miércoles, 19 de febrero de 2014

Buenos días, Señor / buenas noche, Señor

Al levantarse por la mañana, ¿Qué es lo primero que pensamos? ¿Trabajo? ¿dinero? ¿alguna cosa que comprar?, ¿alguna venganza? ¿resentimiento? ¿...?
 
Nuestros primeros pensamientos, y oraciones, siempre debe dirigirse a Dios, pues somos hijos de la luz, busquemos primero el Reino de Dios y su Justicia, y el Señor ya sabrá lo que nos corresponde tener por añadidura, pues nos da mucho más de lo que pedimos, pero cuando nos entregamos sinceramente a obedecerle. El trabajo como acepción a la Voluntad de Dios, y quienes no tienen trabajo, orar mucho para conseguir un trabajo digno y estable, muy duradero, que Dios lo concede cuando ve que aquel que pide es perseverante, sobre todo, en vivir una vida santa.
 
En todo momento de nuestra vida, tenemos necesidad de Dios. Como hay personas que se imagina que Dios no es necesario, crece el paro, las crisis, todo tipo de mal.
 
Hay demasiadas quejas con los gobernantes, pero no oran por ellos, que es lo que hace la Iglesia Católica, rezar por los políticos. Se todos los cristianos de todo el mundo, dejaran de hacer las cosas que desagrada a Dios, y se entregasen a la vida de Cristo. El demonio no podría entrar en el mundo, para hacer daño.

Corramos tras al Señor, y no nos apartemos de Él. Recemos diariamente el Santo Rosario por la Tierra de la Madre de Dios, España, tierra de santos y santas, recemos por Europa, por todos los continente, trabajemos con Cristo para que su Reinado se extienda en todo el mundo.

Seamos auténticos devotos de María Santísima, pues hay infinita ganancia en la verdadera devoción, ganamos todos.


Agradecer al Señor por el nuevo día, con  nuestras oraciones a Jesús y María, siempre nos acordamos de ellos.
 


Himno meditado
 Buenos días, Señor, a ti el primero
 
Fuente: Liturgia de las horas
 
Buenos días, Señor, a ti el primero
 encuentra la mirada
 del corazón, apenas nace el día:
 Tú eres la luz y el sol de mi jornada.
 
Buenos días, Señor, contigo quiero
 andar por la vereda:
 Tú, mi camino, mi verdad, mi vida;
 Tú, la esperanza firme que me queda.
 
Buenos días, Señor, a ti te busco,
 levanto a ti las manos
 y el corazón, al despertar la aurora:
 quiero encontrarte siempre en mis hermanos.
 
Buenos días, Señor resucitado,
 que traes la alegría
 al corazón que va por tus caminos
 ¡vencedor de tu muerte y de la mía!
 
Reflexión:
 
Cada mañana que nos levantamos, lo primero que hacemos es elevar nuestros pensamientos al Señor, porque Él nos protege porque nos ama. El amor de Dios, es cuando nosotros le amamos, pero le amamos porque Él nos amó primero, nosotros estábamos destinados a la oscuridad y a la desesperación, pero nos atrajo con sus lazos de amor, nos arrancó de la esclavitud, que nosotros queríamos estar sometidos en la corrupción del pecado. Nos atrajo a su Luz, nos dio libertad, nos mostró la diferencia de la oscuridad provocada por nuestros propios vicios y pecados, y la de la gozosa primavera espiritual.
 
 
Agradecidos con el Señor, ya no queremos separarnos de su amor, quien haya conocido a Cristo en su corazón ya siente náuseas de todo lo que nos separa de Él, la mundanidad.
 
