miércoles, 16 de noviembre de 2016

No echemos a perder nuestra vida, aprovechemos piadosamente nuestro tiempo

Damos gracias al Señor nuestro Dios y Salvador Jesucristo.

No podemos caer en la desesperación, mis queridos hermanos y hermanas. Hay personas preocupadas, ¿por qué hay homilías que son dañinas, que son un caos, que son terriblemente malas? Precisamente porque no se dejan llenar del Espíritu Santo, no dedican su vida a la oración, ni a la adoración eucarística.

Por el contrario, cuando hay verdaderos adoradores del Señor, no dicen palabras propias sino la del Espíritu Santo. Un sacerdote sabio también necesita aprender de la doctrina de la Iglesia Católica, para estar más en comunión con el Espíritu Santo, porque no suceda, que el tentador le engañe en aquellas palabras, que en vez de edificar lo que hace es confundir a las almas que buscan a Dios.

Cada cristiano recibimos talentos, a los pastores como su misión de pastor, de guiar al rebaño de Cristo, el obispo, el Papa. Los talentos del Papa no deben ser una aceptación a los errores y herejías. Pues un Papa siempre puede aprender de otros Papas santos, si no es así, el rebaño de Cristo no está guiado por un eficiente sucesor de Pedro. Y se arriesga a tener un juicio severo.

Los cristianos también nos arriesgamos a ser juzgados por el Señor, si nos excedemos en nuestras palabras contra la Jerarquía de la Iglesia Católica.

Los Santos nos enseñan como debemos comportarnos en nuestra vida. Los apegos a las cosas mundanas nos llevan a echar a perder el talento, o talentos que el Señor nos ofrece. Los apegos a los eventos mundanos no nos hacen aptos para la vida eterna. Dios nos ama, pero debemos pensar que no amamos a Dios cuando nuestro corazón, pensamientos se dirigen a cosas terrenales.
En el Evangelio de hoy, también tenemos una edificante homilía de San Gregorio Magno, sobre los talentos, como también del Papa Emérito Benedicto XVI, y la explicación espiritual: Lectio Divina, del Nuevo Testamento, que de ahí he escrito el Evangelio de la parábola de los talentos.
No podemos echar a perder los dones que el Señor nos da a cada uno de nosotros, cada persona, cada ser humano, aunque no sepa leer, tiene un gran talento, y no vale aquello "no sirvo para nada", ...esto es una tentación del demonio. Porque toda persona, incluso los niños son útiles a Dios mientras oren de corazón, o trabajen para conseguir cada día, para que la oración sea lo más perfecta posible, Dios nos da esa capacidad, toda persona es útil mientras no se habitúe al pecado mortal.

Pidamos humildemente a la Santísima Madre de Dios, que nos ayude a ser verdaderos devotos, insistamos en esta petición todos los días, y ya veremos el cambio en nuestras propias vidas.

Y es que el Señor quiere que aprovechemos piadosamente nuestro tiempo, siempre trabajando por el Reino de los cielos, nada de las cosas terrenales.



Medítese también: Parábola de los talentos (Mt. 25, 14-30) Homilías....

domingo, 11 de septiembre de 2016

«Habrá alegría en el cielo por un pecador que se convierta.» (Lc 15,1-32)

Dios sea bendito ahora y por siempre, y la Santísima Madre de Dios


Todos nosotros, cuando tenemos a Cristo, siempre nos alegramos que una persona se convierta a la fe de la Iglesia Católica, y para no dar lugar al tentador, dedicarnos precisamente a la oración. Si estamos en la Iglesia, y tenemos resentimientos es muy perjudicial para nosotros, pues en lugar de Cristo tendríamos al pecado, y no reconocer su gravedad.
Si los ángeles del cielo se alegran por cada pecador que se convierte de corazón, es ejemplo que debemos seguir, la alegría porque un prójimo se ha hecho hermano nuestro por la fe, o un hermano que se había descarriado, muerto por su apostasía, pero luego ha regresado a casa, con más resolución de vivir una vida más santa y siempre en torno al Evangelio de Cristo.
Si Cristo mismo, nuestro Dios, se alegra que el pecador se convierta, ¿Por qué vamos a oponernos? Hay quienes se creen católicos y buenos hijos, sin embargo, tienen un resentimiento extremadamente amargo en su corazón. Pues en estos días, precisamente, uno de tantos enemigos de Dios, se ha atrevido a blasfemar, condenando al Beato Pablo VI al infierno. Estos son lobos con piel de oveja. 
Nosotros debemos tener los sentimientos de Cristo, su amor por las almas.

