viernes, 16 de septiembre de 2011

Una Voce Sevilla

Con la música sacra en las parroquias, haría un inmenso bien a todas las almas que quieren santificarse, todos amamos a Cristo, pero la inconstancia de un corazón dividido que comparta a Cristo con otros asuntos terrenales, no pueden ayudar a la santificación. Nuestro espíritu necesita reeducarse, nuestro corazón, en todos los modos que pueda ayudarnos a acercarnos más a Dios.
Deben desterrarse toda la música que no ayude a la verdadera piedad, a la santidad de vida. ¿De verdad queremos alcanzar la santidad, con nuestro corazón apegado a música profana, de grupos de personas que ni siquieran se esfuerzan en convertir su corazón al Señor?

Hemos, y además que lo necesitamos hace una renuncia total, a todo lo que no nos ayude a acercarnos a Jesucristo.
...