domingo, 26 de abril de 2015

Cómo ir a Misa y no perder la fe, recuperar los valores de la Eucaristía

Tenemos que dar gracias a Dios, porque hay personas enamoradas de Cristo Jesús, los verdaderos adoradores de Dios, que siempre se esfuerzan para honrar en cada instante al Señor.
( En proceso de actualización)
 
 


El Señor quiere que todos los hombres se salven, pero se requiere un camino constante de conversión, la penitencia no se habla, debería hablarse más. Pero no en todos los sermones hay perseverancia de camino al Señor, y esta contradicción se debe corregir.
 
 
 

 


En efecto, nos ha dejado dicho San Ambrosio «No en sí, (…) sino en nosotros es herida de la Iglesia. Por lo tanto, tengamos cuidado para que nuestras caídas no hieran a la Iglesia » (RS 31). Los fieles no deben ser ofendidos por los sacerdotes, que se han ofrecido al ministerio con tanta solemnidad. ¿Tienen el derecho de asistir a la Misa Católica o tienen que soportar actuaciones de sacerdotes creativo o de un grupo comprometido? (Joseph Ratzinger. Un culto para el Señor. La fe en Cristo y la Liturgia de hoy. Ediciones Sígueme 1999).
Los sacerdotes no se pueden olvidar que de la obediencia humilde a las normas canónicas y litúrgicas, depende de la validez de la celebración de la Eucaristía. La Liturgia es el culto público de un cuerpo organizado donde el derecho divino y el derecho de los fieles es respetado; el Cuerpo Místico de Aquel que ha vivido en la obediencia y en la humidad.
No puedo imaginar que los liturgistas que han deseado ardientemente la reforma ante del Concilio previeran una situación similar. Mi amigo el profesor Vito Abruzzi me recuerda que el abad benedictino Emanuele Caronti, insigne liturgista, ponía en guardia sobre los arbitrios en las celebraciones litúrgicas: «la celebración litúrgica sea celebrada son solemnidad, con orden y con decoro y evítese la manera absoluta cualquier novedad, ateniéndose fielmente a los decretos de la Iglesia» * (…)
·         Cómo ir a Misa y no perder la fe, páginas 160-161)
 
 
Reflexión:
Sé de sacerdotes que están haciendo la guerra a estas normas litúrgicas, pues sigue haciendo todo lo que quiere. Pero llegará un día, que si ahora mismo, en este mismo instante, si no se corrige, lo van a pasar realmente mal ante el Tribunal de Cristo. Se verán totalmente solos, abandonados de la Misericordia de Dios. Porque la obediencia a las normas de la Sagrada Liturgia es un acto más de la Divina Misericordia. El rechazo a las normas de la Sagrada Liturgia, es haber optado por la amargura eterna.
 
Cuando un creyente espera cuando va a la Santa Misa, participar espiritualmente del Sacrificio de Cristo, se encuentra allí,  que ha salido en una oscuridad tremenda, porque no era ninguna misa, sino una obra teatral, con aplausos, la familiaridad con la gente, el querer ser simpático con todos, aunque sea pisoteado la Liturgia de la Misa, suele hacerse mucho, mucho en esta población, pero no generalizo.
 
Otras personas han presenciado horrorizados como aquel sacerdote saltaba, o se esforzaba en hacer reír a la gente, quería ser simpático con todos, crucificando a Cristo una y otra vez en cada misa. Otros disfrazándose de payasos, bailando. Son testimonios de distintas personas que han padecido estos insultos de esos sacerdotes. Ver como despreciaban al Amor de los amores, y sin poder hacer nada más que orar, y dejar de ir, supongo.
 
Aquellos que le caen en “gracia”, las necedades de los malos pastores, es porque desgraciadamente para ellos, han perdido la fe. Y se unen a los malos pastores para escarnecer a Jesucristo. Si se peca contra la Misericordia, en el juicio intervendrá no la misericordia divina, sino la Justicia Divina.
 
No pierdas la fe, hermano, hermana, porque la pérdida de la fe, es arruinar la propia alma. No te hagas culpables, no colabores con el pecado ajeno, huye de allí, a otra parroquia, donde el sacerdote es uno enteramente con Cristo,
 
