miércoles, 16 de noviembre de 2011

Prisioneros de este mundo, hacia la cuesta abajo

El demonio engaña a todos los hijos e hijas de Dios, hace lo posible para apartarlos del camino de la salvación, a unos le tienta de una forma, a otro de otras. Cuando un alma se consagra al Señor, en la vida sacerdotal, o como religioso, necesita más poderosamente hacer más oración, porque la tentación en el sacerdote puede ser más fuerte que en el cristiano que no lo es, y que vive una vida, también con muchos y variados peligros para su alma.

La propuesta de que esas personas, "celibato opcional", "los sacerdotes casados pueden llevar más almas a Dios", lo que dicen es engañarse. Pues si han dejado de creer en el Evangelio con el resultado de haber perdido la fe, cuanto ni ellos mismos han querido perseverar en la Voluntad de Dios. No tiene sentido, piensan así, porque ya no tienen a Cristo.