sábado, 3 de noviembre de 2012

¿Quieres una vida de santidad?


Como cristianos pretendemos la santidad, ¿Quieres ser santo, santa? El alma que está en comunión constante con la Iglesia Católica y el Papa, saben muy bien los pasos que están dando para ir alcanzando la santidad día a día.
 
Pero si somos tibios, pues el tibio quiere ser santo, pero no se dispone en la medida de la fe, ganarse el cielo, pero sin renunciar a las costumbres de los no creyentes. Quieren ganar el cielo, asistiendo a eventos que nada tiene que ver con lo que enseña el Divino Maestro y la Iglesia Católica.
 
Muchos querrán entrar, dice el Señor, pero no podrá.
 
Como estamos a 3 de noviembre, en el momento que voy escribiendo estas palabras, aún tenemos en la memoria, suponiendo que sea así, que el día 1 fue la Fiesta de Todos los Santos, pues también sería interesante ir conociendo, me refiero a los que no lo conocen, investigar y aprender los santos de nuestros propios nombres, que es lo que hicieron, porque nadie puede santificarse sin no hay vida de oración, penitencia, sacrificio, la Eucaristía, y otros medios que nos ayuden a ser santos.
 
El cielo será para tí, si tú quieres, es decir, si abres tu corazón al Espíritu Santo, y ama intensamente a la Iglesia.

En este Año de la Fe, libros que necesitamos tener cerca, además de la Santa Biblia, los documentos del Concilio Vaticano II, y ya verá como vamos a conocer la verdad, entonces, ya no creeremos los rumores de aquellos... que no aceptan al Concilio Vaticano II, pues no hay nada grave, sino que es un retorno al Evangelio de Cristo,
 
Ahora podemos leer la carta semanal de Monseñor Carlos Osoro, Arzobispo de Valencia. Nos habla de la santidad, padre, madre de familia cristiana, ayuda a tu hijito, a tu hijita a ser santo, cuando sean mayores, vuestros hijos os amarán y respetarán, y vais a tener los mejores cuidadores en vuestro propio hogar. ¡Ánimo!

 

Si quieres, puedes vencer al demonio.

Dice el escritor periodista que “al demonio se le vence con información”, él explica una serie de puntos interesante, y conviene estar en guardia contra el enemigo de las almas, no obstante. Mi reflexión: ¿qué clase de información se requiere? La voz de la Iglesia Católica tiene una información muy bien detallada, lo encontramos por ejemplo en el Catecismo de la Iglesia Católica, los sacramentos, una vida intensa de oración cuando la adversidad parece tener un peso insoportable.+
 
Una de las cosas en que Satanás se complace mucho, es cuando el cristiano se asemeja a los no creyentes, cuando hablan palabras altisonantes, groseras, inmoralidad, de doble sentido, por eso el Espíritu Santo ya nos advierte que como creyentes en Dios y unidos al mismo sentir de la Iglesia Católica, no podemos, es que no debemos hacer las cosas que ellos hacen.
Las palabras ociosas son palabras sin sentidos, que arrastran a la condenación eterna, si meditamos atentamente lo que nos enseña Jesucristo en los Evangelios, y los Apóstoles, debemos poner en práctica todas esas enseñanzas, pues siempre es para nuestro bien, y comprenderemos la libertad auténtica.
Sí, cuando vivimos de acuerdo con la fe de la Iglesia Católica, es fácil vencer al tentador. Pues uno tendrá lo que quiera para la eternidad, salvación o condenación.
 
Si alguien dice "tú me has enseñado a hablar mal, lo he aprendido de ti", es que alguien a aceptado esa mala conducta, pero si amamos al Señor, pero si no puede evitar una mala compañía, por ejemplo, en un trabajo, en que todos los compañeros no tienen un lenguaje sano, sino que está corrompido en todo lo que hace, su corazón perverso. El fiel creyente aunque trabaje allí, o estudie en un colegio, tiene la Gracia de Dios para no imitar las malas costumbres de los no creyentes.
Se puede vencer al Maligno, no aceptando la compañia de los enemigos de Cristo y de la Iglesia Católica. Por tanto, no es el alma pura y sincera quien hace lo que es malo, sino el malo es que imita lo que es malo.