jueves, 30 de mayo de 2013

Sagrado Corazón de Jesús

El mes de Mayo, es el mes de María, demos gloria y alabanza a Dios por todo cuánto el Señor nos ofrece. Mayo mes de alegría, de encuentro, de más tiempo con María Santísima... A este mes le sigue junio, mes del Sagrado Corazón de Jesús, más íntimamente hemos de permanecer en su amor, como el Evangelista San Juan, que reposaba en el Corazón de Jesús, también nosotros necesitamos hacerlo, además, bien sabemos que Jesús es nuestro Amigo, que no nos deja ni un solo momento. Lo que nos aleja de su amor es algo que se puede evitar: la mundanidad, la idolatría, y todos los demás pecados.
 

sábado, 25 de mayo de 2013

Papa Francisco; «No a los cristianos de salón»

Una vez más, mis buenos hermanos, voy a molestar con esta reflexión, no deben leerlo si no quieren sentirse molestos.

La intención de molestar es contra la mundanidad, pero de ninguna manera es ofender a los verdaderos sentimientos religiosos, sino a los mundanos.

No queridos hermanos, no se trata de ofender a persona alguna, sino a actitudes contrarias a los intereses de Cristo Jesús.

jueves, 23 de mayo de 2013

Ante la crisis, hombres y mujeres buenos


Todo el problema de las crisis, siempre hay una causa, el olvido o rechazo a Dios. Muchas veces, el cristiano antepone lo material antes que lo espiritual, y trata lo espiritual como si fuera algo sin importancia. De ahí, es que el corazón inconstante, trata a Dios como si fuera cualquier personaje mundano.
No hay interés por el Evangelio de Cristo, por lo que algunos intentan dar más importancia a sus propias ideas, contradictorias a las enseñanzas de Cristo y de la Iglesia Católica como si fuera una doctrina, y no lo es, a los ojos de Dios no lo será nunca por mucho que se empeñen los amadores del mundo.
De ahí también que del corazón malo, salen palabras llenas de venenos, palabras altisonantes, (tema que tengo en preparación. En nueva sesión, “Señales de corrupción y muerte).
Las señales del cristiano tiene que tender hacia la vida, ser completamente uno en Cristo Jesús, no necesita dividirse como hacen los hijos de este mundo.
Aquí el Arzobispo nos recuerda, una frase que pronunció la Santísima Madre de Dios en las bodas de Caná: «Haced lo que Él os diga» (Jn 2, 5). No se trata de una frase que hemos de olvidar, pero se olvida. Nosotros no lo haremos porque amamos a Cristo. Tenemos la Biblia a mano, no la dejamos en la estantería como un adorno, no, sino que lo tenemos a nuestro alcance para abrirlo, leer y meditar. San Agustín y otros Santos Padres recomiendan que antes de la lectura de la Palabra de Dios, debemos orar humildemente al Espíritu Santo, si lo hacemos, lo que meditamos, lo iremos cumpliendo conforme a la Gracia de Dios. Hagamos lo que Cristo nos dice, y el Magisterio de la Iglesia Católica, conviene tenerlo en muy buena consideración, ya que es Dios, según las ocasiones nos está hablando, que nosotros no debemos tapar nuestros oídos, porque el Señor sabe muy bien, que intenciones  tenemos de obedecer, y aquellos que no obedecen se alejan de Dios. Pueden leer el Evangelio, pero si no hacen lo que Cristo dice, no es amigo de Dios sino enemigos.

No podemos tener como amigos a los que realmente, con sus palabras, deseos mundanos, y obras según la medida del hombre viejo, han querido enemistarse con Dios.

Nuestro deber es orar por todos. Para que nosotros no caigamos en la bajeza del pecado, y los pobres pecadores se conviertan en los mejores amigos de Dios, pues no puede haber otro camino sino la Gracia de Dios en el corazón arrepentido, contrito, humilde sea feliz. El pecado sólo atrae oscuridades, angustias, desesperación, rencores, resentimientos, soberbia, y toda clase de males, y cuantos han creído ver una solución en el robo, en el suicidio porque no se han abierto al Espíritu Santo, que lo tenía al lado.

