jueves, 15 de noviembre de 2012

Adoración Perpetua: Templos para no dormir

Demos gloria y alabanza a Dios, contínuamente.
 
 
Cuando el corazón mal dispuesto por los vicios, pecados, tiene que estar resentido contra la Iglesia Católica, el demonio va enviando a algunos de los suyos para sembrar cizaña, mentir, pues no aceptan a Cristo ni a los sacerdotes que trabajan por la salvación de las almas.
 
En realidad hay personas que desean vivir un encuentro personal con Cristo, al parecer hay tibios que desean que no quieren seguir tratando con su propia tibieza, por eso necesitan ir al Encuentro de Jesús.
 
Si se ama profundamente al Señor, ni el frío, ni las nevadas, ni las fuertes lluvias torrenciales son impedimentos, para quienes han triunfado sobre la propia tibieza y poder salir de casa para dirigirse a donde está Cristo, en aquella iglesia, en aquella parroquia, pero fíjate, ¿cómo es que el sagrario está solo? No, Cristo estaba esperando a todos, pero sólo tú, hermano, hermana, te acordaste de Él y te pusiste en camino. ¿Recuerda que de entre los diez leprosos que fueron a Jesús, para pedirle la curación del cuerpo?, pero que sólo uno además de recibir la curación física, el Señor le concedió un acumento de fe, y la salvación eterna, uno quedó más tiempo con Jesús, y salió ganando.
 
 
Muchas veces pedimos al Señor cosas, incluso innecesarios, sin ningún valor, pero quien sale ganando es cuando el alma no pide cosas para sí, que es egoísmo, sino el aprender a hacer la Voluntad de Dios.
 
Pues son muchos jóvenes sin importar la edad que tenga, que por la Adoración Perpetua, acuden al Señor, quieren ser santos, santas.
 
¿Cuál es el sentido de la adoración al Señor? Esto es lo que pienso, cuando el alma va a la capilla, a hacer visitas al Santísimo, únicamente debe centrarse en Cristo, pero si alguien viene, nos toca el hombro para saludarnos, o que quiere conversar conmigo, sería sin duda alguna un desprecio al Señor desviarnos de Él para atender a la criatura cuando no es de verdadera necesidad urgente. La Caridad para con Cristo no puede ni debe interrumpirse.
 
Cuando el alma no llega a comprender el verdadero sentido de la Adoración Perpetua, no ha captado la belleza del Amor de Dios, y su propuesta es que se haga una vez a la semana. Lo cual no tiene sentido, porque no podemos respirar una vez a la semana. La Adoración Perpetua, por decirlo así, es el oxigeno más puro y límpido que el alma puede disfrutar, Nosotros comemos, nos alimentamos cada día, con los alimentos orgánicos, para que nuestro cuerpo no se debilite.
 
El demonio, no descansa una vez por semana, sino que cada momento hace de las suyas para echar por tierra los planes del Señor en las criaturas que quieren salvarse, nosotros que somos hijos, hijas de Dios, siempre tenemos que estar con el Señor, no podemos ir a Él una vez por semana, todo lo contrario, estamos con Dios, y no nos separamos de Él ni un instante de nuestra vida.
 
El Malvado suele engañar a todos los jóvenes con extrema facilidad, porque no acuden al Señor y atacan a la Iglesia Santa de Dios. Los cristianos tibios, tiene más semejanza con los ateos, porque se les encuentran en todas la cosas que el mundo les ofrece.
 
 
Es también un plan del tentador, que cuando alguien está orando al Señor, quiere que esa oración se interrumpa. Por lo que veo también, que cuando se interrumpe, la oración se está haciendo mal, una apariencia de oración para ser visto, por quienes vienen, nos hablan, y se prefiere separar de Cristo para seguir hablando con la otra persona. Estos no conseguirán alcanzar el don de la verdadera adoración.
 
Necesitamos desprendernos de nosotros mismos, cerrar la puerta a todo tipo de ruidos... Pues tengamos en cuenta, que el verdadero seguidor de Cristo, ha renunciado a todos los deseos mundanos para estar el mayor tiempo con el Señor:
 
 
 
Todos los momentos del día, cada hora, son momentos muy buenos para la oración, pero la noche es algo especial, es un misterio maravillloso, en el que el alma puede disfrutar orando y adorando al Altísimo.
 
Este es uno de los textos de las Sagradas Escrituras que siempre me ha llamado al Señor, pues en el momento en que uno se decide por el seguimiento al Señor, se ha de renunciar a los caprichos mundanos, no esperando que otros cristianos lo hagan antes que nosotros, pues cuando lo aplazan, nunca consiguen renunciar a los deseos mundanos... echando a perder las gracias del Señor, y no siempre consiguen tener una buena cosecha espiritual, porque no se han abierto plenamente a la Gracia:
 
  • Pues se ha manifestado la Gracia de Dios, que trae la salvación para todos los hombres, enseñándonos a que, renunciando a la impiedad y a los deseos mundanos, llevemos ya desde ahora una vida sobria, justa, piadosa, aguardando la dicha que esperamos y la manifestación de la Gloria del Gran Dios y Salvador Nuestro Jesucristo, el cual se entregó por nosotros para rescatarnos de toda iniquidad y purificar para Sí un pueblo de su Propiedad, dedicado enteramente a las buenas obras. (Epístola a Tito, 2, 11-14).

Este Pueblo que es propiedad de Cristo, es la Iglesia Católica, solo existe una Iglesia Católica, y que Cristo Jesús ha concedido su Autoridad a la Jerarquía de la Iglesia Católica, y que el Papa Benedicto XVI, es el Dulce Cristo en la Tierra.
 
Sin embargo, la desgracia es que algunos cristianos pretenden servir a Dios, pero sin renunciar a la contaminación y corrupción del mundo.
 
Pero hay cristianos, hermanos y hermanas nuestros que saben como bien sacar el provecho espiritual de la Adoración al Santísimo. Me ha gustado la noticia que se puede leer a continuación:
 
Pues aunque la Adoración Perpetua al Santísimo es contínuan como bien se indica, hay adoradores, que como son tantos, tienen al parecer que estar una vez por semana, una hora. Pero una hora se pasa pronto. Y de que esa hora debe sacarse el máximo provecho para las horas siguientes, es decir, no echando en saco roto, lo bueno que se saca de esa hora, para luego tener más horas en dedicación a los deseos mundanos, esto no acortaría la cosecha espiritual que todos necesitamos recoger para bien nuestro y de todo el mundo,