martes, 24 de abril de 2012

Homilía de Mons. Reig Plá estuvo acorde a postura de la Iglesia

Cuando el corazón se dispone bien para acoger la Palabra de Dios, no hay problemas, pues incluso el pecador más corrompido, puede salir de la corrupción y volver al Señor, con humildad y alegría.

Pero si no está dispuesto a convertirse, se llega a enfurecer, porque han encontrado en sus vicios y pecados, una forma de vida, que no es sino, un portal hacia la ruina eterna. Esto sucede con los pecadores incorregibles, tan atados al pecado, que se escandaliza incluso de las homilías de los obispos como Monseñor Reig Pla.

Aquella homilía, del pasado Viernes Santo, no puede causar daño a nadie, sino que son como una medicina, para quien quiere sanar su vida interior. Y siempre vale para cualquier fecha.