martes, 29 de noviembre de 2011

Advertencia sobre los peligros de profanación de la Eucaristía / ¡Sacrilegio!

Advertencia sobre los peligros de profanación de la Eucaristía
 Juan Pablo II: «Hay en este siglo una escasa e inadecuada sensibilidad hacia la Eucaristía y una falta de entendimiento hacia su naturaleza»

El P. dominico Fr, Jude Mbkanma, escritor de Nigeria (África) comparte su opinión sobre la necesidad del arrepentimiento para recibir la Santa Comunión. El Santo Padre ha dicho, que sin arrepentimiento, la recepción de la Eucaristía no tendrá el mismo efecto redentor muy poderoso, ¿saben las personas que la Eucaristía no se debe recibir de una manera rutinaria?, porque actualmente muchos reciben sin ningún tipo de respeto, sin recato, y aún en pecado mortal. Si sabes que no estás preparado para recibir la comunión, ¿por qué vas? Cuando yo estudiaba el Catecismo me enseñaron, que, para una provechosa recepción de la Santa Comunión necesitaba estar preparado, orar, y confesarse, actualmente esto no se dice más, nosotros vamos y la recibimos indebidamente. Por lo tanto la declaración del Santo Padre es importante para nuestro tiempo, es importante que lo escribamos y lo presentemos ante todos, ya que la recepción de la Eucaristía sin previo arrepentimiento de nuestros pecados carecerá de su efectividad redentora.
* * *
De acuerdo de una encuesta galo echa en los Estados Unidos a finales de 1991, solamente el 30% de los católicos creen verdaderamente que están recibiendo el Cuerpo, la Sangre, el Alma y la divinidad de Nuestro Señor Jesucristo bajo las especies del Pan y el Vino. Estos resultados son alarmantes, ¿por qué? Según el P. Fr. Lawrence Sweeney, párroco de la Sagrada Familia en (¿…?)
Muchos comulgantes no le interesan saber si están en pecado mortal, o no, sin hacerse un examen de conciencia, para averiguar su preparación, no, recibe en malas condiciones a Cristo.
Verdaderamente se necesita estar bien preparado para recibir a Dios que se muestra en el Sacramento de la Eucaristía, no con el vestido sucio e inmundo.
Suelen haber muchas comuniones (bodas, misa de difuntos, aniversarios…), pero la disposición del corazón a la santidad, son bien desinteresados.
Son muchas personas que reciben a Cristo de manera indigna, en pecado mortal. Pero no queda ahí todo, pues el culpable ya sufre las consecuencias de su sacrilegio, pierde la fe, pierde la cabeza, casi todo el día anda murmurando entre dientes, con insultos, desprecio al prójimo, matrimonios que se separan, cometen adulterio, y como ya le cuesta volver a Dios, que quiere perdonarle, no lo hacen, no recapacitan sobre su mala conducta, cometen pecados que al final salen al descubierto, ya que no hay oculto para Dios, y cuando Él quiere, lo hace saber, pero más bien para que el pecador se humille, se arrepienta y vuelva su corazón a Dios, pero no siempre lo hace, continúan en sus maldades. Y finalmente pierden cuerpo y alma para siempre.

(Estas palabras que hemos leído, lo transcribí de un documental, que EWTN, emitió hace algunos años, con el título: "El Regalo del Padre)