La tibieza nos arrastraba hacia la desesperación, hacia los caminos más oscuros del pecado, pero Dios nos llamó a una vida de santidad. Dios no puede soportar nuestros pecados, por tanto, tampoco nosotros debemos acostumbrarnos a nuestros vicios y pecados.


Cuando no tenemos vida de oración, nos vamos hundiendo cada vez más en una oscuridad, creíamos que seríamos felices si nos alejamos de la seguridad de la casa paterna. Pero no, fuera de la Iglesia Católica no puede haber auténtica libertad, sino dolor, angustia, amarguras, desesperación, y peor padecerá el alma, si no vuelve en sí, reflexionando, para ir corriendo de nuevo junto a Dios, arrepintiéndonos de todos nuestros pecados. Dios nos ama, pero no por que somos pecadores, sino porque quiere ayudarnos a salir de nuestras maldades, quiere hacernos santos y darnos la Vida eterna. Insistir en que Dios nos ama es una realidad.

Mi querido hermano, mi querida hermana, Cristo te acoge a ti, porque te ama, esto ya lo sabes, pero cuando lo sabemos desde el corazón, comprendemos que hemos de poner de nuestra parte para vivir como el Señor nos pide.

Textos del Evangelios y comentarios pertenecen a la Biblia Didajé (Conferencia Episcopal Española)


Otros comentarios, del Evangelio de San Lucas, Comprender la Palabra.





domingo, 4 de septiembre de 2016

Domingo XXII del tiempo ordinario, Ciclo C. (Lc 14,25-33): «El que no renuncia a todos sus bienes no puede ser discípulo mío»

Gloria y alabanza a la Santísima Trinidad, bendita y alabada sea por siempre la Bienaventurada Virgen María Madre de Dios.  


Mis hermanos y hermanas, llegamos al domingo, un día maravilloso, para disfrutarlo meditando la Sagrada Escritura, y orando, dando gracias al Señor, ya sea en soledad o en familia.


¿Quién puede vivir sin contar con Cristo? ¡Nadie!, sin embargo, para los que quieren alejar a Dios de su propia vida, ese tal, termina por hacerse esclavo del demonio, cuando Dios nos ofrece la verdadera libertad, renuncian, y esto es lo que hacen los inicuos, pero cuánto más se establezca leyes para hacer callar a la Santa Madre Iglesia Católica y a los cristianos, más se extiende por el mundo la corrupción en todos los sentidos.

Necesitamos a Cristo en cada momento de nuestra vida. Una vez por semana no es suficiente, sino en cada instante es necesario.

¿Cómo puedo llevarme bien con el prójimo si hago oídos sordos a Cristo, creyendo que “cumplo” una vez por semana? O en Navidad, Semana Santa, etc. El demonio no quiere darse ni un momento de descanso: ¿y nosotros sí? ¿Es que es importante vernos sometidos por el príncipe de las tinieblas?

Cuando vamos a encontrarnos con Cristo una vez por semana, bueno, no todos vamos una sola vez a la semana, pues hay personas que van cada día. Pues bien, los que van una vez por semana, ya que cumplen también con su trabajo, nadie debe olvidarse del Señor, pues también en el hogar, tras la jornada de trabajo, el tiempo que pierde ante la televisión, bien se puede ocupar en la oración, en la meditación de la Sagrada Biblia, interesarse plenamente por las lecturas del día, que no pudo atender en la Misa, porque estaba trabajando, y en casa poder buscar esos textos bíblicos. La oración del rosario con la familia, leer vidas de santo, su doctrina.
                                                 
Por obligación o por amor.

