¡Aleluya! ¡Cristo ha resucitado! ¡Feliz Pascua de Resurrección!

¡Feliz Domingo de Resurrección! ¡Aleluya! ¡Cristo ha resucitado!

Ya ha pasado el tiempo de Cuaresma, Semana Santa, pero no olvidemos de continuar con el tercer día de la novena a la Divina Misericordia. No lo olvidemos. Pues el Señor quiere extender su Divina Misericordia por el mundo entero, por la conversión de los pecadores.

La música en la Iglesia Santa, en cualquier tiempo, debe ser litúrgica, es la voluntad de Dios, pues esta música, los cántos gregorianos, son de verdadera belleza, pero también la música ortodoxa.

Lo que veo y no ayuda para nada a la piedad, es la música, por ejemplo, la que escuché esta mañana en la iglesia, que no ayuda al recogimiento, porque ya se ve las terribles irreverencias ante el Santísimo. Pues una persona, me habló quejándose del porqué me arrodillo ante el Señor, y no debería hacerlo nunca, porque los demás no se arrodillan, y yo tengo que hacer lo que ellos hacen, esto es lo que propone el tentador, que no nos arrodillemos ante el Santísimo. Pero si yo no lo hago, estaría obedeciendo al príncipe de las tinieblas, y esto no puede ser, no tengo que hacer desprecios al Señor Jesucristo, tal como proponen los que no viven la fe de la Iglesia, de los que desobedecen tanto al Magisterio como a los Papas, pues estos no trabajan por la Nueva Evangelización.

Aunque ahora me cuesta arrodillarme por los dolores, seguiré adorando a mi Señor Jesucristo, y le reconozco como Salvador y Rey, y no es una persona cualquiera.

Ya el Señor nos avisa que tengamos mucho cuidado con esta clase de personas, pues hemos de obedecer a Dios ante que a los hombres.

Escuchemos estos cántos tan preciosos de la Sagrada Liturgia:

Pascua Ortodoxa