* * *
ADVERTENCIA A LOS SACERDOTES SOBRE LOS PELIGROS DE PROFANACIÓN DE LA EUCARISTÍA
La obligación de denunciar sacrilegios
El Obispo auxiliar de Madrid, Mons. Fidel Herráez, ha enviado una carta a todos los sacerdotes de la Archidiócesis de Madrid, que, por su interés para todo el pueblo cristiano, ofrecemos en lo esencial, velando por el sagrado respeto que reclama este Santísimo Sacramento.
Han llegado últimamente al Arzobispado, por distintos cauces, información y denuncias sobre algo que está sucediendo en diferentes iglesias de la archidiócesis y durante la celebración de la Eucaristía. Afirman que algunas personas al pasar a comulgar se llevan consigo la forma consagrada, tanto si comulgan en la mano como si comulgan en la boca, ya que después sacan la Sagrada Hostia y la guardan de diversos modos para llevársela. Existen informaciones fundadas de que pertenecen a alguna secta y que lo hacen con intención de profanar después la Sagrada Eucaristía.
Ante un hecho tan grave, los sacerdotes tenemos la obligación de vigilar a la vez, alertar a los fieles para que todos podamos colaborar en el debido cuidado y respeto al Cuerpo de Cristo real mente presente en las especies sacramentales.
En primer lugar, si se detecta a la persona que comete este abuso, hay que comunicarle que un pecado tan grave incurre automáticamente en excomunión reservada a la Sede Apostólica. Y, si se tiene la certeza de que realiza ese acto sacrílego, no sólo hay que comunicárselo personalmente, sino que el sacerdote tiene la obligación de no darle en adelante la Sagrada Comunión. A su vez, los fieles, que muchas veces son los que pueden comprobar mejor estos hechos, tienen obligación moral de informar al sacerdote que celebra sobre la persona concreta que realiza esta sustracción sacrílega, para que se pueda actuar en consecuencia. Ellos mismos pueden, si presencian tal acción, advertir a quien lo hace del acto sacrílego que está cometiendo.
Es necesario que los fieles estén bien instruidos sobre el modo de comulgar en la mano: antes de acercarse al sacerdote, los fieles hacen una inclinación de veneración a la Eucaristía. Si el fiel desea comulgar en la mano, según está concedido por a Santa Sede a la Conferencia Episcopal Española, tiende las manos hacia el sacerdote «haciendo de la mano izquierda un trono para recibir al Rey», como ya se explicaba a los fieles en las catequesis de Jerusalén del siglo IV. A la fórmula del ministro, El Cuerpo de Cristo, responde como confesión de fe: Amén. «El fiel que ha recibido la Eucaristía en su mano la llevará (con su mano derecha) a la boca antes de regresar a su lugar, siempre de cara al altar. De la Iglesia el fiel cristiano recibe la Eucaristía, que es comunión en el Cuerpo de Cristo y en a Iglesia; por esta razón, no se ha de tomar el pan consagrado directamente de la patena o de un cesto, como se haría con el pan ordinario o con pan simplemente bendito, sino que se extienden las manos para recibirlo del ministro de la Comunión. Se recomendará a todos, y Advertencia sobre los peligros de profanación de la Eucaristía en particular a los niños, la limpieza de las manos como signo de respeto hacia la Eucaristía»
(Carta de la Congregación para el Culto Divino)
De la publicación mariana: «Sol de Fátima», marzo-abril 2006)

¿Estamos atentos de que aquellos niños que asisten a las clases de catequesis, en el día del Corpus Christi hacen su Primera Comunión, o ya lo han hecho? En vísperas del Domingo de Ramos (27de marzo de 2010), había muchos niños, ¿estaban verdaderamente preparados para recibir a Cristo en la Sagrada Comunión? A una niña que después de que el sacerdote le diese la Sagrada Comunión, mientras marchaba a su sitio, tenía la Sagrada Hostia en la mano, y mostrándoselo a otros niños y hablando, y en esa mano izquierda como zarandeando a Jesús, la mano en alza, y luego sin dejar de hablar con sus compañeros o compañeras, o amistades, repito, sin dejar de hablar, se lo puso en la boca, en todo el momento. Niños que reciben la Sagrada Comunión, pero no aman a Jesús, por las irreverencias que hacen; muchos desordenes son aprendidos de los mayores, que no respetan el sagrado lugar. Los niños por ejemplo, obrarían con más fervor y devoción, reconocerían verdaderamente a Dios, si los mayores se lo enseñaran, las palabras no deben relacionarse con la hipocresía, es decir, enseñar y no obrar conforme a la piedad ni la devoción. Estos errores son denunciables.
Hace muchos años me encontré una Sagrada Forma tirado en el suelo, debajo de un banco, el sacerdote ya se había marchado y no pude decírselo ese mismo día, así que con respeto lo cogí del suelo, y lo coloqué en la repisa donde está el Sagrario, al día siguiente se lo dije.
En el 2005 una persona que no comulgaba durante años, que yo conocía, sin haberse confesado, se atrevió a comulgar, cometiendo un sacrilegio. Muchas veces el sacerdote no conoce a quien comulga, y sin saberlo, da a algunos la Sagrada Comunión, estando el comulgante en muy graves pecados mortales. Además de que le advertí de ese sacrilegio, le invité a que fuese a unas catequesis de adultos, pero que finalmente con vanas excusas no quiso ir.
Una señora piadosa me contó, que vio a un niño recibir la Sagrada Comunión, al parecer en la boca, pero mientras se marchaba, retiró la Sagrada Comunión de su boca, la señora le llamó la atención, y el niño respondió que le molestaba, al parecer quería tirarlo fuera.

