viernes, 12 de junio de 2015

El Sagrado Corazón de Jesús . Meditaciones espirituales

A Dios damos gracias todos los días, porque nos ama, pero debemos preguntarnos ¿Hasta qué punto yo quiero amar a Cristo? Yo sé que me ama, y te ama a ti, pero con frecuencia cuando obramos alguna cosa... ¿esto me lleva a amar a Cristo con todo mi corazón y con toda mi alma?, y solamente lo comprenderemos si nos abrimos al Espíritu Santo, la oración atenta. Y a propósito de la oración, hay diferencias entre rezar sólo o con la comunidad. Si el alma desea perfeccionarse en la oración, es importante rezar solo, pues en ese deseo de purificación, el orante no se da a la carrera en la oración, pues hay grupos de comunidades, que hacen lo contrario, y es que como si te obligaran a rezar a la carrera, apagando de esta manera el fervor y la devoción. Yo nunca me acostumbraré rezar a toda prisa, de forma atropellada, ¡no quiero acostumbrarme a esto!, por eso, yo creo, que la mejor manera de orar, es que tú mismo estés pensando en el sentido de la oración, que se comprenda bien.
 
No se debe generalizar, porque hay comunidades de orantes, que son almas muy espirituales, por ejemplo, las almas contemplativas, ellos saben bien lo que es orar.
Seguimos en el mes del Sagrado Corazón de Jesús. Y como lo dedicamos al Divino Salvador, Él es verdadero Maestro de oración.