domingo, 29 de enero de 2012

Busquemos sinceramente a Dios cuando oremos con el corazón

Reflexionemos, ¿cuánto tiempo dedicamos a la oración y al recogimiento?; ¿Después de la oración nos dedicamos ya a nosotros mismos, es decir, a divertirnos entre juegos y entretenimientos mundanos?

Amar la oración o la insensatez de las tradiciones de los hombres carnales

Esta reflexión va a molestar a pobres almas, y posiblemente de la comunidad valenciana, porque la fiesta de "moros y cristianos", necesita una verdadera purificación, vivir más la espiritualidad, la verdadera religión católica y no es así. Y del mismo modo, las romerías del Rocío, ¿se piensa acaso que lo que sucede es comportamiento humilde y casto?

Pero... San Agustín: «Uno debe decir la verdad, especialmente cuando una dificultad hace que mucho sea más urgente. Que lo comprenda el que pueda comprenderlo.
Guardémonos muy bien de que, guardando silencio por consideración a los que no sean capaces de comprenderlo, no sólo se frustre la verdad, sino que sean dejados en el error los que pudieran haber captado la verdad, escapando así de su error».