Debemos preguntarnos, ¿voy a misa porque es precepto, por obligación, o por amor?
Yo no comprendo cómo algunos dicen “ir a Misa por obligación”, “obligado a hacer esto”, ¿tanto molesta al alma hacer las cosas por obligación? Cuando el corazón del alma cristiana, está vacía de amor de Dios, se siente como obligada a hacer esto o aquello. Cuando el ver la televisión, ¿es por obligación? ¿Es menos importante la misa que atender eventos profanos y paganos?

Si no amamos al Señor, todo se nos obliga. Pero si le amamos, no vemos incomodidad que el Domingo como Día del Señor, es también encontrarse con el Amado y recibirle en la Sagrada Comunión. El amor a Dios nos purifica y nos santifica, cuando no hacemos las cosas por obligación.

¿No nos parece absurdo pensar que por obligación es necesario la salvación?, pero hay condiciones para seguir y obedecer a Cristo, y cuando lo hacemos, es desde el corazón, y salimos ganando.




Meditamos el Evangelio:

lunes, 29 de agosto de 2016

El hermano Romaguera; el último ermitaño de los montes valencianos.

Bendito sea el Señor nuestro Dios y Salvador Jesucristo.
Bendita sea la Santísima Virgen María, Madre Inmaculada de Dios. La Llena de Gracia.


¿Para qué estamos en este mundo si no es para salvarnos eternamente? Por eso necesitamos orar, orar, orar, con el corazón, tal como Cristo nos lo enseña. Hay almas que cuando sienten la llamada del Señor a la conversión, lo que comienzan a hacer, es encaminarse a la Sagrada Escritura, ¿Qué es lo que me está pidiendo el Señor que haga? Y en la medida que escuchamos a Dios mediante la atenta lectura de la Sagrada Biblia, vamos comprendiendo con más claridad. Lo que es necesario pertenecer a la Iglesia Católica. Pues al demonio se le da demasiado fácil engañar y someter a los que están fuera de la Iglesia Católica. Aunque también es cierto, que hay muchos cristianos, que estando en la Iglesia Católica, es como si estuvieran fuera, porque entregan su corazón, su vida al pecado, a la mundanidad.

En una reflexión que hice, conocí a un ermitaño, y es que me hablaron de él, y cuando tuve ocasión le pude visitar, le gustaba mucho la oración, se sentía muy feliz, él me contaba su testimonio, como era antes de su conversión. Un deportista, lo dije también, en un pasado miércoles, 2 de octubre de 2013

Hermano Salvador Romaguera, ermitaño. Recordándole con ternura y cariño fraternal.

Hubo otras personas que le conocieron también, ciclistas. Uno de los que han conocido a este ermitaño, pues nos cuenta su testimonio. Ahora he añadido nuevas fotos, pero únicamente, del humilde ermitaño. Pues anteriormente no se encontraban en Internet.


Bien, cuando un religioso se para en un lugar determinado, no podemos considerarlo como "casualidad", sino que es ahí, donde el Señor le tenía preparado como continuar su vida. Para el alma de fe, la casualidad no existe. Nosotros creemos en la Providencia de Dios, que puede obrar, nos guía y siempre nos ayuda en todo, cuando nuestro corazón ya está bien dispuesto.

Un día que yo estaba en aquel retiro, era Semana Santa, había llegado otro peregrino, cuando todavía teníamos a San Juan Pablo II, el Papa Magno, que me encamino hacia una vida de pureza religiosa. Pues este ermitaño, estaba apegado a una radio pequeña, y solía oír, cosas. Yo prefería estar retirado. No estaba allí para escuchar la radio. Y el Hermano Salvador, también se había alejado por otra parte para dedicarse a la oración. Ya al atardecer, más bien, anocheciendo, el ermitaño le decía al Hermano Salvador, ¿por qué no te instala en la ciudad, porque allí hay más gente? Y me preguntó el Hermano a mí, pues no le dio una respuesta a aquel otro supuesto ermitaño. "José Luis, ¿y tú que dices?", yo le respondí, que no era conveniente, pues el diablo estaba por allí, mientras que en la soledad de la ermita, en la montaña. Tenemos todo el tiempo para la oración. Y sonrió porque supo que era verdad.