 
Cuando se ha perdido completamente la fe, con frecuencia se trivializa la Eucaristía. Y precisamente, cuando más novedades se añade a la liturgia, más gana el demonio nuestro enemigo.
No han sido vana las enseñanzas de San Juan Pablo II y Benedicto XVI, que fueron defensores de los intereses de Cristo, de los derechos de Dios. El Cardenal Antonio Cañizares es otro de los pastores más importantes que es otro gran defensor de los intereses de Cristo, y ama profundamente a la Santa Madre Iglesia Católica.  
Quedan pocos pastores que sigan defendiendo los valores de la Liturgia, otros lo pisotean, e intenta corromper la Iglesia Católica con sus herejías y las perversiones de la mundanidad. Pero hemos de orar por todos, y con lágrimas, con dolor en nuestro corazón, porque continuamente, vuelven a crucificar a Cristo.  
Cómo ir a Misa y no perder la fe, es un libro muy importante, que ayudará tanto a sacerdotes, como a otros fieles que quieren amar profundamente la liturgia de la Misa.  
La fe se pierde, se ha perdido, y por eso nada más finalizar la Santa Misa, la gente hablan o ríen de sus cosas, mientras hay más de uno que continua permaneciendo en adoración al Dios bendito y nuestro amado Jesucristo.  
Cuando el alma necesita a Dios, no se despega de Él, Dios es nuestra fuerza contra los poderes del infierno y del mundo, con nuestra devoción a Jesús y a María Santísima, el demonio se debilita. ¿Queda claro que necesitamos de Jesús y de María Santísima? Para que ninguno de nosotros seamos sometidos al pecado, y en Cristo, salgamos triunfante.
 
Temas anteriores:
 
Muchas personas no dan ninguna importancia de sí se puede comulgar de pie y con la mano. Se ha escrito mucho sobre eso. Ahora bien, ¿Qué es lo que sucede en el mundo? ¿Ha habido aumento de conversiones y vocaciones? Aunque ahora parece que hay un resurgir de nuevas vocaciones, pero por otra parte se dice, que la descristianización está en crecimiento constante.
La descristianización es una señal muy evidente que hay en mi comarca. En vez de alabar a la Santísima Madre de Dios, optan por el ruido de los aplausos, porque la falsa religiosidad ha cegado a muchos cristianos. Teniendo ojos no quieren ver, ni oír con sus oídos para ser curados. Y quien no pide al Señor la curación, no se curará nunca en su espíritu.  
Hermano sacerdote, que celebras la liturgia de una forma distinta al sentir de la Iglesia Católica, ¿no te das cuenta que estás arrastrando a aquellos que se conforman a la perdición eterna? Muchos Santos Padres y Doctores de la Iglesia Católica han enseñado a honrar a Cristo, no a maltratarle en cada misa, y para contentar a los hijos de este mundo, cualquiera que sea. Ellos les dan igual que crucifiques a Cristo, están satisfechos que deformes continuamente la Sagrada Eucaristía, te quejes continuamente de las normas que establece el Magisterio de la Iglesia Católica.  
No está nada bien que arrebates las almas que pertenecen a Cristo para perderlos. No hagas eso. Los aplausos, las obras teatrales y cirquenses sobre todo en países latinoamericano, la fe allí se ha perdido,  
También en las misas para niños, se ha perdido todo el respeto para lo sagrado. Un niño cuando va a Misa, tiene el mismo derecho de crecer y santificarse, y con las misas para niños se les quita todo eso. Porque, querido hermano sacerdote, esto es lo que observa un servidor, no solamente pierden la fe los niños, pues es el adulto que transmite su incredulidad a esas mentes infantiles, llenándoles de mediocridad y vaciedad espiritual. Esto es lo que sucede. Que finalmente el niño, la niña quiere ser más revoltoso porque no se le enseña el camino del recogimiento interior, ni la piedad, y cuando crecen, ya no tienen fe. Pues sí, esto está sucediendo. Si alguien quiere pensar que exagero, no es cosa mía, pues el corazón mundano no cree en la vida espiritual, y si trabaja por el relativismo, que es un camino de perdición.

Qué pena que tantos niños, realmente no sepan el sentido exacto de la Eucaristía, "todo es jugar", ni la piedad ni la reverencia debida al Señor, que es un derecho para cualquier edad. se le ofrece. Sino payasadas.
Hermano sacerdote, que con mucha ilusión te consagraste al Señor, es preciso, que no dejes nunca al Señor, que está en el Sagrario. Muchas veces se lee noticias, sobre profanaciones y sacrilegios, robos en las iglesia. La dejan abierta, pero ¿es que no hay adoradores allí? Alguno habrá, pero nunca la iglesia debe estar sola si está abierta. Los adoradores del Señor no deben dormirse, ninguno de nosotros. 
Hay iglesias que tienen las puertas cerradas, y con razón, porque hay muchos mal intencionados que cometen barbaridades. Siempre es importante que haya personas una vez que se abre. Aún así, hace tiempo, durante alguna u otra celebración de la Santa Misa, se oía esos alaridos de alguien que pasaba por allí, en varias ocasiones lo he escuchado. Pero no he mirado atrás. Pues tras gritar se alejaban corriendo. Y es que el demonio, los que son del demonio, le gustan hacer mucho ruido. Esto ha sucedido cuando la Sagrada Misa se celebraba con dignidad, con respeto, con atención. Al demonio nuestro enemigo, no le gusta nada el orden de la Sagrada Liturgia.  

Temas relacionados. (De momento, dos, pues hay muchos artículos en defensa de la Sagrada Eucaristía, de la Santa Misa, de personas muy entregadas a Dios y aman a la Iglesia Católica)
 

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