jueves, 6 de noviembre de 2014

Sagrada Biblia y la Lectio divina

Últimas actualizaciones:
  • viernes, 7 de noviembre de 2014.
  • Miércoles, 28 de enero de 2015
 

Mis buenos hermanos y hermanas, ya había comentado la necesitad de formarnos en la doctrina de la Iglesia Católica, porque así iremos superando nuestras oscuridades que la ignorancia nos puede provocar, no debemos tener los libros como adornos, sino para aprender, consultar, y de ahí a la oración diaria, del Santo Rosario. La Eucaristía es importante.

«Lee más a menudo las divinas Escrituras, y aún nunca deje de tus manos la lección sagrada. Aprende lo que has de enseñar… no confundas tus obras a tu palabra. No sea que hablando tú en la Iglesia, respondan algunos en sus adentros: “¿Por qué dice esto y no lo hace? » (de las cartas espirituales de San Jerónimo. Carta a Nepociano presbítero, página 14. Apostolado Mariano. Sevilla). Este fragmento de la carta a Nepociano, en primer lugar lo dirige al presbítero Nepociano, pero que también se extiende a todos los sacerdotes católicos. Pero también a todo el pueblo de Dios, nosotros que somos hijos de la Santa Madre Iglesia Católica.

Desgraciadamente me he encontrado con sacerdotes católicos que tristemente desconocen las Sagradas Escrituras, y es que se ocupan demasiado en las cosas innecesarias, en cosas terrenales...ellos son los primeros que deberían tener un gran conocimiento. El problema está, es ese, como había referido; que cuando uno se ofrece al mundo ya no hay memoria para Jesucristo.  Otros sacerdotes en cambio, nos dan valiosos testimonios, y a su vez nos invita a crecer en el conocimiento de la Sagrada Biblia. Los Santos y Santas de todos los tiempos, también nos anima a ello.  
Verdaderamente existe tiempo cada día, para leer las Sagradas Escrituras, sí. Si cerramos la televisión no nos aburriremos cuando procuramos las cosas por el Señor nuestro Dios, solo Dios es necesario en nuestra vida sea en este tiempo para tenerle en la eternidad.

¿Sabemos leer la Sagrada Biblia?

Nunca se debe omitir la oración, porque es luz para nuestra alma; la Eucaristía.

¿Desde qué parte de la Biblia podemos comenzar a leer? El Padre Francisco Varo, nos lo explica, se comienza desde el Nuevo Testamento. Es importante que no pasemos por alto, que no ignoremos las notas doctrinales, y mucho menos las introducciones, porque así se comprende mejor que es lo que leemos. Y cuando lo comprendemos, en mi caso, me he sentido como un protagonista más de ese camino que nos habla la Palabra de Dios.
 
 

Me gusta aquello que San Pablo dice a San Timoteo:
  • «Pero tú permaneces firme en lo que has aprendido y creído, ya que sabes de quienes lo aprendiste, y porque desde niño conoces la Sagrada Escritura, que puede darte la sabiduría que conduce a la salvación por medio de la fe en Cristo Jesús. Toda la Escritura, es inspirada por Dios, para argumentar, para corregir y para educar en la justicia, con el fin de que el hombre esté bien dispuesto, preparado para toda obra buena» (2Tm. 2, 14-17), 
También el mismo Señor Jesucristo, para todos nosotros dice, que examinemos las Sagradas Escrituras (cfr. Jn. 5, 39), esto es, el Antiguo Testamento, como bien sabemos que está unido al Nuevo Testamento. Son inseparables, y se comprende más el Antiguo, tenemos más claro aquellas explicaciones que Jesús nuestro Señor, hace en lo que se refiere a Él. Lo recomiendo.

San Juan Pablo II como el Papa Emérito, como sus predecesores, han enseñado esto mismo, que toda la Escritura debe ser creída. Hoy día, aquellos "teólogos" que no están bien dispuestos a la Gracia de Dios, dicen cosas distintas. Pero nosotros sí creemos, que toda la Santa Escritura verdaderamente es inspiración de Dios para bien de la humanidad entera, y que esté bien dispuesto en recibirla.