Ciertamente, en las ciudades abunda cada vez más el pecado. Si un cristiano se entretiene demasiado por las ciudades, yendo y mirando, pierde de vista al Señor y se disipa en la vida de oración, el ajetreo de la gente. La gravedad de los pecados mortales que se muestran en las modas, en las impurezas que muchas almas desean permanecer esclavizadas.

Desgraciadamente, en los lugares que un día, siglos atrás, muchas almas que se sintieron llamar a la soledad para la oración, que edificaron conventos, monasterios, poco a poco, la astucia del demonio, ha conseguido que se construyeran otros edificios, viviendas, para obstaculizar la fe de las almas. Donde hay mucha gente, el pecado se extiende como una lacra. La soledad por tanto, siempre mirando a Dios, atendiendo al Evangelio, y evitando el ocio, haciendo trabajos manuales o de campo. Trabajos manuales como rosarios, belenes, que es lo que se dedicaba a hacer un santo capuchino en Valencia, que ya el Señor se lo llevó al cielo.

El bendito ermitaño, por su amor a Cristo, al Evangelio, tenía bastantes enemigos, y nos cuenta también José Manuel Almerich, personas de muy corrompida voluntad y mal corazón, moteros, curiosos mal intencionados entre otros. Pues también la prensa, periodistas, ciertos canales de televisión, buscaban hacerle el mayor daño posible.

Es importante que todos oremos, para que se recupere la vocación de santos ermitaños. Pero, estamos ya viendo signos de los tiempos, pues el pecado está extendido por todo el mundo, que impide, incluso a los cristianos, dedicarse a la oración porque se entregan a eventos mundanos que son como cadenas que atrapan para la condenación eterna.

La disciplina de este ermitaño, su penitencia, no era precisamente relajado, sino un enamorado del Evangelio de Cristo.

Me contó que un día se le presentó una persona, que quería ser ermitaño, un extraño personaje, con costumbres impuras, pero cuando el hermano Salvador le dijo, de cumplir tal disciplina, para ir dominando esas impurezas, no quiso obedecer, se asustó y se marchó, ya no volvió. Y es que las almas impuras, cuando ya la maldad está muy arraigada en su interior, no puede renunciar a su pecado. Muchos pecadores impuros buscan que la Iglesia acepten su complicidad en el pecado. Tarde o temprano, terminan excluido de la salvación eterna. Porque Dios no se deja engañar por nadie.

He copiado precisamente la crónica de José Manuel Almerich, pues no sería la primera vez, que un enlace dejara sin información, "no se encuentra página", como me ha sucedido varias veces. Así, que con sus fotografías, la de su autor sobre el humilde fraile, que no se encontraba en octubre de 2013, y ahora, gracias a Dios, vemos otras.

Pues desde aquí, siempre gracias a Dios, y al trabajo de José Manuel Almerich. ¡Muchas gracias, hermano!

domingo, 28 de agosto de 2016

«El que se ensalza será humillado, y el que se humilla será ensalzado» (Lc 14,1.7-14)

Bendito sea el Señor nuestro Dios y Salvador Jesucristo, bendita sea la Purísima Madre de Dios y Madre Nuestra.

La alegría de ser cristiano, siempre con la mirada puesta en el Señor nuestro Dios, por eso no podemos desprendernos de la Sagrada Biblia, aprendemos a ser humildes. Cuando no somos fieles a Cristo, somos sometidos por el demonio a cualquier engaño, porque nos falta el remedio de la oración. Aceptemos las correcciones del Señor en nosotros y de la Santa Madre Iglesia Católica, y de nuestros pastores, que son fieles al Señor.


domingo, 21 de agosto de 2016

viernes, 19 de agosto de 2016

San Juan Eudes.

Gloria y alabanza a la Santísima Trinidad.
Bendita sea por siempre la Santísima Madre de Dios y Madre Nuestra.


