lunes, 29 de agosto de 2016

El hermano Romaguera; el último ermitaño de los montes valencianos.

Bendito sea el Señor nuestro Dios y Salvador Jesucristo.
Bendita sea la Santísima Virgen María, Madre Inmaculada de Dios. La Llena de Gracia.


¿Para qué estamos en este mundo si no es para salvarnos eternamente? Por eso necesitamos orar, orar, orar, con el corazón, tal como Cristo nos lo enseña. Hay almas que cuando sienten la llamada del Señor a la conversión, lo que comienzan a hacer, es encaminarse a la Sagrada Escritura, ¿Qué es lo que me está pidiendo el Señor que haga? Y en la medida que escuchamos a Dios mediante la atenta lectura de la Sagrada Biblia, vamos comprendiendo con más claridad. Lo que es necesario pertenecer a la Iglesia Católica. Pues al demonio se le da demasiado fácil engañar y someter a los que están fuera de la Iglesia Católica. Aunque también es cierto, que hay muchos cristianos, que estando en la Iglesia Católica, es como si estuvieran fuera, porque entregan su corazón, su vida al pecado, a la mundanidad.

En una reflexión que hice, conocí a un ermitaño, y es que me hablaron de él, y cuando tuve ocasión le pude visitar, le gustaba mucho la oración, se sentía muy feliz, él me contaba su testimonio, como era antes de su conversión. Un deportista, lo dije también, en un pasado miércoles, 2 de octubre de 2013

Hermano Salvador Romaguera, ermitaño. Recordándole con ternura y cariño fraternal.

Hubo otras personas que le conocieron también, ciclistas. Uno de los que han conocido a este ermitaño, pues nos cuenta su testimonio. Ahora he añadido nuevas fotos, pero únicamente, del humilde ermitaño. Pues anteriormente no se encontraban en Internet.


Bien, cuando un religioso se para en un lugar determinado, no podemos considerarlo como "casualidad", sino que es ahí, donde el Señor le tenía preparado como continuar su vida. Para el alma de fe, la casualidad no existe. Nosotros creemos en la Providencia de Dios, que puede obrar, nos guía y siempre nos ayuda en todo, cuando nuestro corazón ya está bien dispuesto.

Un día que yo estaba en aquel retiro, era Semana Santa, había llegado otro peregrino, cuando todavía teníamos a San Juan Pablo II, el Papa Magno, que me encamino hacia una vida de pureza religiosa. Pues este ermitaño, estaba apegado a una radio pequeña, y solía oír, cosas. Yo prefería estar retirado. No estaba allí para escuchar la radio. Y el Hermano Salvador, también se había alejado por otra parte para dedicarse a la oración. Ya al atardecer, más bien, anocheciendo, el ermitaño le decía al Hermano Salvador, ¿por qué no te instala en la ciudad, porque allí hay más gente? Y me preguntó el Hermano a mí, pues no le dio una respuesta a aquel otro supuesto ermitaño. "José Luis, ¿y tú que dices?", yo le respondí, que no era conveniente, pues el diablo estaba por allí, mientras que en la soledad de la ermita, en la montaña. Tenemos todo el tiempo para la oración. Y sonrió porque supo que era verdad.

Ciertamente, en las ciudades abunda cada vez más el pecado. Si un cristiano se entretiene demasiado por las ciudades, yendo y mirando, pierde de vista al Señor y se disipa en la vida de oración, el ajetreo de la gente. La gravedad de los pecados mortales que se muestran en las modas, en las impurezas que muchas almas desean permanecer esclavizadas.

Desgraciadamente, en los lugares que un día, siglos atrás, muchas almas que se sintieron llamar a la soledad para la oración, que edificaron conventos, monasterios, poco a poco, la astucia del demonio, ha conseguido que se construyeran otros edificios, viviendas, para obstaculizar la fe de las almas. Donde hay mucha gente, el pecado se extiende como una lacra. La soledad por tanto, siempre mirando a Dios, atendiendo al Evangelio, y evitando el ocio, haciendo trabajos manuales o de campo. Trabajos manuales como rosarios, belenes, que es lo que se dedicaba a hacer un santo capuchino en Valencia, que ya el Señor se lo llevó al cielo.

El bendito ermitaño, por su amor a Cristo, al Evangelio, tenía bastantes enemigos, y nos cuenta también José Manuel Almerich, personas de muy corrompida voluntad y mal corazón, moteros, curiosos mal intencionados entre otros. Pues también la prensa, periodistas, ciertos canales de televisión, buscaban hacerle el mayor daño posible.

Es importante que todos oremos, para que se recupere la vocación de santos ermitaños. Pero, estamos ya viendo signos de los tiempos, pues el pecado está extendido por todo el mundo, que impide, incluso a los cristianos, dedicarse a la oración porque se entregan a eventos mundanos que son como cadenas que atrapan para la condenación eterna.

