Somos muchos los que deseamos encontrarnos en nuestro camino a sacerdotes incluso a religiosos con sus correspondientes vestimentas de la propia vocación.
De hecho, existen seglares, de gran corazón que llevan su crucifijo, y no para presumir, sino que como una identidad de amor a Cristo Jesús, una cruz en el cuello, podemos hacerlo todo, y es ridículo esconderlo.
Durante la JMJ, se nos dio con la mochila del peregrino un crucifijo, que quedó bendecido por el Papa. Llevarlo al mismo tiempo que pensamos en Cristo. El crucifijo nos ayudará a no caer en la tentación. Pues es eso verdaderamente, cierto, que la sotana proteje al sacerdote de muchos peligros, y lo mismo el hábito religioso, ya que ellos se dedican a Cristo en su corazón y en sus pensamientos.
También el crucifijo, llevándolo en gracia de Dios, nos ayudará mejor a una vida de oración de recogimiento, de pureza, evitaremos las tentaciones porque acudiremos con gran confianza a los Sagrados Corazones de Jesús y María. Nuestras oraciones ya no serán precipitadas ni atropelladas, siempre que estemos en todo momento con el Señor.
No podemos dejarlo en el olvido el crucifijo de la JMJ, hemos de perseverar en llevarlo con devoción, nunca para presumir, quien nos vea se alegrará o nos insultará, o se reirá de nosotros, el crucufijo bendecido nos ayudará a rogar por esos hermanos que no pueden comprendernos.
Es verdad que el Tentador puede hacer que tengamos una falsa vergüenza el llevar un crucifijo, sin embargo, los que están alejados de Cristo, no tienen vergúenza de mostrarse con sus modas paganas, con poca ropa por las calles, tatuajes o otras marcas en sus cuerpos profanados por la corrupción del pecado.
Por eso, no es posible avergonzarnos de mostrar a Jesucristo, como ya lo hacen jóvenes que llevan a Cristo crucificado, y no precisamente como adornos, sino como una identidad de amor y ternura hacia Cristo Jesús. Cuando veo a un muchacho jóven con el crucifijo, me está hablando de Cristo con sus ejemplos y piedad.
- «Porque quien se avergüence de mí y de mis palabras en esta generación adúltera y pecadora, también el Hijo del hombre se avergonzará de él cuando venga en la gloria de su Padre con los santos ángeles.» (Mc 8, 38)
Yo he visto a señoras, que en vez de llevar alguna cadena con medallita, lleva su adorno, un collar de perlas que no representa nuestra identidad de fieles a Cristo; sino que se identifica con el mundo y su vanidad. Pero nosotros como cristianos, que decimos que amamos a Cristo, como he referido podemos hacer otro tanto, siguiendo el ejemplo de sacerdotes con vestiduras eclesiales, o religiosos con su hábito. No podemos llevar hábito religioso, a no sea que estemos en una orden religiosa.
No es lo mismo que una persona que vive en gracia de Dios, y lleva un crucifijo que otra que vive en graves pecados mortales.
No es lo mismo que una persona que vive en gracia de Dios, y lleva un crucifijo que otra que vive en graves pecados mortales.
Ya se ha hablado de que “el hábito no hace al monje”; la astucia del demonio, ha conseguir que una empresa de cobradores, se ponga una especie de hábito religioso, pero no es un hábito, ya que quien lo lleva, el cobrador, no pertenece a ninguna orden religiosa. Son precisamente disfraces, como en que otra ocasión, puede cambiar, y ponerse un frac, Pero está muy mal, que la gente hagan tales cosas para hacer mayor daño a la gente.
Con esto quiero decir, que incluso algunas empresas como la dicha, son capaces de tener un uniforme de trabajo, aunque tenga apariencia de hábito religioso. No es un verdadero monje ni cobrador el cobrador.
Hay una reflexión de gran interés ...
No hay comentarios:
Publicar un comentario