 
Le pedimos al Señor ser humildes de corazón, sin humildad no puede haber vida auténtica,
 
Le saludamos también a María Santísima: Buenos días, Madre de Dios, Virgen Santísima, Madre nuestra, protege mi vida, que yo sea constantemente fiel a vuestro único Hijo Jesús.
Que eres también Madre de todos los cristianos y cristianas unidos en la Santa Iglesia Católica, Madre de la Iglesia Católica, protege y defiende a la Iglesia de Dios, cuya cabeza visible es el Sucesor de Pedro: Papa Francisco en la única Iglesia verdadera y Santa.
 
Señor Dios mío, perfecciona todos mis planes, proyectos, pensamientos, deseos, para que sean completamente de tu agrado, y no según mis propias conveniencias. Porque Tú, Dios mío, siempre das vida a todo, y lo embellece.
 
Te suplico Señor Dios mío, que cuides a todos mis conocidos en las redes sociales, mis amistades que te aman y te adoran, cuida de ellos y de sus familias.
 
A estos constantes evangelizadores, que no ponen sus ojos fuera de tus intereses, guárdalos siempre dentro de Tu Corazón, porque así el demonio no podrán molestarles, pues están unidos a Ti.
 
Te pedimos Señor por nuestras caídas que hemos tenido en este día, en esta semana, perdón Señor, y acudo a ti al Sacramento de la Confesión, donde oiré que me perdonas. Dadme fortaleza para vencerme a mí mismo, pues no puedo hacer absolutamente nada, si no me ayuda, corro hacia Ti, Dios mío.
 
Por todos los enfermos, en sus casas, en los hospitales, por todos quienes les cuidan, le animan, ayudan espiritualmente,
 
 
Gracias, Señor por este día, gracias Señor, porque la noche se nos hace día.
Gracias Señor, por el infinito amor que nos tiene.
Gracias Dios mío, por mis enfermedades, pues me ayudan a amarte más, a negarme a mí mismo, a ser más alma de oración.
 
Gracias, Santísima Madre de Dios y Madre mía, ayúdame a ser fiel al Señor en cada instante de mi vida. Protégeme durante el día, que las acechanzas del demonio, no me dominen, los malos pensamientos, el orgullo, la soberbia, la vanidad, el amor propio, el egoísmo, y todos los males queden muertos, para que la Pasión de Cristo, como se manifieste en mí, en su tiempo la Gloria de la Resurrección eterna.
 
Cada fiel cristiano se guiará conforme a la inspiración del Espíritu Santo, para los buenos días o buenas noches al Señor nuestro Dios, que diariamente ofrece beneficios a todo el mundo. Los males son personales, nunca vienen de Dios, el mal no tiene relación con la Voluntad de Dios, por lo que es imposible que provoque daño al ser humano, pero sí puede castigar, porque Dios es Justo como Misericordioso, si somos desagradecidos, no estamos pidiendo al Señor que tenga misericordia de nosotros, es decir, si nos aferramos a nuestros vicios, pecados, egoísmos. Pero si nos arrepentimos humildemente, poderoso es el Señor, que nos perdona, por medio del Sacramento de la confesión, y que yo sepa, este sacramento está instituido en la Iglesia Católica, y no en otros sitios. Ya que Cristo es el Fundador de la Iglesia Católica porque es Dios que ha venido del cielo a salvarnos.
 
Que todo lo que hagamos, pensemos, hablemos, trabajemos, siempre sea con el corazón entero en Dios nuestro Señor.

El saludo también lo hacemos a los amigos, a los vecinos, pero los vecinos más tristes, no saben responder, ni un día ni otro, pero nosotros no debemos rechazar a nadie, no podemos poner malas caras. El reflejo interior suele mostrarse en ocasiones por el rostro o los gestos.
 
 


Oraciones: Buenas noches, Señor:
 
 


Oraciones: Buenos días, Señor:

 

1 comentario:

  1. Me ha gustado tu entrada José Luis, porque entre otras cosas escucho Radio María, y me da mucha alegría levantarme con la sintonía de la canción "Buenos días Señor, buenos días... esta noche has cuidado de mi". Me encanta. Un fuerte abrazo y buen fin de semana amigo.

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