelante, no voy a dar de momento una fecha, pero hasta que llegue, compartiré otros temas.

Pero hoy...

martes, 13 de septiembre de 2011

Sea nuestro corazón entero para Dios

Hemos de entregar sinceramente, y para siempre nuestro corazón, sin división, a Dios.

Cuando un corazón no se entrega sinceramente a Jesucristo, y va la Santa Misa. Cosas como esta suele ocurrir...

lunes, 12 de septiembre de 2011

Caridad y misericordia en el fiel católico

Nuestro Señor Jesucristo quiso que su Iglesia se extendiera por todo el mundo. Siempre hubo una sola Iglesia en la mente del Señor (medítese CIC 751 y siguientes),
 El catecismo de la Iglesia Católica es un libro que no podemos llevarlo al olvido, sino usarlo con frecuencia. Y encontraremos muchas respuestas a nuestras preguntas las dudas que podemos tener.

El poco uso del Catecismo de la Iglesia Católica, o la poca atención que se le pueda tener, hay muchos cristianos que piensan como los mundanos.

Catecismo de la Iglesia Católica, 750:
  •   Creer que la Iglesia es "Santa" y "Católica", y que es "Una" y "Apostólica" (como añade el Símbolo nicenoconstantinopolitano) es inseparable de la fe en Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo. En el Símbolo de los Apóstoles, hacemos profesión de creer que existe una Iglesia Santa ("Credo ... Ecclesiam"), y no de creer en la Iglesia para no confundir a Dios con sus obras y para atribuir claramente a la bondad de Dios todos los dones que ha puesto en su Iglesia (cf. Catech. R. 1, 10, 22).

Por eso hemos de respetarla y amarla, no criticarla, y si criticamos a sacerdotes y obispos, incluso al Santo Padre, estamos acumulando para nosotros, más pecados, que la Santa Ira de Dios nos puede aplastar. Nuestro amor a Dios, lo podemos demostrar en amar y respetar a los demás. 

Precisamente el pecador incorregible no quiere darse cuenta hasta que tal extremo se rebaja así mismo, y ser aplastado por el número elevado de pecados, unos porque no se acercan al sacramento de la confesión; otros porque cometen sacrilegios tanto en la confesion como en la comunión. Se rebaja de tal forma, que al perder la fe, se cree mejor que los demás, no mira su interior, por tanto sigue en la oscuridad.

«Sed compasivos, como vuestro Padre es compasivo.
No juzguéis y no seréis juzgados, no condenéis y no seréis condenados; perdonad y seréis perdonados. Dad y se os dará; una medida buena, apretada, remecida, rebosante pondrán en el halda de vuestros vestidos. Porque con la medida con que midáis se os medirá (Lc 6, 36-38).
Yo pienso, que es un deesafíio  Dios, cuando se comete cualquier tipo de injusticia contra el prójimo, y cuñanto más grave es hacer desprecios contra la Iglesia Católica, y por otra parte decir que se cree en Cristo y se le ama.

Hay quienes se dan a la ligera de acusar a los sacerdotes, como si fueran ellos los jueces, no hemos de olvidar que a la manera que midamos a los demás, seremos medidos, del juicio a los demás, también se nos juzgará. Cada una de nuestras palabras contra el prójimo, es algo más de lo que vamos a dar cuenta en el día del juicio. No estamos en este mundo para hacer daño a nadie, ni de palabra ni de obra. No hemos venido a este mundo para sumergirnos en la hediondez del pecado, sino para amar, y orar unos por otros.

La compasíón y la misericordia forma parte de los verdaderos adoradores de Dios, cuánto más le amamos, vemos a nuestros hermanos, y no le condenamos por su caída, como he dicho, no somos jueces. Lo que sí es bueno, es examinar nuestra propia conciencia, porque si nos fijamos en el pecado ajeno, ya no estamos viendo aquella mancha en nuestro interior, que es lo que el demonio quiere, y así no pidamos perdón al Señor por esos nuestros pecados o vicios.

No estamos en este mundo como de paso al infierno, sino al cielo, por eso hemos de meditar con frecuencia lo que quier el Señor. Meditemos la Parábola del sembrador. Las cosas de este mundo nos embota el corazón, para que nuestra alegría por oír la Palabra de Dios, le pongamos un límite de tiempo.

En ocasiones no podemos comprender algún punto doctrinal del Catecismo, pero como el Catecismo está al servicio de la Palabra de Dios,

Catecismo de la Iglesia Católica:
4. Valor doctrinal del texto

El "Catecismo de la Iglesia Católica" que yo aprobé el 25 de Junio pasado, y cuya publicación ordeno hoy en virtud de la autoridad apostólica, es una exposición de la fe de la Iglesia y de la doctrina católica, atestiguadas o iluminadas por la Sagrada Escritura, la Tradición apostólica y el Magisterio eclesiástico. Lo reconozco como un instrumento válido y autorizado al servicio de la comunión eclesial y como una norma segura para la enseñanza de la fe. ¡Que sirva para la renovación a la que el Espíritu Santo llama sin cesar a la Iglesia de Dios Cuerpo de Cristo, en peregrinación hacia la luz sin sombra del Reino!
Y es verdad, con el Catecismo aprendemos todo lo referente a lo que necesitamos en esos momentos. Había dicho que podría suceder que no comprendamos algún texto de la Sagrada Escritura, el Catecismo es una fuente de gracias inspirada por el Señor; tenemos también las enseñanzas del Santo Padre, que nos ofrece muchísima luz: aquella cuestión que teníamos durante muchos años, el Señor nos da la explicación por medio del Santo Padre. Y sabremos que lo que enseña viene verdaderamente de Dios.
Lo que no podemos hacer, es defender la fe, sin contar con los medios que el Señor nos da en su Iglesia, porque los valores que hemos de defender, siempre con humildad y verdadera caridad, son los intereses de Cristo, y siempre a la medida de Cristo, olvidémonos de nuestras medidas personales, que lo que nos van a traer es la consecuencia de perder la fe, el amor, la caridad, el respeto.