La disciplina de este ermitaño, su penitencia, no era precisamente relajado, sino un enamorado del Evangelio de Cristo.

Me contó que un día se le presentó una persona, que quería ser ermitaño, un extraño personaje, con costumbres impuras, pero cuando el hermano Salvador le dijo, de cumplir tal disciplina, para ir dominando esas impurezas, no quiso obedecer, se asustó y se marchó, ya no volvió. Y es que las almas impuras, cuando ya la maldad está muy arraigada en su interior, no puede renunciar a su pecado. Muchos pecadores impuros buscan que la Iglesia acepten su complicidad en el pecado. Tarde o temprano, terminan excluido de la salvación eterna. Porque Dios no se deja engañar por nadie.

He copiado precisamente la crónica de José Manuel Almerich, pues no sería la primera vez, que un enlace dejara sin información, "no se encuentra página", como me ha sucedido varias veces. Así, que con sus fotografías, la de su autor sobre el humilde fraile, que no se encontraba en octubre de 2013, y ahora, gracias a Dios, vemos otras.

Pues desde aquí, siempre gracias a Dios, y al trabajo de José Manuel Almerich. ¡Muchas gracias, hermano!

domingo, 28 de agosto de 2016

«El que se ensalza será humillado, y el que se humilla será ensalzado» (Lc 14,1.7-14)

Bendito sea el Señor nuestro Dios y Salvador Jesucristo, bendita sea la Purísima Madre de Dios y Madre Nuestra.

La alegría de ser cristiano, siempre con la mirada puesta en el Señor nuestro Dios, por eso no podemos desprendernos de la Sagrada Biblia, aprendemos a ser humildes. Cuando no somos fieles a Cristo, somos sometidos por el demonio a cualquier engaño, porque nos falta el remedio de la oración. Aceptemos las correcciones del Señor en nosotros y de la Santa Madre Iglesia Católica, y de nuestros pastores, que son fieles al Señor.


domingo, 21 de agosto de 2016

viernes, 19 de agosto de 2016

San Juan Eudes.

Gloria y alabanza a la Santísima Trinidad.
Bendita sea por siempre la Santísima Madre de Dios y Madre Nuestra.


Viernes, 19 de agosto de 2016

Vamos avanzando en este mes de agosto, siempre en la presencia de Dios. Los que acabaron el primer turno de vacaciones, por el mes de julio, a estas horas, se habrán habituados a la normalidad de su trabajo. También los de este segundo turno. Cuando una persona disfruta de todo un mes de descanso laboral, al llegar ya el momento, se sienten como vacíos, muy desganados, sin gana de trabajar, el problema principal, que lo que parecía descansar el cuerpo, termina más cansado, el verano, la playa, las piscinas, que agotan al ser humano, y todo cuando no tienen relación con Dios, ni oran, ni se acercan a las iglesias para visitar al Santísimo. Sino que quieren pasarlo lo mejor posible. Pero los que están lejos del Señor, no pueden pasarlo bien, pues el pecado aplasta, agota al ser humano, deja un vacío inmenso en el alma.

Los cristianos por el contrario, quieren vivir la fe, y aunque tengan vacaciones, se entregan al Señor, puede vivir más intensamente la fe. A diario va a las iglesia, necesita la fuerza de Cristo que en la Eucaristía, la Santa Misa, el sacramento de la penitencia, puede conseguir.

No son los mismos, para los que tienen fe que para los que no tienen, cuando le llegan su momento de descanso, vacaciones. Los cristianos fervientes salen ganando porque no pierden de vista al Señor. Pero aquellos que no tienen a Cristo, el demonio no les pierde de vista, y así los maneja para la conducta permanente con el pecado y la corrupción.


El diablo, por el contrario, cuando ve un devoto de María Santísima, no quiere saber nada de esa alma devota. El alma devota no debe descuidar su relación con Dios, con la Santísima Madre de Dios, la Sagrada Biblia que llega a ser un escudo protector contra los espíritus malignos. Porque es la Palabra de Dios, que si la ponemos en práctica, Dios nuestro amado Padre nos defiende.

Bien, mis queridos hermanos y hermanas, hoy, 19 de agosto es San Juan Eudes. Ya de niño tenía deseos de ser santo, y complació al Señor. Desgraciadamente en nuestros tiempos, no se animan a los niños a la santidad, sino al deporte, a los juegos, ya no hay amor a Dios, y se precipitan hacia su condenación eterna. La educación a los niños en la fe de la Iglesia Católica, en el temor de Dios, para evitar el pecado, es lo que debe promoverse.


Si nosotros, que sabemos que Jesucristo es nuestro Redentor y Salvador, debemos estar atentos. Cuántas veces no procuramos vivir para el Señor, nuestro enemigo el tentador, nos va arrastrando hacia una vida de mal en peor.