En otra ocasión, uno niños que jugaban durante la Misa, con sus travesuras, se acercaron luego a la fila de los comulgantes y tomaron la Sagrada Comunión, pero uno de ellos prosiguió sus juegos y travesura, molestando a la niña. Al terminas la Santa Misa, los niños salieron de la iglesia a la carrera.
Muchos se inventan interminables excusas para no convertirse a Cristo, y están pronto para añadir números de pecados en su vida.
Las demasiadas ocupaciones de muchos cristianos no le acercan a Dios como es debido.

Reflexionando sobre el asunto, las personas que suelen tomar la Comunión con la mano, no les ayuda a progresar en santidad, quedan distraídos y tibios.
¿No pensamos acaso que cuando se toma la comunión en la mano, uno se siente tan superior que puede hacer todo lo que quiera? Cuando San Juan Bautista no se consideraba digno para desatar las sandalias de Cristo. O aquel centurión romano, que se reconocía indigno de que Cristo entre en su casa. Demostraban tener más respeto que quienes en la actualidad, sin ser ministros tan siquiera de la Comunión, lo toman en la mano. Y con la misma mano, el vicio del tabaquismo.
Nos acordamos que es lo que le sucedió a Judas Iscariote, era un apóstol de Cristo, he hizo milagros en su Nombre, pensando en el dinero que podría conseguir, traicionando a Cristo, que después de comer por manos de Cristo se fue, aunque luego le vino el remordimiento de conciencia por haber traicionado a Cristo.
En el Antiguo Testamento leemos como Dios cambiaba su sentencia para castigar a un pueblo rebelde con el perdón, y Nínive que estaba a punto de ser castigada por Dios por la multitud de sus pecados, pero gracias a que fue Job, enviado por Dios, porque no deseaba castigar a ese pueblo, hicieron penitencia desde el mayor al más joven, y Dios lo perdonó. Hasta los niños hicieron penitencia. Hoy no se les invitan a la penitencia, sino a los juegos y diversiones, a los entretenimientos profanos dentro de la Casa de Oración, ¿de qué me sirve decir, que hay que tener recogimiento y respeto en los asuntos del Señor, si por los respetos humanos, soy de los primeros para ofender al Señor y renovara ofensas tras ofensas? ¿No estoy obcecado en mi propia ceguera y sordera?
Pues Judas lo tenía más fácil, que si hubiese acudido a Cristo buscando su perdón, hubiera sido perdonado. Pero su pecado fue terrible, quedó en la más terrible oscuridad, que ya no pensaba que Cristo le perdonaría, y se ahorcó.

***
DEL COMPENDIO DEL CATECISMO DE LA IGLESIA CATÓLICA 291:

¿QUÉ SE REQUIERE PARA RECIBIR LA SAGRADA COMUNIÓN?
Para recibir la Sagrada Comunión se debe estar plenamente incorporado a la Iglesia Católica y hallarse en Gracia de Dios, es decir, sin conciencia de pecado mortal. Quien es consciente de haber cometido un pecado grave debe recibir el Sacramento de la Reconciliación antes de acercarse a comulgar. Son también importantes el espíritu de recogimiento y de oración, la observancia del ayuno prescrito por la Iglesia y la actitud corporal (gesto, vestimenta), en señal de respeto a Cristo. (Para saber más: CIC: 1385-1389, 1415 )
Es importante por eso, que eduquemos nuestra conciencia. Porque una conciencia que no está educada, cuando peca mortalmente, cometen tremendo sacrilegios. Una conciencia no educada en el Cristianismo, se puede considerar católico, pero sus obras llegan a ser contrarios al Corazón de Cristo, y lo estamos viendo, católicos en la política, quedan en desacuerdo con la Autoridad de la Iglesia Católica.
Y tantos otros cristianos que comulgan, que sin estar preparado, cometen sacrilegio y como si no lo hubiesen cometido, porque no sienten remordimiento de conciencia.
¡Ay! en repetidas veces he visto estampitas tiradas por los suelos, de Jesús, de María Santísima, con oraciones. Estampas que recogen en la iglesia, pero que no la guardan, la tiran como si fuera basura, la gente la pisotea. Y cuando mucho más grave son las profanaciones y sacrilegios. Sagradas Formas que dejan caer por los suelos, ¡y cuánta indiferencia! Como cristianos no podemos consentir estas maldades, y hacer actos de reparaciones.