Acudamos con toda confianza a la Santísima Madre de Dios, con humildad de corazón. No busquemos a Jesús ni a María Santísima con propósitos de soberbia, de desafío, en esta conducta no se hace un bien en sí mismo, y servir al pecado, al diablo, no conviene a nadie.


Pero vayamos a otro asunto.

miércoles, 15 de mayo de 2013

Para ser cristianos en todo momento, invoquemos cada día al Espíritu Santo y nos acercará a Cristo ...

Soy católico, soy cristiano porque voy de vez en cuando a la Misa. Misa dominical, por un compromiso, alguien me ha dicho que asista a un entierro. ¿Es esto ser cristiano? No, ser cristiano tiene una identidad, Cristo en nuestra propia vida.
 
Cuando se asiste a eventos no cristianos, uno deja de ser cristiano, bueno, suponiendo que el cristiano de corazón dedica su tiempo a Cristo, no solamente una o dos veces por semana, o Navidad, Cuaresma u otras solemnidades religiosas.
 
Hay algunos periodistas católicos que andan extremadamente confusos, no tienen claro las enseñanzas del Santo Padre Francisco, cuando nos habla de una vida espiritual, sin la contaminación y corrupción del mundo, no se centra en sus palabras, pues de los mundanos oigo y leo, que siguen intentando confundir a los corazones, y llevarlo a un pasado que ha muerto, el deporte, el fútbol. No son autenticas informadores católicos, sin embargo siguen ahí, promoviendo el amor al mundo, los informadores con apariencia de católicos.
 
Desde el primer momento, los que se alejan de Espíritu de Cristo no han comprendido al Papa. No hermanos, no estoy juzgando a ninguno, pues el hombre viejo prefiere que no se diga ciertas cosas, se lamenta con bastante frecuencia, cuando descubrimos sus mentiras, sus trampas.
 
Ser cristiano es imitar a la Madre de Dios, en su total entrega a la Voluntad divina, en la oración contemplativa, en la atenta meditación de la Palabra de Dios, en el recogimiento profundo y santo.
 
El Papa Francisco nos recuerda que debemos ser cristianos en todo momento, ser cristiano, no idólatra. el idólatra se dedica a todas las cosas que no se relacionan con Dios, que nada tiene que ver con los valores del Evangelio de Cristo con el mismo sentir de la Iglesia Católica. Ser cristiano es no vivir según las exigencias de la mundanidad del diablo, de la idolatría del deporte.
 
El cristiano debe ser totalmente uno en Cristo Jesús, en la forma de pensar, de trabajar, en todo momento y lugar: en lo privado como en lo público.
 
  • El Papa Francisco dice:
    Se realiza la gran profecía de Ezequiel: "Los purificaré de todas sus impurezas y de todos sus ídolos. Les daré un corazón nuevo y pondré en ustedes un espíritu nuevo… infundiré mi espíritu en ustedes y haré que signa mis preceptos, y que observen y practiquen mis leyes”. (36:25-27). De hecho, de lo profundo de nosotros mismos nacen nuestras acciones: es el corazón el que debe convertirse a Dios, y el Espíritu Santo lo transforma si nosotros nos abrimos a Él.
 
 El Señor viene a purificarnos de todas nuestras impurezas e idolatrías, y en cuánto ya estamos en este camino de purificación, ya no estamos tratando con la idolatría, cualquiera que sea, que la variedad hay muchas... renunciando a la mundanidad, es que ya estamos caminando con Cristo. Pero si nuestro corazón se obsesiona siempre o con bastante frecuencia a lo que es opuesto al Evangelio de Cristo, es retornar al vomito del mundo. Y eso no es una vida de fe. Un corazón nuevo como el de Jesucristo, ya no es la medida de nuestro hombre viejo. El hombre viejo no es creíble, pues es muy atrevido también cuando habla de Cristo y para propósitos mundanos...

Soy cristiano precisamente porque he roto toda relación con la idolatría del deporte, u otros tipos de idolatría, que rompo con la mundanidad del diablo. Soy católico precisamente no por mis propias fuerzas sino porque Cristo me ha hecho hijo de la Santa Madre Iglesia Católica; no le debo nada al mundo, sino a Dios y mi amor por la Iglesia Católica que es Madre y Maestra.