viernes, 10 de febrero de 2012

Desafíos para la necesaria Nueva Evangelización

Esta carta tiene relación con la Nueva Evangelización que enseña el Papa. Pero muchas personas “autosuficientes” tienen un proyecto sobre la Nueva Evangelización, que es personal, que es de este mundo, y no procede del Espíritu Santo. Y basta examinar atentamente, la diferencia en que lo que pide Dios a través de su Palabra en la Sagrada Biblia, y las absurdas propuestas engañosas con la que el demonio tienta, para hacer creer el sentido de la Nueva Evangelización. La “evangelización” que apuesta el hombre del mundo, es por ejemplo, algo que se relaciona con el protestantismo. Y el católico no debe tener ni la mentalidad ni el corazón del protestante. Es decir, evangelizar al modo distinto de la fe de la Iglesia Católica. Y en su “evangelización”, se imaginan que pueden hacerlo sin romper del todo del proceder mundano. O sea, una “evangelización”, del que quiere contar con un mayor número de jóvenes, pero sin la menor calidad espiritual. Y no son pocos los elegidos que se imaginan que eso está muy bien, y llegan a aprobarlo, más que nada porque creen que es una novedad, pero que no lo es. Lo aprueban porque no son espirituales. No consideran la Palabra de Dios ni enseñanzas de Jesucristo y de la Iglesia Santa, y no se esfuerzan por una perfección personal en las oraciones que hacen, terminando consentir los "respetos humanos", se olvida de la necesidad espiritual. 
Pero es el mismo sistema, en que la juventud que oye ese tipo de evangelización, siguen acercarse a la Iglesia. Lo que se pueden creer que es una novedad.

En otra ocasión si Dios quiere intentaré explicar más sobre este asunto y de lo que se trata. Ahora es bueno que meditemos la siguiente carta:

Necesidad de orar por todo el Pueblo Cristiano: La Iglesia Católica

Es tan importante la vida de oración, que sin ella, la soledad se hace notar terriblemente, pero cuando el alma se decide por la oración en espíritu y verdad, ya no hay soledad. Pero si la oración es imperfecta, y no buscamos la perfección, aunque oremos en comunidad, siempre nos sentiremos solos interiormente.