miércoles, 18 de abril de 2012

Personas sin hogar

Los ateos rabiosamente, los que no hacen nada por los pobres, los que se enriquecen ellos mismos, los que derrochan su dinero en sus vicios, “es mi dinero, lo gasto en lo que quiero”, se quejan amargamente contra la Iglesia Católica: “hay que poner fin a los privilegios de la Iglesia Católica”.