miércoles, 12 de septiembre de 2012

¡Atención a los oyentes del Catecismo!

Nota de Radio María

El Concilio Vaticano II fue verdaderamente profético (I)

¿Qué significa el Año de la Fe, la Iglesia lo explica muy bien, el Santo Padre Benedicto, muchos obispos y sacerdotes en comunión con el Sucesor de Pedro, y muy entregados a la causa de Cristo y la salvación de las almas.
 
Con frecuencia el alma tiene unos propósitos determinados para crecer en la fe, en la santidad, pero su inclinación hacia los eventos deportivos, de la variedad de entretenimientos, en la presencia personal de en los festejos taurinos, pues he leído cosas así, que no se avergüenza de decir que ha estado en aquel lugar, pero no para llevar el mensaje de Dios, sino para pasarlo alegremente entre los enemigos de Dios, como gritan y vociferan, se unen también a la turba de los impíos para seguir el mismo procedimiento. Pues según esta conducta, por muchos propósitos que se anoten en su agenda o diario, no les sirve de nada, porque no han renunciado a la vida mundana.
 
Para superar esta conducta de traición constante a Cristo y a la Iglesia, incluso el desinterés por llevar almas a Dios, es necesario renunciar así mismo. Pues aquellos que no se niegan sus propios deseos personales, y caprichos, se colocan al margen de la salvación eterna. Porque sabemos que el Señor nos dice, que hemos de negarnos a nosotros mismos.
 
En este Año de la Fe, y la Nueva Evangelización, que no es un año sino para toda la vida, hemos de hacernos un esfuerzo mucho mayor de lo que hemos hecho hasta ahora, para que sea Cristo el centro de toda nuestra vida. Porque es que tengo la impresión, que cuando escribimos cosas de Cristo, y aunque decimos, que no es para buscarnos a nosotros mismos, ¿es verdad? Lo que es verdad, que cuando uno ya no se deja inspirar por el Espíritu Santo, y ninguno de nosotros somos dignos. Pero se hacen notar, en hacer críticas, calumnias y difamaciones a obispos, religiosos, religiosas, estos tales, no están siendo servidores de Cristo.
 
La fe es algo distinto, cuando la fe es auténtica, nos debe llevar a la caridad, a la misericordia, no buscar las cosas malas de otros y dando nombres, porque se exponen a la Santa Ira de Dios, y no habrá nadie quien le libre de lo que está por venir, y cada vez más cerca.
 
La fe, la Nueva Evangelización, el corazón debe estar libre de todo afecto mundano y caprichos vanos. Las cosas mundanas, tienen un propósito: la soberbia, el orgullo, el buscar los halagos de los impíos y enemigos de la Iglesia Católica, y responderles con un "gracias, amigos". Los tales, no son amigos de Jesucristo, sino enemigos, enemigos de Dios (cfr. St. 4,5).
 
¿Qué puedo hacer, si me gusta el fútbol o aquel otro deporte? "que no puedo renunciar mi afición a esos festejos taurinos", 
 
  • Oh insensatos gálatas! ¿Quién os fascinó a vosotros, a cuyos ojos fue presentado Jesucristo crucificado? Quiero saber de vosotros una sola cosa: ¿recibisteis el Espíritu por las obras de la ley o por la fe en la predicación? ¿Tan insensatos sois? Comenzando por espíritu, ¿termináis ahora en carne? ¿Habéis pasado en vano por tales experiencias? ¡Pues bien en vano sería! (Ga 3, 1-4)

 
Pues a mi parecer, si un día recibieron el Espíritu de Cristo, y ahora buscan cualquier cosa que el mundo les ofrece para sus entretenimientos y caprichos, ya no son espirituales, y nada provechoso están haciendo en la Viña del Señor.
 
El cristiano carnal todo cuánto hace por Dios, es vano, en su vaciedad, no tiene reparo en faltar a la caridad cristiana, no tiene misericordia, llenos de sí mismo, pero vacíos del Amor de Dios. Con el corazón endurecido, no llega a descubrir los propios errores, sino que tiene la mirada echada en aquellos consagrados y consagradas a Dios, para desahogarse, y seguir arremetiendo contra todo cuánto se le pueda ocurrir. No tiene una oración para ellos, pues están llenos de palabras ásperas y mal intencionadas.
 
Nosotros necesitamos ser verdaderos amigos de Dios, por eso, cuando nos tomamos muy en serio nuestra responsabilidad que hemos recibido con los sacramentos, del Bautismo y de la Confirmación.
 
Estemos pendientes de lo que nos enseña la Iglesia Católica,


 Tengo que poner la noticia entera de Zenit, porque hay errores en la dirección del link, y lleva a otra noticia distinta, también del Zenit.
 Aquellos que tergiversan los textos litúrgicos de la Misa y otros según la propia medida, no están siendo fieles a Cristo, y están causando graves daños a la espiritualidad de los "conformistas"