sábado, 10 de noviembre de 2012

Jesucristo, por y con vosotros, los jóvenes

La ventaja de la fidelidad al Señor, es mantener que nuestra vida no se corrompa, pues por eso, aunque vivimos en el mundo, con Cristo no nos corrompemos, todo lo contrario, si en algún momento nos hemos ensuciados por la corrupción del mundo, del pecado, no tardamos en volver a Cristo, que es la Vida de los que queremos vivir. 
La vida de Gracia es una constante renovación para nuestra vida espiritual, ese vida de gracia no debe interrumpirse, y por eso, nuestro corazón no debe dividirse, sino ser uno completamente joven para Cristo.
Hemos de quitarnos la idea, “no valgo para nada”, pues valemos según la medida que nos entreguemos a Cristo.
No es el mundo quien da su valía al ser humano, sino el comprometerse con el Evangelio de Cristo, es verdad, que vamos a tener jornadas que estamos cansados, de no apetecer hacer nada, pues una sola oración bien hecha, en espíritu y verdad, es mucho más útil, que todos los sacrificios, esfuerzos en el trabajo que el cristiano haga.
Sucede que una persona vive para trabajar, quiere tenerlo todo, pero sin oración todo eso termina en vano, llegará un momento, que por la propia culpa, aquel trabajo, aquella vida cómoda que durante años tenía, por su infidelidad a Dios lo pierde.
Cuando el alma deja de creer en Dios, empieza por no rezar, y se aparta de la protección de Dios, va a su libre albedrío, la tristeza, los resentimientos, incluso, en la persona que pueda tener 18 o 20 o más años, que ha rechaza la vida de fe, entonces desean suicidarse, se abandonan en los pecados, en las miserias de las tinieblas.
Amemos al Señor con todo nuestro corazón, con toda nuestra vida, pasemos por esta vida haciendo el máximo bien posible, es una posibilidad que está al alcance de todos cuánto quiera amar a Dios.
No nos engañe el tentador, y pidamos al Señor que nos ayude a tener las cosas más claras, está de que nosotros digamos sí al Señor. pues la vida de gracia no tiene límite para quienes desean ser joven en Cristo Jesús, la edad es algo superficial, es verdad, que nuestro cuerpo se debilita, pero que no tiene por qué ir en paralelo con la vida espiritual, la edad no tiene alas, la Vida de Gracias nos lleva hacia donde está Dios.
Es un sí al Señor, pero no por un rato, sino siempre, perseverar. Hermano, hermana, Cristo ha puesto su mirada sobre ti, porque te amas, te reserva una digna morada en el Reino de los cielos, Él te invita a seguirle, para comprender cuál es el camino, encontrarás luz en el Sagrario, día tras día, no debes desesperar, pues Él tiene la respuesta para ti, en tu perseverancia, llegará un día, en que lo verás mucho más claro. Santa Teresita del Niño Jesús, comprendió cuál tenía que ser su lugar dentro de la Santa Madre Iglesia Católica.
A continuación la carta semanal del Arzobispo de Valencia: