miércoles, 27 de junio de 2012

De las cartas espirituales de San Jerónimo: A San Agustín de Hipona.

  • "Cuando un hombre descubra sus faltas, Dios las cubre. Cuando un hombre las esconde, Dios las descubre, cuando las reconoce, Dios las olvida". San Agustín (354-430)



San Agustín fue muy respetado en su tiempo, como lo sigue siendo en la actualidad, por todos los fieles que están en comunión con la Iglesia Católica. San Jerónimo ya lo definía como Papa, que no ha llegado a serlo, pero como sabemos, es uno de los doctores más importantes tiene la Iglesia Católica.

A veces podríamos pensar, que rezar mucho podría llegarnos a cansarnos, y dejamos de rezar, entonces el demonio aprovecha ese tiempo, para seducirle con alguna tentación.

Para evitar todo tipo de cansancio cuando oramos, es necesario ver lo que hay en nuestro corazón, pues si abrimos bien los ojos, nos encontramos con nuestro hombre viejo, con sus costumbres desordenadas, con sus vicios y pecados. Pero nosotros cuando nos purificamos por dentro, ese cansancio se desvanece, pues la Gracia de Dios nos ayuda a tener alas, y no cansarnos nunca de orar al Señor. ¿Quién se puede cansar de respirar aire para los pulmones? ¡Nadie!, pues la oración es el aire puro que necesita nuestro espíritu y caminar en santidad.