sábado, 16 de mayo de 2015

San Lucas 10, 13-16, (reflexión espiritual)

Es importante que nuestros pastores prediquen la penitencia, es de suma urgencia, porque para alcanzar la misericordia de Dios, no sería posible, si no hiciéramos penitencia y oración. No sería posible nuestra salvación si estamos inclinados a la idolatría de este mundo. Pues la misericordia no puede llegar a quien se cierre a la obediencia de Dios y al arrepentimiento, la perseverancia.
 
La Misericordia de Dios no tiene límites, pero somos nosotros que peligrosamente ponemos límites a la acción de Dios.
 
No se predica la penitencia, es preferible, según ellos, buscar un camino mejor que el que enseña Jesucristo para la salvación de las almas. Los juegos, entretenimientos y diversiones, ya tiene el visto bueno por los hijos de este mundo. Se han olvidado de Cristo.