¡El Amor no es amado!
Evitemos a toda costa, con todas las fuerzas, que después de recibir a Cristo en la Comunión, salgamos nada más terminar la Santa Misa, no añadamos en nuestra conciencia el pecado grave de ingratitud, salir corriendo de la iglesia.
Si de verdad amamos a Cristo de todo corazón, quedémonos largo rato, largos minutos con el Señor, después de comulgar y terminada la Santa Misa. Quedémonos el máximo tiempo junto a Cristo.
Hagamos como aquella persona, que no le importaba llegar tarde a las clases de estudios, porque estaba más tiempo con el Señor, hagamos como esa persona, que no le importaba llegar tarde a su trabajo, porque prefería estar más ocupado con el Señor que en sí mismo y en su trabajo, y sus compañeros llegaban a burlarse de él. Pero estaba contento porque quería complacer a Cristo, y las burlas y desprecios no le afectaban, aunque se dolía amargamente por las blasfemias que oían, y las malas conversaciones…
Hay muchas personas que nos dan ejemplos, de que quieren estar más tiempo con el Señor, se olvidan de sí mismo, pues Cristo es el centro de su vida.
De cómo hemos ir vestidos a la Iglesia, sobre todo en días festivos y Domingos, siempre con decoro, limpio, porque a Cristo le agrada la limpieza; muy en especial la limpieza interior, del corazón, del espíritu.
El respeto y el amor a Cristo, nos impulsa a no ir de cualquier manera, “chándal”, pantalón corto, vestidos femeninos cortos, con escote, y otras modas que tantos ofenden al Señor, pero que por desgracia, tales modas no se le quieren reconocer como pecaminosas, pero lo es sin duda alguna, pues aunque hay quienes han perdido el sentido del pecado, viven en pecado, y no piden perdón por tales pecados…
Sin faltase el amor a Cristo, ya uno va según como quiera, como hacen quienes no conocen a Cristo, ni se toman en serio la santidad de vida. No podemos ir a la iglesia para reír, ni para llamar la atención, ni para ser el centro de todo… por ejemplo, entretenerme en hacer de la Casa de Oración, un lugar profano para vivir como quienes no esperan en Dios.
Si el educador es incapaz de educar a los niños no debería continuar como educador, porque se requiere obrar conforme al Corazón de Jesús, siguiendo los ejemplos de la Santa Madre Iglesia Católica, y no todos están de acuerdo, cualquiera que desobedezca a la Iglesia Católica, que no ponga en práctica lo que le corresponde dentro de su vocación… no es apto para el Reino de los cielos. Y muchos por desgracia, se han atrevido a usurpar un lugar que no le correspondía… y son muchas almas que se apartan de Cristo, se pierden por causa de los lobos con piel de oveja.
Hace varios días coloqué el siguiente video de una profanación eucaristica en facebook sobre una profanación, un sacrilegio, ha sido grabado. Pero cuántas veces hay otros muchos sacrilegios que se cometen, y Cristo es ofendido por muchos que se divierten. Incluso niños cometen sacrilegios, tampoco se le da demasiada importancia, y esto no debe continuar así.

Recibir a Jesús, porque queremos estar en el cielo con Él, porque es nuestro Dios y queremos adorarle, pero los sacrilegios no significan amor sino odio, las indiferencias para no hacer las cosas debidamente no ayudan a las almas a la salvación eterna.

Ya me referido en otro lugar que la comunión en la mano, es un medio eficaz para que la fe se pierda, los abusos a la liturgia, el embotamiento del corazón, y otros males que ponen fin a la vida espiritual.

Debemos quitarnos la venda de nuestros ojos. Pues el Papa Benedicto XVI, lleno de amor de Dios, se da cuenta de la importancia de recibir a Jesús de rodilla y en la boca.

¿Qué un sacerdote te pide que te pongas de pie para darte la Sagrada Comunión? Respeta y ama al sacerdote, pero arrodíllate para recibir a Jesús. Jamás se ha de pensar mal de los sacerdotes, pero hemos de comulgar con devoción, con humildad, y que el suelo mismo nos sirva de comulgatorio si no hay.


Por esto NO se debe comulgar en la mano
!(SACRILEGIO!!) 



Ampliando la información sobre el video anterior:
 (los frutos de la comunión en la mano, no son de santidad, como se observa en todas las personas que reciben la Sagrada Comunión den la mano)

Temas relacionados:
Otros



No hay comentarios:

Publicar un comentario