En el pasado, la formación del clero era con mucha relación a lo espiritual, a una formación santa y piadosa. En nuestros tiempos, la formación del clero, ya lo vemos, como algunos, completamente vacíos de todo Espíritu de Dios, se dedican a los juegos, a las selecciones de fútbol o las Olimpiadas, no los educan para el Señor, para la santidad. Por eso se ve tantos monasterios en ruinas, iglesias desacralizadas, profanaciones, y tantas cosas por las que tales formaciones mundanas, no espirituales, el alma termina lejos de Dios, y no lo sabe hasta que es demasiado tarde y no puede remediarlo. Y no lo sabe porque ha querido endurecer su corazón. Y porque teniendo la luz delante de sí, la rechaza para permanecer en las oscuridades del mundo.


San Juan Eudes.

Gloria y alabanza a la Santísima Trinidad.
Bendita sea por siempre la Santísima Madre de Dios y Madre Nuestra.


Viernes, 19 de agosto de 2016

Vamos avanzando en este mes de agosto, siempre en la presencia de Dios. Los que acabaron el primer turno de vacaciones, por el mes de julio, a estas horas, se habrán habituados a la normalidad de su trabajo. También los de este segundo turno. Cuando una persona disfruta de todo un mes de descanso laboral, al llegar ya el momento, se sienten como vacíos, muy desganados, sin gana de trabajar, el problema principal, que lo que parecía descansar el cuerpo, termina más cansado, el verano, la playa, las piscinas, que agotan al ser humano, y todo cuando no tienen relación con Dios, ni oran, ni se acercan a las iglesias para visitar al Santísimo. Sino que quieren pasarlo lo mejor posible. Pero los que están lejos del Señor, no pueden pasarlo bien, pues el pecado aplasta, agota al ser humano, deja un vacío inmenso en el alma.

Los cristianos por el contrario, quieren vivir la fe, y aunque tengan vacaciones, se entregan al Señor, puede vivir más intensamente la fe. A diario va a las iglesia, necesita la fuerza de Cristo que en la Eucaristía, la Santa Misa, el sacramento de la penitencia, puede conseguir.

No son los mismos, para los que tienen fe que para los que no tienen, cuando le llegan su momento de descanso, vacaciones. Los cristianos fervientes salen ganando porque no pierden de vista al Señor. Pero aquellos que no tienen a Cristo, el demonio no les pierde de vista, y así los maneja para la conducta permanente con el pecado y la corrupción.


El diablo, por el contrario, cuando ve un devoto de María Santísima, no quiere saber nada de esa alma devota. El alma devota no debe descuidar su relación con Dios, con la Santísima Madre de Dios, la Sagrada Biblia que llega a ser un escudo protector contra los espíritus malignos. Porque es la Palabra de Dios, que si la ponemos en práctica, Dios nuestro amado Padre nos defiende.

Bien, mis queridos hermanos y hermanas, hoy, 19 de agosto es San Juan Eudes. Ya de niño tenía deseos de ser santo, y complació al Señor. Desgraciadamente en nuestros tiempos, no se animan a los niños a la santidad, sino al deporte, a los juegos, ya no hay amor a Dios, y se precipitan hacia su condenación eterna. La educación a los niños en la fe de la Iglesia Católica, en el temor de Dios, para evitar el pecado, es lo que debe promoverse.


Si nosotros, que sabemos que Jesucristo es nuestro Redentor y Salvador, debemos estar atentos. Cuántas veces no procuramos vivir para el Señor, nuestro enemigo el tentador, nos va arrastrando hacia una vida de mal en peor.

En el pasado, la formación del clero era con mucha relación a lo espiritual, a una formación santa y piadosa. En nuestros tiempos, la formación del clero, ya lo vemos, como algunos, completamente vacíos de todo Espíritu de Dios, se dedican a los juegos, a las selecciones de fútbol o las Olimpiadas, no los educan para el Señor, para la santidad. Por eso se ve tantos monasterios en ruinas, iglesias desacralizadas, profanaciones, y tantas cosas por las que tales formaciones mundanas, no espirituales, el alma termina lejos de Dios, y no lo sabe hasta que es demasiado tarde y no puede remediarlo. Y no lo sabe porque ha querido endurecer su corazón. Y porque teniendo la luz delante de sí, la rechaza para permanecer en las oscuridades del mundo.


miércoles, 17 de agosto de 2016

Agosto, mes del Inmaculado Corazón de María

Gloria y alabanza a la Santísima Trinidad. Bendita sea por siempre la Santísima Madre de Dios.
Miércoles, 17 de agosto de 2016


Mis buenos hermanos y hermanas, he tenido ciertos problemas en este blog, pero veremos ahora, con la ayuda de Dios, si esto vuelve a marchar. Ya son muchos meses que lo he tenido abandonado.



Es cierto que en repetidas ocasiones, me he decidido: "Tengo que compartir algo", y al final no lo pude hacer.