Hemos de vencernos a nosotros mismos, ser cristiano es vivir según la verdadera fe que nos enseña la Iglesia Católica, y tantas veces nos lo recuerda nuestro querido Santo Padre Benedicto XVI.

Leamos y volvamos a leer, guardando la Palabra del Señor en nuestro corazón, además de la oración con pureza de corazón, comunión diaria, pero con el corazón bien dispuesto, las buenas lecturas, poner en práctica todo lo que el Señor nos enseña, y la Iglesia Católica, para crecer en caridad y misericordia, y el tentador no podrá hacernos caer como él quisiera, ya que tenemos a Dios en nuestro corazón, y así perseveraremos en Cristo Jesús.

Cuando nos levantemos cada mañana, como cuando antes de dormir, recogámonos para orar devotamente, y las Tres Ave María, tendremos una noche tranquila, estaremos bajo la protección de la Santísima Virgen María, nuestra amada Madre .

domingo, 11 de septiembre de 2011

La santidad de la Iglesia católica es una realidad.

Si amamos a la Iglesia, no podemos decir, "la Iglesia es pecadora", y ocultar la santidad. Pues la santidad es lo contrario del pecado, no existe relación entre santidad y vida de pecado, hay incompatibilidad.
 
Si la Iglesia es santa, ¿Por qué hay algunas personas, entre ellos, no todos los sacerdotes,  que la causa está en que no creen en la fe que dicen profesar, que no se dedica a la oración con la debida pureza de corazón. El estar sumergido en cosas terrenales, les impide que en su corazón la belleza de la luz del Espíritu Santo, se cierren así mismo, y se quedan con la “sabiduría terrenal” de este mundo habituado en acusar a la Iglesia Católica, La “sabiduría de este mundo”, les dejan un corazón en penumbra, en oscuridad.
El número de pecados hace que el alma pierda el sentido, y si se habitúa en pecado mortal, es ahí, cuando muchos tienen la necesidad de renunciar a la Iglesia, por su rechazo a las obras de las tinieblas. Y muchos pecadores, los incorregibles, prefieren la oscuridad que la salud del alma.

  • «La lámpara de tu cuerpo es tu ojo. Cuando tu ojo está sano, también todo tu cuerpo está luminoso; pero cuando está malo, también tu cuerpo está a oscuras. Mira, pues, que la luz que hay en ti no sea oscuridad. Si, pues, tu cuerpo está enteramente luminoso, no teniendo parte alguna oscura, estará tan enteramente luminoso, como cuando la lámpara te ilumina con su fulgor.» (Lc 11, 34-36)
  • «La lámpara del cuerpo es el ojo. Si tu ojo está sano, todo tu cuerpo estará luminoso; pero si tu ojo está malo, todo tu cuerpo estará a oscuras. Y, si la luz que hay en ti es oscuridad, ¡qué oscuridad habrá! » (Mt 6, 22-23).
  • «Jesús les habló otra vez diciendo: «Yo soy la luz del mundo; el que me siga no caminará en la oscuridad, sino que tendrá la luz de la vida.» (Jn 8, 12)


Permaneciendo con el corazón íntegro en Jesucristo, será totalmente imposible que juzguemos a la Iglesia de aquellas cosas malas que nunca jamás ha cometido ni puede cometer. Con una vida de entrega generosa a Dios, comprenderemos que la naturaleza de la Iglesia Católica es ser santa y extender su santidad a quienes estén dispuestos a acoger a Cristo en su corazón.
 
Es necesario pedir constantemente al Señor que nos libre de esas tinieblas, que hemos consentido tener por causa de no despojarnos de nuestro hombre viejo.
 
Solamente, si amamos con todo nuestro corazón a Cristo, nuestra vida, nuestro corazón seremos instrumentos para la caridad y la misericordia sin dobleces, y aceptaremos esa realidad de lo que el Señor nos habla sobre la santidad de la Iglesia Católica.
 
Entre los libros que tenemos, no puede faltar el Catecismo de la Iglesia Católica y su compendio, junto a las Sagradas Escrituras, y no precisamente para que esté adornado, sino como un medio para aumentar nuestros conocimientos a la doctrina santa de la Iglesia Católica.
 
La Iglesia no tiene ninguna relación con ningún tipo de pecado. Ella es caridad, y reparte generosamente el amor de Cristo a todos los que quieren acogerse a la protección de Dios.
 
El alma que renuncia a la protección de la Iglesia Católica, se expone a la ruina eterna de su propia alma.
 
Cuanto mayor es el número de pecados en el pecador, más resentimientos y rechazo tiene hacia la Iglesia Católica. Porque el demonio, es quien se siente apartado de la Iglesia, y los que están en vías de perdición, también siente que la Iglesia es muy incómoda, pues aparta del pecado y lleva a multitudes a la Vida eterna.
 
Los pecadores incorregibles a cada momento se rebela contra la Autoridad de la Iglesia Católica. Ellos quieren vivir en pecado, y en la Iglesia no tiene cabida a los pecados, ni a los vicios, pero siempre acoge con amor al pecador que desea convertirse con todo su corazón y con toda su alma, a Cristo, busca la eficaz ayuda de la Santa Madre Iglesia Católica que le ayuda a salir, victorioso contra esa maldad que le arrastraba a la desesperación. La Iglesia católica es también la esperanza de todo ser humano que busca sinceramente a Dios,
 
Veamos esas enseñanzas, que podemos creer con toda confianza,