Viernes, 19 de agosto de 2016

Vamos avanzando en este mes de agosto, siempre en la presencia de Dios. Los que acabaron el primer turno de vacaciones, por el mes de julio, a estas horas, se habrán habituados a la normalidad de su trabajo. También los de este segundo turno. Cuando una persona disfruta de todo un mes de descanso laboral, al llegar ya el momento, se sienten como vacíos, muy desganados, sin gana de trabajar, el problema principal, que lo que parecía descansar el cuerpo, termina más cansado, el verano, la playa, las piscinas, que agotan al ser humano, y todo cuando no tienen relación con Dios, ni oran, ni se acercan a las iglesias para visitar al Santísimo. Sino que quieren pasarlo lo mejor posible. Pero los que están lejos del Señor, no pueden pasarlo bien, pues el pecado aplasta, agota al ser humano, deja un vacío inmenso en el alma.

Los cristianos por el contrario, quieren vivir la fe, y aunque tengan vacaciones, se entregan al Señor, puede vivir más intensamente la fe. A diario va a las iglesia, necesita la fuerza de Cristo que en la Eucaristía, la Santa Misa, el sacramento de la penitencia, puede conseguir.

No son los mismos, para los que tienen fe que para los que no tienen, cuando le llegan su momento de descanso, vacaciones. Los cristianos fervientes salen ganando porque no pierden de vista al Señor. Pero aquellos que no tienen a Cristo, el demonio no les pierde de vista, y así los maneja para la conducta permanente con el pecado y la corrupción.


El diablo, por el contrario, cuando ve un devoto de María Santísima, no quiere saber nada de esa alma devota. El alma devota no debe descuidar su relación con Dios, con la Santísima Madre de Dios, la Sagrada Biblia que llega a ser un escudo protector contra los espíritus malignos. Porque es la Palabra de Dios, que si la ponemos en práctica, Dios nuestro amado Padre nos defiende.

Bien, mis queridos hermanos y hermanas, hoy, 19 de agosto es San Juan Eudes. Ya de niño tenía deseos de ser santo, y complació al Señor. Desgraciadamente en nuestros tiempos, no se animan a los niños a la santidad, sino al deporte, a los juegos, ya no hay amor a Dios, y se precipitan hacia su condenación eterna. La educación a los niños en la fe de la Iglesia Católica, en el temor de Dios, para evitar el pecado, es lo que debe promoverse.


Si nosotros, que sabemos que Jesucristo es nuestro Redentor y Salvador, debemos estar atentos. Cuántas veces no procuramos vivir para el Señor, nuestro enemigo el tentador, nos va arrastrando hacia una vida de mal en peor.

En el pasado, la formación del clero era con mucha relación a lo espiritual, a una formación santa y piadosa. En nuestros tiempos, la formación del clero, ya lo vemos, como algunos, completamente vacíos de todo Espíritu de Dios, se dedican a los juegos, a las selecciones de fútbol o las Olimpiadas, no los educan para el Señor, para la santidad. Por eso se ve tantos monasterios en ruinas, iglesias desacralizadas, profanaciones, y tantas cosas por las que tales formaciones mundanas, no espirituales, el alma termina lejos de Dios, y no lo sabe hasta que es demasiado tarde y no puede remediarlo. Y no lo sabe porque ha querido endurecer su corazón. Y porque teniendo la luz delante de sí, la rechaza para permanecer en las oscuridades del mundo.


San Juan Eudes.

Gloria y alabanza a la Santísima Trinidad.
Bendita sea por siempre la Santísima Madre de Dios y Madre Nuestra.


Viernes, 19 de agosto de 2016

Vamos avanzando en este mes de agosto, siempre en la presencia de Dios. Los que acabaron el primer turno de vacaciones, por el mes de julio, a estas horas, se habrán habituados a la normalidad de su trabajo. También los de este segundo turno. Cuando una persona disfruta de todo un mes de descanso laboral, al llegar ya el momento, se sienten como vacíos, muy desganados, sin gana de trabajar, el problema principal, que lo que parecía descansar el cuerpo, termina más cansado, el verano, la playa, las piscinas, que agotan al ser humano, y todo cuando no tienen relación con Dios, ni oran, ni se acercan a las iglesias para visitar al Santísimo. Sino que quieren pasarlo lo mejor posible. Pero los que están lejos del Señor, no pueden pasarlo bien, pues el pecado aplasta, agota al ser humano, deja un vacío inmenso en el alma.

