viernes, 27 de julio de 2012

Campamentos, lugares para encontrarnos con Dios

 En los campamentos de verano, también muchas parroquias acompañan a la juventud. Esta juventud cristiana, tiene que librarse de la corrupción del mundo, tiene toda la temporada, en plena naturaleza para alabar al Señor, adorarle, no solamente deben dedicar sus actividades en los juegos para entretenimientos de los participantes, pues la mejor participación para crecer en la fe, debe ser según el Espíritu Santo.

¡Qué gran provecho espiritual, permitir que Cristo esté en medio entre los que participan en estos campamentos de verano!

EL sacerdote les ayuda en el camino del Señor, un camino espiritual y santo. Disfrutar de la belleza de la naturaleza a la que todos debemos respetar y cuidar, tratarla con cariño. No dejar basura por los montes ni senderos, pues somos cristianos.

El verano aunque el cuerpo por el calor llegue a estar cansado, no así el espíritu, además, no es tanto el cansancio que vamos a sentir, sino mucho más descansado en la medida que nos demos en la oración, en nuestra entrega a Jesucristo, que es lo más importante en la vida de todo cristiano.

Bienaventurados los que no se olvidan de Jesucristo en época de verano

Para mí, la época del verano me debilita demasiado, yo prefiero un clima más llevadero como la primavera, tambien me siento mejor en otoño y en invierno, aunque según las épocas frías uno se debe cuidad mejor.

Pero es que el verano, no me ayuda a escribir con más energía. El calor me hace cansar el brazo derecho por un problema de hueso. Pero escribir no se requiere demasiado esfuerzo, y sin embargo, este brazo se cansa, como si cogiera un gran peso.

De todas formas, ¡bendito sea Dios!, ahora ha disminuido el calor, y hay brisa, fresca.

Estamos ya acabando el mes de julio, la primera fase de las vacaciones de muchas personas, unos terminarán las vacaciones cansados y malhumorados, porque en este tiempo, se han llegado a olvidar de Dios, y sin oración no puede haber paz en el corazón.

Esta mañana me encontré con un pobre, y me decía, "la procesión se lleva por dentro: rabia, enfados, descontento..." Y yo le decía, que hay que rezar más.

Y es verdad, una persona que no reza, siempre estará malhumorado con todo lo que le sucede así, mismo. Pero con la oración se alcanza la paz, el respeto, la caridad, la comprensión, lo que significa que es verdadera oración. Porque no vale decir, "si yo rezo mucho, pero luego, me enfado con este o con aquel". Esa no es la verdadera oración, La verdadera oración tiene sus frutos de comunión con Dios y la Iglesia Católica, frutos de vida.

La murmuración es fruto de que no se busca a Dios, y por mucho que ore el murmurador no va a conseguir nada, sino que el tentador se aprovechará de esa alma para manejarle como una marioneta de cuerda.

Estas vacaciones de julio y agosto, son importantes oportunidades para no buscarse así mismo, sino para crecer en el amor de Dios, hay más horas para la oración, para la meditación, el recogimiento interior. Son muchas personas que disfrutan haciendo peregrinaciones a santuarios marianos o dedicados a la Santísima Trinidad, entran, se quedan allí ante el Sagrario para la oración,

Como cada verano, el mejor sitio para pasarlo bien, es precisamente, cuando más estamos con el Señor en la Casa de Oración, caminando y descansando mientras se hace un paseo por el monte, pero con la compañía de Jesús, nuestro Guía, Maestro y Salvador que nos ha redimido y salvado, por eso no debemos ir por otro camino al que Jesucristo nos ha presentado, no desviarnos de su plan de salvación y amor.

Esta carta que podemos leer de Monseñor Carlos Osoro, aunque era para el pasado Domingo 15 de Julio de 2012, sigue siendo de actualidad, por nuestra relación como hijos e hijas de Dios nuestro Padre Celestial