viernes, 20 de junio de 2014

Un viaje a Elche. / La Eucaristía, corazón de la Iglesia y derroche de amor

Cristo Jesús y María Santísima nos bendiga a todos, mis hermanos y hermanas.
 
La vida del cristiano es vivir conforme a los intereses de Cristo, con el mismo sentir de  la Iglesia Católica. Ha vivir una vida conforme al Evangelio de Cristo, esto significa, que en nuestro corazón, la mundanidad debe estar excluida de nuestra vida para siempre. Pues los que son verdaderamente de Cristo necesitan solamente todo lo que Cristo nos ofrece y la Iglesia Católica que es Santa, Madre y Maestra por voluntad de Dios. 
 

Vida de oración, estar pendiente de la Voluntad de Dios, siempre.

Cuando visitamos a santuarios marianos, debemos aprender ir con decoro y modestia, porque el Señor es el verdadero y único Rey para nosotros, y no podemos ir de forma estrafalaria. Como alguna vez, hay turista que no tienen en consideración a Cristo y va como si fuera por la playa o por la calle.
 
Estuvimos en Elche, una ciudad preciosa como otras que hay en España, y más que nada por la belleza de la pureza de la fe católica, la historia religiosa es maravillosa, y no podemos olvidarla. Precisamente lo que engrandece a España, son los valores que proceden de Cristo Jesús por medio de la única Iglesia que Él ha fundado, que es guiada por el Sucesor de Pedro, y en este caso, por el Papa Francisco. Los cristianos debemos seguir trabajando por estos valores, que el mundo no acepta, y trata de echarla en el olvido, como ha sucedido en tantas otras generaciones.
 
 
 
 
 
Antes de llegar a Elche, durante el recorrido, vi un avión que volaba y me dio tiempo hacer dos fotos. En casa ya la edité mejor,  
 
 
 
 
De haber tenido un objetivo de largo alcance a mano, la foto me saldría algo mejor para fotografiar este avión. En estos recortes faltan la nitidez.
 
 
Basílica Santa María de Elche
 
 
Cristo siempre nos llama, te llama a ti hermano, hermana, y como sé que le amas con corazón sincero, nada del mundo te apartará de Él. La oración cuánto mejor la hacemos, es cuándo más nos vaciamos de los elementos mundanos que puedan ensuciar nuestra  vida de fe. Pues nosotros estamos llamados a la santidad.
 
 
 
 
 

 
 
 
Cuando tenemos a Jesucristo en nuestro corazón, siempre guardamos silencio interior, incluso de nuestros ruidos en el pensamiento, las preocupaciones de  nuestro hombre viejo, son innecesarias; nuestro compromiso es con Cristo Jesús, que nos ha llamado.
 
Veo que uno de los problemas que suceden cuando se va de visita a las iglesias, basílicas, no se hace como hijo de Dios, y es por eso, que hay necesidad de hablar dentro de las iglesias, o llevar ropas inadecuadas para visitar. Hay lugares en Roma, que para el visitante, debe ir bien vestido. En el momento de hacer esta foto del cartel, no me había fijado que había salido un turista, no un devoto. La verdadera devoción ordena siempre muy bien nuestra vida, tanto interior como exteriormente, pero nosotros debemos seguir trabajando por la verdadera devoción, buscando ante todo la  Voluntad de Dios, evitando todo lo posible, nuestras comodidades en momentos cuando vamos al encuentro del Señor. Es decir, rechazando las comodidades de  nuestro hombre viejo. Porque estar ante el Señor no es incómodo, sino agradable. 
 
Un corazón vacío de Dios tiene necesidad de otras cosas que carecen de los verdaderos valores espirituales, que nunca les llena ni les lleva por el camino de la santidad.
 
 

 

 
 Fue un día agradable nuestra visita a Elche, la Misa que no podía faltar, un poco de historia sobre la ciudad, la visita al Huerto del Cura, su historia y dedicación.

 
 
Un recorrido a pie y en tren por algunas calles,

No es de alta velocidad.
 
 
En todos los momentos tenemos la ocasión de tener a Cristo como compañero de viaje, es nuestro Amigo del alma, y no debemos alejarnos de Él, porque quien no tiene a Cristo en su propia vida, no tarda en ser derribado por el enemigo de las almas.