Los cristianos por el contrario, quieren vivir la fe, y aunque tengan vacaciones, se entregan al Señor, puede vivir más intensamente la fe. A diario va a las iglesia, necesita la fuerza de Cristo que en la Eucaristía, la Santa Misa, el sacramento de la penitencia, puede conseguir.

No son los mismos, para los que tienen fe que para los que no tienen, cuando le llegan su momento de descanso, vacaciones. Los cristianos fervientes salen ganando porque no pierden de vista al Señor. Pero aquellos que no tienen a Cristo, el demonio no les pierde de vista, y así los maneja para la conducta permanente con el pecado y la corrupción.


El diablo, por el contrario, cuando ve un devoto de María Santísima, no quiere saber nada de esa alma devota. El alma devota no debe descuidar su relación con Dios, con la Santísima Madre de Dios, la Sagrada Biblia que llega a ser un escudo protector contra los espíritus malignos. Porque es la Palabra de Dios, que si la ponemos en práctica, Dios nuestro amado Padre nos defiende.

Bien, mis queridos hermanos y hermanas, hoy, 19 de agosto es San Juan Eudes. Ya de niño tenía deseos de ser santo, y complació al Señor. Desgraciadamente en nuestros tiempos, no se animan a los niños a la santidad, sino al deporte, a los juegos, ya no hay amor a Dios, y se precipitan hacia su condenación eterna. La educación a los niños en la fe de la Iglesia Católica, en el temor de Dios, para evitar el pecado, es lo que debe promoverse.


Si nosotros, que sabemos que Jesucristo es nuestro Redentor y Salvador, debemos estar atentos. Cuántas veces no procuramos vivir para el Señor, nuestro enemigo el tentador, nos va arrastrando hacia una vida de mal en peor.

En el pasado, la formación del clero era con mucha relación a lo espiritual, a una formación santa y piadosa. En nuestros tiempos, la formación del clero, ya lo vemos, como algunos, completamente vacíos de todo Espíritu de Dios, se dedican a los juegos, a las selecciones de fútbol o las Olimpiadas, no los educan para el Señor, para la santidad. Por eso se ve tantos monasterios en ruinas, iglesias desacralizadas, profanaciones, y tantas cosas por las que tales formaciones mundanas, no espirituales, el alma termina lejos de Dios, y no lo sabe hasta que es demasiado tarde y no puede remediarlo. Y no lo sabe porque ha querido endurecer su corazón. Y porque teniendo la luz delante de sí, la rechaza para permanecer en las oscuridades del mundo.


miércoles, 17 de agosto de 2016

Agosto, mes del Inmaculado Corazón de María

Gloria y alabanza a la Santísima Trinidad. Bendita sea por siempre la Santísima Madre de Dios.
Miércoles, 17 de agosto de 2016


Mis buenos hermanos y hermanas, he tenido ciertos problemas en este blog, pero veremos ahora, con la ayuda de Dios, si esto vuelve a marchar. Ya son muchos meses que lo he tenido abandonado.



Es cierto que en repetidas ocasiones, me he decidido: "Tengo que compartir algo", y al final no lo pude hacer.

domingo, 3 de abril de 2016

«Domingo in Albis» sobre la Misericordia. Reflexiones espirituales

Doy gracias a Dios, porque en esta Domingo de la Misericordia, II Domingo de Pascua, se ha tenido muy presente la Misericordia de Nuestro Señor Jesucristo. En otras parroquias podríamos oír que a veces se habla de misericordia, pero en la práctica, es un olvido, incluso un rechazo de la esta solemnidad.


Tenemos que dar gracias a Dios, porque este don de Dios, que el Papa Francisco, sobre el jubileo de la Misericordia, todo este año, y debemos alimentar nuestro espíritu haciendo que la misericordia de Dios entre en nosotros, para que, a su vez, la pongamos en práctica con el prójimo. Pero la misericordia no puede separarse de la Justicia de Dios. El cristiano como hijo de la Iglesia Católica, comprenderá mucho mejor el sentido de la misericordia de Dios, cuando también practique la justicia. La Justicia según Dios no es nada malo, nos ayuda a ver las cosas más clara.

Esta misma mañana, tomé esta foto. Había otra imagen, como un poster, lo habían colocado, cerca del altar.